lunes, 13 de noviembre de 2023

Rezar el rosario como agresión

El Roto este lunes en "El País"

El uno va diciendo por ahí que hay que pasar de las palabras a los hechos, la otra amenaza con devolver golpe a golpe… Ante tanta borrachera de amor fraterno sus pupilos, claro está, dedujeron que lo mejor era ponerse a rezar el rosario. 

Esa olla a presión llamada Madrid, esa autonomía que solo existe porque nadie supo en su momento qué demonios hacer con ella (ni Castilla y León ni Castilla la Mancha quisieron contar con ella cuando se diseñó el Estado de las Autonomías) se ha empeñado en tenernos siempre excitados, por no decir acojonados, a quienes gozamos de la inmensa suerte de no respirar a diario la atmósfera de una ciudad cada vez espesa y frentista. 

La amnistía les importa un comino, créanme. Los pactos son legítimos y lo saben, pero necesitan sembrar discordia y mantenernos crispados porque lo que se proponen es machacar a diario con todo su armamento mediático y judicial hasta conseguir el objetivo que ayer reconoció Feijóo (cada vez más torpe a la hora de desenvolverse en el agujero negro en que anda metido) y que Juan Cruz @cosmejuan resumió sabiamente en un tuit o en un post de X, como se diga ahora: “Ya está. Era esto. No se callarán hasta las nuevas elecciones. Creí que era hasta que no hubiera amnistía”. 

Pues parece que no, amigo Juan, no gritan ni rezan por la amnistía, sino por los miles de millones europeos que sueñan mangonear. El sucinto análisis de Guillermo Altares @galtares remataba a la escuadra: “La idea es bastante buena: vamos a repartir lotería hasta que me toque, vamos a barajar las cartas hasta que me salgan buenas y vamos a votar hasta que gane las elecciones. Es un plan sin fisuras."

Cuando alguien esgrime el rosario contra la política legítima y se pone a rezarlo fente a los cascos de los guardias… peligro! Si lo sabré yo bien, que todavía me sé la letanía de memoria, hasta en latín, tras pasar la infancia entre curas en aquel campo de concentración que era la España rural de la posguerra. 

Lo que no entiendo es por qué andan los socialistas tan renuentes a explicar mejor lo que hacen. Con los variados y múltiples medios que tienen a su alcance y no usan, ¿por qué tenemos que hacerles los demás el trabajo pedagógico? Hasta que nos hartemos del todo y que sea lo que el dios de los que rezan el rosario quiera. 

J.T.

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