lunes, 5 de septiembre de 2016

Soria le pone precio a su silencio

Hace falta tener la cara de cemento armado. Gamberradas como la del caso Soria recuerdan a los chistes de Jaimito, aunque no quiero situar este asunto en el terreno de la travesura o la pillería, porque eso sería hacerles al Partido Popular y al Gobierno un favor que no se merecen. Que el ministerio de Economía haya propuesto al mentiroso José Manuel Soria para la dirección ejecutiva del Banco Mundial es una provocación que linda con el recochineo, la desconsideración y la chulería. Y qué me dicen de la alevosía añadida, hacer pública la propuesta a los pocos minutos de finalizar el fallido debate de investidura del pasado viernes.

Quien hasta el día 15 de abril de 2016 fuera ministro de Industria, Energía y Turismo del gobierno de Rajoy y se viera obligado a dimitir -cuando quedó demostrado que había mentido al afirmar que nunca tuvo firma en una empresa domiciliada en paraíso fiscal-, cobrará a partir de noviembre en su nuevo trabajo 226.500 euros anuales ¡después de impuestos! Esto sí que es una indemnización en diferido que ríete tú de las puertas giratorias. Casi 20.000 euros al mes limpios, insisto. Mas dietas, viajes y demás prebendas. Un escándalo más, una desvergüenza más, una prueba más de que Rajoy y los suyos continúan actuando como dueños absolutos de unas instituciones que tutelan en funciones. Pero el carácter provisional de sus cargos parece que se las trae al pairo.

Aún así, algunos miembros del Partido Popular están que se suben por las paredes: Con las elecciones gallegas ahí mismo, a Feijóo el asunto Soria le ha sentado como una patada en la entrepierna; en Euskadi Borja Sémper, también metido ya en precampaña, ha mostrado su disgusto y cuestionado “la idoneidad” de Soria para el cargo “por muy preparado que esté”: para el presidente del PP de Burgos la promoción del ex ministro es “simplemente inapropiada”…

¿Le buscamos posible explicación? Vamos a ver, repasemos: ¿quiénes han conformado durante los últimos cinco años el entorno de confianza más próximo a Rajoy? Ana Pastor, Margallo, Fernández Díaz, José Manuel Soria... Lo de éste último viene de lejos. En 1995, el ahora polémico ex ministro había ayudado a poner orden a Rajoy en el PP de Canarias y desde entonces se hicieron buenos amigos; en el Congreso valenciano del PP del año 2008, cuando Aguirre, Aznar y compañía querían acabar para siempre con Mariano, el hoy todavía presidente del gobierno contó, además de con el apoyo de los valencianos, con la incondicional complicidad de José Manuel Soria, que fue quien se encargó de redactar la ponencia política de un crispado cónclave que acabaría ganando Mariano.

Leyendo los periódicos de estos días, allegados y adversarios de Rajoy recuerdan en sus comentarios y columnas que el todavía presidente en funciones está en deuda con Soria y no podía negarle el favor que le ha pedido. Se hacen eco de su enfrentamiento con Montoro por el caso Abengoa, de sus reticencias a permitir la fusión de Antena Tres y la Sexta, opción que patrocinaba la mismísima Soraya SS… La lealtad y sintonía de Soria con Rajoy eran tales que el amigo canario llegó incluso a figurar en las quinielas de posibles candidatos a liderar el PP cuando se celebrara el próximo congreso.

“Es una decisión técnica y no política”, ha dicho Luis de Guindos, responsable del ministerio que ha propuesto a Soria para ser uno de los 25 presidentes ejecutivos del Banco Mundial durante los próximos dos años. Como Técnico Comercial del Estado por oposición que es, el “mentiroso de Jersey” parece que tiene derecho a optar a esa plaza, para la que cuenta con méritos y currículum suficientes, según la ´comisión que ha evaluado su solicitud. No era el único con méritos, también estaba Álvaro Nadal, en su día número dos de Soria en el ministerio. Pero, ¡oh, casualidad, el bueno de Nadal ha retirado su candidatura. “Si un funcionario no puede ser funcionario, entonces… ¿esto qué es?”, se ha preguntado desde Hangzhou un trémulo y arisco Rajoy, sin duda contrariado por las adversidades que sufre su amigo Soria, quien desde el día que dimitió, hace ya casi cinco meses, no ha abierto la boca. Hay silencios que valen oro.

J.T.

Publicado en "Confidencial Andaluz"

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