Les debió dar tanta vergüenza, que el remedio acabó siendo peor que la enfermedad. Porque la noche del viernes 13 de noviembre fue una fecha más que añadir a la bochornosa historia de la televisión en nuestro país.
Cuando el partido España-Inglaterra andaba ya por su segundo tiempo llegaron las primeras noticias. En París estaban jugando Francia y Alemania, y algo grave parecía estar pasando en las calles de la capital francesa. Algunas explosiones en distintos lugares al mismo tiempo, desalojo del presidente de la República del palco del estadio, se hablaba de algunos muertos... internet empezó a hervir; las radios, como siempre, a la altura y las teles... pues en Telecinco, Sálvame de luxe; Hermano mayor en Cuatro y Tu cara me suena en Antena Tres.
Lo más llamativo fue lo de la Sexta, que esta vez defraudó todas las expectativas: la cadena que tanto presume de estar al loro y apostar por la información, esa noche se columpió como las demás. Apagón total hasta la mañana siguiente, a buenas horas. La cosa el viernes quedó pues en manos de los fachas de 13tv y del 24 horas de tve, que acabó convirtiéndose, manda narices, en la cadena rey del país de los ciegos.
Les debió dar tanta vergüenza que cuando el sábado quisieron poner remedio quedaron más en evidencia todavía. Solo faltaba que no hubieran reaccionado, así que lo hicieron. Pero a medida que más esfuerzo ponían en tenernos al tanto de las consecuencias de lo ocurrido en París la noche anterior, más extraño resultaba que no hubieran hecho lo mismo cuando la tragedia se estaba produciendo.
El lunes, tres días después, Antena Tres y Telecinco mandaron a Susana Griso y Ana Rosa Quintana a jugar a reporteras dicharacheras micrófono en mano, como Antonio Garcia Ferreras, que aunque no llegó a la desfachatez de hacerse selfies junto a los ramos de flores depositados en Le Carillon como hicieron otros, se dedicaba en el mismo lugar, tres días después, a entrevistar durante media hora larga en directo a...¡Rubén Amón!
¿A qué fueron las "estrellas" a París? ¿a pintar la mona? ¿a lucir palmito? ¿a hacerse selfies? ¿no valen los corresponsales? ¿qué significa este show? Hicieron el ridículo dos veces: el viernes cuando no reaccionaron y tres días después haciendo directos junto a ramos de flores y ciudadanos sobrecogidos, hablando de pesquisas y chupando información policial sin aportar nada propio. Hemos perdido no el norte, sino los cuatro puntos cardinales. Primero escatimamos la noticia y luego nos vamos al lugar de los hechos a contar nuestro fracaso a toro pasado, ¡viva el periodismo!
¿A qué estamos jugando? ¿qué estamos haciendo con el hermoso oficio de contar historias, de contar lo que pasa cuando pasa y no sus secuelas, machacando hasta la extenuación, cuando ya se ha pasado el arroz?
"Con los medios previstos en la redacción -decía la empresa dueña de Cuatro y Telecinco- hemos preferido concentrar la oferta informativa a través de nuestros medios on line" Ahí queda eso. A quienes redactaron esta frase que no necesita comentarios debió darles tanta vergüenza hacerlo que al final decidieron añadir esta otra para reconocer el patinazo a su manera: "Lo cierto es que esta vez han sido insuficientes para llegar a todos los espectadores como hubiera sido justo" A ver que yo me aclare: O sea, ¿que pretendieron llegar a todos los espectadores a través de internet porque Jorge Javier, tras leer en directo un comunicado de un minuto cuando continuaba la tragedia en la sala Bataclan, iban ya sesenta muertos, había comparecido Obama y François Hollande había anunciado el estado de emergencia, tenía que continuar preguntándole a una tal Mila por su relación con un tal Matamoros?
Antena Tres despachó el asunto dedicándole ocho minutos poco antes de medianoche, algunas autonómicas también acabaron reaccionando. Y en cuanto a la Sexta, que tanto presume de apostar por la información, todavía estamos esperando que nos cuenten qué demonios les pasó.
J.T.
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