jueves, 25 de septiembre de 2025

Crónica 29 de Manolo Teniente desde la Global Sumud Flotilla


DIARIO DE VIAJE DE LA GLOBAL SUMUD FLOTILLA.


Nº29.  25/09/2025


SOSO


La noche de ayer fue muy tranquila. Los sionistas no nos prepararon ninguna fiesta al estar en aguas griegas, pero ya avisaron que en cuando avancemos en aguas internacionales hacia Gaza, nos atacarán.

Cuando amanecemos, estamos todavía a varias horas de llegar a la punta de Creta donde están los barcos griegos. Pero a las 10:15h aproximadamente, se nos para otra vez el motor del barco. Una nueva avería en el Sirius. Los demás barcos de la flota nos esperan, porque además de que el proyecto es continuar todas las naves juntas, mientras sea posible, esta mañana se va a dedicar fundamentalmente a discutir la situación. 


El ejército sionista no nos ha molestado esta noche, pero ha hecho su trabajo político. Ha comunicado a todos los gobiernos europeos afectados, que nos van a disparar en cuanto intentemos pasar. La actitud de los gobiernos no ha sido la de denunciar estas presiones diplomáticas para que abandonemos nuestro proyecto humanitario hacia Gaza, sino la de llamar a sus contactos en la flota, sobre todo, representantes políticos para insistir en que el viaje es muy arriesgado y que es mejor que entreguemos el cargamento humanitario en algún sitio y demos media vuelta atrás.

El discurso del ministro de defensa italiano se ha quedado en agua de borrajas, la presidenta Meloni, lo ha dicho mucho más clarito: “la Flotilla Global Sumud, con destino a Gaza, es peligrosa e irresponsable. El gobierno italiano y las autoridades competentes podrían entregar los suministros en pocas horas, ya que no es necesario poner en riesgo la seguridad de nadie; no es imprescindible ir a una zona de guerra para llevar ayuda a Gaza”. Y lo dice con todo desparpajo. Habría que preguntarle entonces ¿Porqué están dejando de morir de hambre al pueblo de Gaza? ¿Vosotros fascistas, sois tan criminales como los sionistas?

La historia de los barcos es un cuento. No nos van a proteger para que podamos llegar a Gaza, frente ataques ilegales y piratas del ejército sionista, sino que en caso de que nos hundan los barcos, nos socorrerán. Vienen a rescatarnos en caso de que nos pase algo, no a impedir que nos pase. Y eso podrá ser en el caso de los barcos italianos, el barco español, al que llaman el “Furor”, esta tarde aún no había salido de Cartagena, y a su velocidad máxima de 20 nudos, tardará tres días en llegar a Creta. Evidentemente, en esos tres días, o hemos llegado a Gaza, o nos han secuestrado o nos han hundido. Pedro Sánchez ha tardado mucho en decidirse en “proteger” la misión humanitaria de la Global Sumud Flotilla.  A todo van obligados por la presión social, van arrastrando los pies, así que llegan tarde para evitar las decenas de miles de personas asesinadas por el proyecto genocida del régimen sionista.


La flota, concentrada ya en el extremo este de Creta, ha estado toda la mañana parada. Primero hubo una reunión online del comité organizador, con los responsables de barcos y con los capitanes.  Las amenazas sionistas, filtradas además por nuestros gobiernos, han hecho mella, sobre todo en las tripulaciones de los barcos pequeños. La conclusión del debate planteado entre seguir o no seguir, ha sido de que la flota sigue, y que se bajaran en Creta, todas aquellas personas, que consideren que el viaje es ya es muy arriesgado. A partir de mañana, se reinicia el viaje, y el comité organizado decidirá en cada momento y en función de las agresiones concretas que suframos, las decisiones a tomar. A partir de las 13:00h, ha habido asambleas de barcos para que en cada uno de ellos se decidiera lo que hacer. Os puedo decir, que, en el Sirius, sigue adelante todo el pasaje, añadiendo a un nuevo pasajero, un diputado polaco cuyo barco ya no va a seguir el viaje. Mañana, una vez partamos hacia Gaza, podremos hacer un recuento de cuantas personas y barcos seguimos adelante. Ahora mismo somos 44 barcos al abrigo de la costa mas al este de Creta, y 3 barcos más que están navegando para unirse a nosotros. Estamos ya en una vertical que nos sitúa en el oeste de Egipto, y a la entrada de lo que es el culo de saco del mediterráneo.

Después de su reunión de la mañana, el comité organizador, ha realizado una rueda de prensa online, para la comunidad internacional, para transmitir la información de que Israel, probablemente intensificará ataques violentos contra la flotilla en las próximas 48 horas, usando armas que podrían hundir barcos, herir y/o matar a participantes. Por tanto, insiste en que los gobiernos y organismos internacionales debe intervenir para garantizar el paso seguro de la flotilla y romper el asedio ilegal de Israel a Gaza.

Por la tarde, hemos tenido otra sesión de preparación frente a posibles ataques o secuestros a nuestro barco.

Os dejo con extractos de relato de una masacre de las miles que se han realizado y se realizan diariamente en Gaza y, pero también en Cisjordania. El autor es  Ahmad Abu Shawish y la publicación está en La Intifada Electrónica de 24 de septiembre de 2025.

En el campo de refugiados de Nuseirat, mi casa se encuentra en la intersección de dos calles: una calle en la entrada de la casa y una calle principal detrás de ella. La calle se llenaba de niños y niñas jugando, la mayoría de los cuales eran desplazados. Estos juegos simples eran intentos de coser fragmentos de la vida normal, destrozados por el desplazamiento y el horror.


Había una niña de 5 años que se llamaba Siham al-Ashi; Yo le puse el nombre de Soso ya que ella siempre corría hacia mí, con los brazos abiertos, listos para doblarme en un abrazo. Su delicada cara siempre estaba acompañada de una tímida y hermosa sonrisa, y tenía ojos marrones brillantes y su cabello era negro. Bailaba y vitoreaba con todo su ser, como si tratara de escapar de la guerra a través de la alegría.

Unos metros más allá en la misma calle, normalmente me sentaba con un grupo de amigos en el borde de mi casa. Hisham al-Talatine, de 21 años, era uno de mis amigos cercanos. Nos hicimos amigos el 30 de abril de 2024 cuando llegó a la puerta de nuestra casa y preguntó si podía ver la semifinal de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Bayern Múnich. A partir de ahí seguimos viendo partidos y cada vez que el Real Madrid perdía, nos sentábamos y analizábamos cada detalle. Cuando el equipo ganaba, lo celebrábamos como si fuéramos los jugadores en el campo.

Además de niñ@s y jóvenes, también había mayores sentados en la calle. Abu Ahmad, Abu Nahed, Abu Hadi, hombres desplazados de más de 50 años que durante las horas frescas del día a última hora de la tarde, solían colocar sillas de plástico y se reunían alrededor de un tablero de ajedrez. A pesar de la diferencia de edad, unirme a ellos era mi parte favorita del día. 

El 10 de noviembre de 2024, alrededor de las 13:35, salí de mi casa. Los niños estaban completamente absortos en sus juegos, y Soso estaba allí, saltando entre cuadros pintados con tiza. A pocos metros, Abu Hadi, Abu Nahed y Abu Ahmad se acurrucaron alrededor del tablero de ajedrez. Abu Hadi me llamó con una voz llena de confianza juguetona para que fuera a ver como ganaba la partida. Tenía genuinamente curiosidad, ya que él nunca ganaba una sola partida. Pero algo me hizo dudar, como una providencia, no me uní a ellos y volví a entrar en mi casa.

Pero 10 minutos más tarde, mi curiosidad me pudo y salí para ver la partida. Me dirigí hacia la puerta para salir a la calle, pero sentí como si todo se derrumbara, una explosión destrozara la calle y me arrojara de vuelta. Trozos de carne se aferraron a mi cara y camisa. Sangre salpicada entraba por nuestra puerta.

Mis brazos temblaban, mis piernas entumecidas. No podía moverme. El mundo se quedó en silencio, excepto por el zumbido en mis oídos y la pesadez aplastando mi pecho. Salí y me dirigí hacia la calle por la calle donde solíamos reunirnos todos  los días.

La escena era inefable y horrorosa más allá de cualquier cosa que las palabras pudieran describir. Cuatro o cinco cuerpos estaban inmóviles en el suelo, justo en frente de nuestra casa. No podía seguir adelante. Mis rodillas no respondían. Mi voz se rompió.

Conseguí dar algunos pasos más, y vi a una niña, tumbada en el suelo con parte de su cerebro a la vista en su cabeza. Era Soso. Dos personas con una motocicleta se detuvieron, y se la llevaron al Hospital Nuseirat de Al-Awda.

El polvo se había asentado, y vi la imagen completa de la calle, transformada en algo que todavía no puedo nombrar. Los cuerpos decapitados y desgarrados estaban esparcidos por ahí. No pude reconocer una sola cara. Ni siquiera uno.

Luego vi un cuerpo con una camiseta azul marino que conocía muy bien. Me di cuenta de que era el cuerpo de mi amigo Hisham, del Real Madrid. Había sido asesinado junto a Abu Hadi y Abu Ahmad que jugaban al ajedrez.

El olor a muerte en Gaza se hizo familiar casi rutinario. La calle que una vez estuvo llena de vida ahora se convirtió en una calle fantasma. Ese ataque aéreo no me mató, pero destruyó algo dentro.

Unos momentos me separaron de la muerte, pero tal vez Dios me eligió para vivir y contar la historia de mis amigos y vecinos.


Manolo Teniente

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