martes, 1 de julio de 2025

Sobre el moribundo Consejo de Informativos de rtve

El enemigo está dentro desde hace décadas. El problema de tve es la bunkerización de buena parte de quienes trabajan en ella, el espíritu funcionarial que se respira en su atmósfera y que, si eres fijo, hace que te sientas blindado aunque seas un vago redomado o un inútil. O peor todavía: una mala persona instalada en el agravio permanente que se dedica a proclamar día tras día por los pasillos lo poco que se le valora con lo magnífico profesional que él es. Según por donde vaya el viento, unas veces se lo escucharás a unos, pasado un tiempo a los otros y así sucesivamente. 


Cuando alguien de fuera llega a tve recién contratado y con sangre en las venas, con ganas de hacer cosas y obtener resultados, más pronto que tarde acaba chocando con el “funcionario” de turno que le para los pies: pero tú dónde te crees que vas, chaval, a ver si piensas que vas a inventar la pólvora. He visto ya a muchos como tú llegar queriendo comerse el mundo y no han tardado en estrellarse, por listos. Así que si yo fuera tú, me lo tomaría con calma y te irá mejor. 


Relajarse significa no empeñarse en cambiar las cosas, que la inercia siga funcionando porque quienes tienen un cargo pasan pero tú continuarás ahí. Cuando quien se comporta así es un especialista en decorados o un responsable de mantenimiento no pasa nada o pasa poco, pero cuando se trata de un redactor, de un realizador o de un reportero gráfico ya estamos en otra dimensión, sobre todo si hablamos de los Servicios Informativos.


Somos independientes y no estamos dispuestos a consentir que los políticos metan las manos en nuestro trabajo, braman quienes no paran de levantar teléfonos y se dedican a conspirar con políticos sin descanso. A mí no me manipula nadie, proclaman quienes no hacen otra cosa que manipular a destajo como si no hubiera un mañana. Siempre me pareció abominable esta manera de actuar, más grave aún cuando de lo que estamos hablando es de un medio de comunicación público, pero creo que lo entiendo: a veces hay mucho en juego y la información siempre ha sido material sensible, oscuro objeto de deseo de todo político apenas atrapa el poder. 


A rtve ha llegado por primera vez en mucho tiempo un equipo directivo que ha decidido respetar al espectador y programar pensando en el carácter de servicio público que dota de sentido la existencia del medio ¿Dónde se creen ustedes que están encontrando más beligerancia? ¿En los partidos políticos ya sean de derechas o de izquierdas, en los sindicatos, quizás entre los empresarios o en las televisiones de la competencia? 


Error: la mayor hostilidad proviene de los propios trabajadores de la casa. De algunos, claro está, no de todos, pero hay algunos que son muy algunos. Unas veces porque estaban tan a gusto cobrando sin pegar ni golpe y ahora los quieren poner a trabajar, otras porque llevan años viviendo en su zona de confort, con horarios de ensueño y sueldos impensables en otros medios, desconociendo por completo el frío que hace fuera, otras porque se consideran desplazados y, mientras esperan que cambie el viento, se dedican a poner todos los palos en las ruedas que pueden. Luego está los que recurren a la legislación vigente para que las cosas no mejoren cuando no les gustan: que sea difícil innovar, que vaya pasando el tiempo hasta que el escenario cambie y esas mejores vuelvan a ser innecesarias.


Si en los Servicios Informativos de Televisión Española no es ese el espíritu, la verdad es que lo parece bastante. No hay manera de que los telediarios se elaboren estrictamente con carácter informativo desde que el Partido Popular destituyó al equipo que lideraba Fran Llorente. Durante esa época (gobierno Zapatero, 2004-2011)) se decidió crear un órgano que velara por la calidad de la información al que llamaron Consejo de Informativos con la idea de velar por la independencia, objetividad y veracidad de los contenidos. Entre sus funciones destacaba una: actuar como guardián de la ética informativa. No se rían, por favor.


Durante años este Consejo, formado por profesionales elegidos por sus propios compañeros, funcionó con espíritu constructivo y contribuyó en parte a mejorar las cosas, incluso consiguió sobrevivir cuando en el 2012 el PP tomó Torrespaña por asalto y reinstauró los tiempos oscuros apostando sin rubor por la manipulación, la tergiversación, el escoramiento a la derecha y el ninguneo de los partidos progresistas. De todas aquellas prácticas continúan quedando secuelas a día de hoy. El Consejo de Informativos de los primeros tiempos de Rajoy plantó cara pero le hicieron poco caso, perdió prácticamente todas las batallas porque sus dictámenes no son vinculantes. Desde entonces, cada año que ha pasado ha pintado menos. 


A juzgar por lo que se ve en pantalla, Torrespaña continúa siendo un bastión inexpugnable donde parece que no haya manera de emitir un telediario cuya escaleta se rija estrictamente por criterios profesionales. Y aunque últimamente parece que se cortan un poco, continúan dejando mucho, pero mucho que desear. 


El único aire fresco proviene de programas como La Hora de la 1, Mañaneros 360 o Malas Lenguas que no dependen directamente del área de informativos y que analizan la actualidad con la intención de ser útiles al espectador, contestar a sus preguntas, aclarar sus dudas y ofrecer diferentes puntos de vista sobre lo que sucede para que quien escucha disponga de argumentos distintos y pueda sacar sus propias conclusiones. 


Pues bien, aquí es donde en Torrespaña se ha rasgado las vestiduras. Aquí es donde el actual Consejo de Informativos, que ya no tiene nada que ver con lo que fue durante sus primeros años de vida (ahora la votación ni siquiera es en urna y la participación telemática de la última consulta fue alarmantemente baja) se ha puesto en pie de guerra publicando distópicas notas de prensa. Ni Cintora Ni Ruiz ni Intxaurrondo son de la casa, ¿cómo se atreven a hacer lo que les corresponde hacer a ellos?, protestan airados. Investiguémoslos, que se saltan el manual de estilo. ¿Por qué hay que hacer las cosas bien si se pueden continuar haciendo como siempre?, esto es un escándalo, están haciendo periodismo, les falta decir. Hasta la emisión del documental 7291, dedicado a los fallecidos en las residencias de ancianos de la Comunidad e Madrid durante la pandemia, les pareció mal que se emitiera. Anunciaron una investigación para que se les explicara por qué se hizo con producción ajena y por qué se centraba solo en la Comunidad de Madrid. Esas investigaciones, si es que las hacen, que lo dudo, se suelen quedar luego en agua de borrajas pero montar el pollo, la verdad es que lo montan.


Algunos de los agraviados, que esperan en la redacción la vuelta del PP como agua de mayo, mantienen una buena cuota de poder en la estructura de los Servicios Informativos impidiendo que se haga mejor información en los telediarios y en el canal 24 horas. Hablamos de mejor información, entiéndaseme bien, no de información a favor de unos o de otros, que ya veo venir a tanta piel fina como hay por ahí. Y buena información es la que están ofreciendo por fin, a día de hoy, los programas de actualidad a los que el Consejo de Informativos tiene enfilados públicamente y que se emiten desde los platós de Prado del Rey, no desde Torrespaña  que esa es otra. No quieran saber ustedes por qué, porque cada vez que lo pregunto nadie me lo explica con claridad. 


Que el moribundo Consejo de Informativos de tve se alinee con quienes no quieren que nada cambie, con quienes no parecen tener interés en que la televisión publica sea útil y cumpla su función, es una pésima noticia. Pero así son las cosas, y así se las hemos contado. 


J.T.


 












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