jueves, 7 de enero de 2016

Ese faltón llamado Antonio Burgos

Leo y releo la columna de Antonio Burgos de este 6 de enero en ABC y no doy crédito. Alguien un día debió decirle que era gracioso y el hombre se lo creyó. Pero como bien sabemos todos, seguro que él también, no es lo mismo caer en gracia que ser gracioso. Y Burgos lleva decenios cayéndole en gracia a lo más casposo y retrógrado de la sociedad sevillana y andaluza. Así que el augusto prócer de vez en cuando va, se anima y perpetra algún infumable libelo con el que complacer a lo más granado de su guerracivilista parroquia.

Me apena que una persona que ha sido capaz de escribir memorables letras de canciones, ensayos como “Andalucía, ¿Tercer mundo?” o novelas como “Las lágrimas de San Pedro” utilice a estas alturas su talento para la agresión y el insulto de la manera más zafia y chabacana:

“¿Tú has visto –se pregunta Burgos en su columna del día de Reyes- el uniformado flequillo de las tías que han mandado a por tabaco a Arturo Mas, a las dirigentes de la CUP separatista catalana? ¡Esos sí que son flequillos, y que se quiten El Cordobés y Oneto!” 

 Hasta aquí más o menos la cosa va. El apelativo de “tías” ya apunta maneras, pero pronto descubriremos que eso acabará siendo pecata minuta. No tardará mucho en calentarse el ingenioso escribano para continuar preguntándose:

“¿Por qué las tiorras separatistas, ora vascongadas, ora catalanas, ora de Bildu, ora de CUP, han de ser tan feas?” 

De tías ya ha pasado a tiorras. Y además, feas. Quiero que conste en acta que, como andaluz y como hombre, me avergüenza tener entre mis paisanos y mis congéneres a alguien capaz de utilizar su tribuna en un medio de comunicación para improperios como estos y como los que siguen:

 “¿Por qué tiene que pedir la separación de Cataluña un tío tan feo como Junqueras? ¿Por qué los de ERC tienen que usar esas camisas negras mussolinianas, que las ves por la tele y te tira para atrás su olor a sudorina, del tiempo que hace que no se la cambian?” 

¡Que no decaiga la provocación! Se conoce que a medida que iba avanzando en su invectiva, Burgos se iba gustando más a sí mismo, porque continúa:

“Y cuando hay uno que va de guapito de cara, como de anuncio de loción para después del afeitado, cual Arturo Mas, vienen Las Flequis y lo mandan a la mismísima Venta del Nabo. A su lado, Las Supremas de Móstoles son Miss España. A su lado, las tres fulimandús de can-can de Toulouse-Lautrec o de "saloon" del Far West que han hecho de magas republicanas en Valencia, son Miss Universo y Miss Mundo en una sola pieza”. 

Ni títere con cabeza parece dispuesto a dejar en pie. De juzgado de guardia. ¿Pero creen que el insigne analista se da por satisfecho con tamaña retahíla? Ni mucho menos, porque aquí viene el remate:

“En tiempos del Cardenal Segura se decía que las había "feas, feísimas y de Acción Católica". Ahora las hay "feas, feísimas, nekanes pelorratas y Flequis de la CUP". No es que quieran separarse de España: es que quieren que las echemos. Por horrorosas y antiestéticas” 

Creo que tener un espacio en un periódico no debe significar, bajo ningún concepto, barra libre para la agresión, el insulto ni el frentismo. Quiero denunciar públicamente esta manera de usar una columna de opinión, lamento que en mi oficio existan faltones como Burgos y defiendo que la caballerosidad, la urbanidad y las buenas maneras no tienen por qué estar reñidas con la discrepancia.
En el caso de Burgos, esto parece difícil porque ya llueve sobre muy mojado. En septiembre de 2009 llegó a llamar a las hijas de Zapatero, entonces menores de edad, “callos horrorosos” y el artículo fue posteriormente retirado de la web de ABC. Aunque con el de este 6 de enero llegaran a hacer lo mismo, habida cuenta de las muchas veces en que el autor suele escorar hacia planteamientos homófobos y misóginos, solo cabe preguntarse cuándo será la próxima vez.

J.T.

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