¿Habrán decidido los directores de los periódicos de papel que los lectores pierdan ya por completo el poco respeto que aún nos tenían a los profesionales de la información? Llego al kiosko a primera hhora. Me encuentro con tebeos, panfletos, revistas satíricas... ¿Dónde han colocado este lunes los periódicos? No me puedo creer lo que veo.
Decididamente, el inclasificable Francisco Marhuenda incrementa sus ya muchos méritos para dirigir "El Jueves" o cualquier otra revista satírica. Me niego a pensar que, si queda en él algo de periodista, haya podido parir la portada que este lunes luce el periódico que dirige sin haber recurrido a ningún tipo de ayuda química.
"DESGRECIA", titula "La Razón" en mayúscula y con el cuerpo de letra de las grandes catástrofes, para resumir la victoria electoral de Alex Tsipras en su país. "Los helenos -remata en el subtítulo- se lanzan al abismo populista" Abismo. Ahí es nada. Ha llegado el apocalipsis, señores, y este sesudo rotativo alerta de ello a sus católicos lectores para que vayan poniéndose al día y el cataclismo los pille debidamente confesados y comulgados.
Hay que reconocerle a este ubicuo tertuliano, otrora mano derecha del todavía presidente del gobierno, que sus desmesuras han conseguido crear escuela. Su colega Bieito Rubido no se ha querido quedar atrás tampoco este lunes y usa el ABC para asustar también a su parroquia con una priomera que roza el esperpento:
Titular sobre una foto de Tsipras con los brazos abiertos: "El populismo se apropia de Grecia" Subtítulo "La victoria de los radicales de Syriza abre una etapa de incertidumbre en el conjunto de Europa" Solo le falta añadira algo así como "Huyamos, sálvese quien pueda" ¿Se puede ser más catastrofista?
¿Se puede rozar más el esperpento? Pues parece que sí. Antonio Caño, en "El País", dispuesto a quitarle tanto a Rubido como a Marhuenda todos los hooligans que pueda tras comprobar cómo pierde a diario centenares de sus lectores de tantos años, hace hoy méritos más que sobrados para que nos cueste trabajo decidir a quién le otorgamos el premio al mayor desatino del día:
"La victoria de Syriza anticipa un período de agitación en Europa", titula "El País" a cuatro columnas en primera. "Agitación" Ahí es nada. Viva el alarmismo.
Antetítulo: "Fuerte mensaje contra la austeridad en las elecciones de Grecia"
Subtítulo: "Rajoy advierte a España de "no jugar a la ruleta rusa" con Podemos" ¡Ea! Todo bien mezcladito, para que en el insidioso cóctel no falte de nada. Pero ¡qué histeria, por favor! ¡Penita de periódico "global", antes "independiente".
Tampoco se queda atrás el suplente de Pedrojota desde hace un año:
"Grecia desfaía a la Troika", titula "El Mundo" a cuatro columnas.
Y entre los subtítulos: "Alemania avisa: "No habrá ayudas si Atenas no cumple"
Ya tenemos otro país "bestia negra" que añadir a la lista: Cuba, Venezuela, Corea del Norte... y ahora Grecia. ¡Uf! ¡Que no farte de ná!
El monárquico incondicional que dirige "La Vanguardia" tampoco podía permanecer al margen:
"Grecia desafía a Merkel" titula en primera a toda página, aunque como sucede con el resto de los periódicos de fuera de Madrid, los subtítulos sí son información y el listón de la crispación baja sensiblemente.
Lo más grave de las primeras páginas de los periódicos de este lunes en España no es la orientación ideológica, con la que ya contamos. Tampoco el abuso de adjetivos. Lo verdaderamente triste es la ausencia de información y la apuesta por la opinión sin anestesia. Todos violentan y transgreden el mandamiento principal que un profesioanl del periodismo no debería olvidar jamás a la hora de contar un hecho: informar con un sujeto, un verbo y un predicado, huir de los adjetivos y presentar los datos de la mejor pmanera posible para permitir al lector obtener sus propias conclusiones.
Periodismo no es inducir, no es tratar como tontos a los lectores, no es tampoco abusar de la miel... ni de la hiel. Los lectores buscan los periódicos porque quieren información. Unos les gustan más que otros y por eso los eligen, para nutrirse y dotarse de argumentos. Pero este zafio periodismo de brocha gorda, ofensivo con el adversario y genuflexo con el poder, los está desmotivando como, trimestre a trimestre, demuestra el descenso en las cifras de venta.
Están desorientados, acojonados, no saben cómo evitar la sangría de lectores y no se les ocurre otra cosa que recurrir a la banalización, el periodismo de trinchera y la traición a la esencia del oficio.
Son bastantes años ya, demasiados, dando palos de ciego, pero la deriva que los periódicos de papel han tomado en los últimos meses es trsite y alarmante. Solo vaticina una catástrofe irreversible que desacredita nuestro oficio y nos pone cada día más difícil mantener la credibilidad y el interés por las historias que contamos.
Con esta manera de enfocar la información en primera página, ¿para qué queremos las páginas de opinión? ¿para qué los editoriales? ¿para qué las viñetas de humor? Hoy, las primeras páginas de la información en papel certifican más que nunca la alarmante agonía de los periódicos.
J.T.
Decididamente, el inclasificable Francisco Marhuenda incrementa sus ya muchos méritos para dirigir "El Jueves" o cualquier otra revista satírica. Me niego a pensar que, si queda en él algo de periodista, haya podido parir la portada que este lunes luce el periódico que dirige sin haber recurrido a ningún tipo de ayuda química.
"DESGRECIA", titula "La Razón" en mayúscula y con el cuerpo de letra de las grandes catástrofes, para resumir la victoria electoral de Alex Tsipras en su país. "Los helenos -remata en el subtítulo- se lanzan al abismo populista" Abismo. Ahí es nada. Ha llegado el apocalipsis, señores, y este sesudo rotativo alerta de ello a sus católicos lectores para que vayan poniéndose al día y el cataclismo los pille debidamente confesados y comulgados.
Hay que reconocerle a este ubicuo tertuliano, otrora mano derecha del todavía presidente del gobierno, que sus desmesuras han conseguido crear escuela. Su colega Bieito Rubido no se ha querido quedar atrás tampoco este lunes y usa el ABC para asustar también a su parroquia con una priomera que roza el esperpento:
Titular sobre una foto de Tsipras con los brazos abiertos: "El populismo se apropia de Grecia" Subtítulo "La victoria de los radicales de Syriza abre una etapa de incertidumbre en el conjunto de Europa" Solo le falta añadira algo así como "Huyamos, sálvese quien pueda" ¿Se puede ser más catastrofista?
¿Se puede rozar más el esperpento? Pues parece que sí. Antonio Caño, en "El País", dispuesto a quitarle tanto a Rubido como a Marhuenda todos los hooligans que pueda tras comprobar cómo pierde a diario centenares de sus lectores de tantos años, hace hoy méritos más que sobrados para que nos cueste trabajo decidir a quién le otorgamos el premio al mayor desatino del día:
"La victoria de Syriza anticipa un período de agitación en Europa", titula "El País" a cuatro columnas en primera. "Agitación" Ahí es nada. Viva el alarmismo.
Antetítulo: "Fuerte mensaje contra la austeridad en las elecciones de Grecia"
Subtítulo: "Rajoy advierte a España de "no jugar a la ruleta rusa" con Podemos" ¡Ea! Todo bien mezcladito, para que en el insidioso cóctel no falte de nada. Pero ¡qué histeria, por favor! ¡Penita de periódico "global", antes "independiente".
Tampoco se queda atrás el suplente de Pedrojota desde hace un año:
"Grecia desfaía a la Troika", titula "El Mundo" a cuatro columnas.
Y entre los subtítulos: "Alemania avisa: "No habrá ayudas si Atenas no cumple"
Ya tenemos otro país "bestia negra" que añadir a la lista: Cuba, Venezuela, Corea del Norte... y ahora Grecia. ¡Uf! ¡Que no farte de ná!
El monárquico incondicional que dirige "La Vanguardia" tampoco podía permanecer al margen:
"Grecia desafía a Merkel" titula en primera a toda página, aunque como sucede con el resto de los periódicos de fuera de Madrid, los subtítulos sí son información y el listón de la crispación baja sensiblemente.
Lo más grave de las primeras páginas de los periódicos de este lunes en España no es la orientación ideológica, con la que ya contamos. Tampoco el abuso de adjetivos. Lo verdaderamente triste es la ausencia de información y la apuesta por la opinión sin anestesia. Todos violentan y transgreden el mandamiento principal que un profesioanl del periodismo no debería olvidar jamás a la hora de contar un hecho: informar con un sujeto, un verbo y un predicado, huir de los adjetivos y presentar los datos de la mejor pmanera posible para permitir al lector obtener sus propias conclusiones.
Periodismo no es inducir, no es tratar como tontos a los lectores, no es tampoco abusar de la miel... ni de la hiel. Los lectores buscan los periódicos porque quieren información. Unos les gustan más que otros y por eso los eligen, para nutrirse y dotarse de argumentos. Pero este zafio periodismo de brocha gorda, ofensivo con el adversario y genuflexo con el poder, los está desmotivando como, trimestre a trimestre, demuestra el descenso en las cifras de venta.
Están desorientados, acojonados, no saben cómo evitar la sangría de lectores y no se les ocurre otra cosa que recurrir a la banalización, el periodismo de trinchera y la traición a la esencia del oficio.
Son bastantes años ya, demasiados, dando palos de ciego, pero la deriva que los periódicos de papel han tomado en los últimos meses es trsite y alarmante. Solo vaticina una catástrofe irreversible que desacredita nuestro oficio y nos pone cada día más difícil mantener la credibilidad y el interés por las historias que contamos.
Con esta manera de enfocar la información en primera página, ¿para qué queremos las páginas de opinión? ¿para qué los editoriales? ¿para qué las viñetas de humor? Hoy, las primeras páginas de la información en papel certifican más que nunca la alarmante agonía de los periódicos.
J.T.
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