domingo, 15 de marzo de 2015

Por qué Manuela Carmena dijo sí

Fue en Valencia, en un acto en torno al Día Internacional de la Mujer que se celebró la semana pasada. Participaba en él Manuela Carmena y proyectaban "La piedra de la paciencia", una sobrecogedora película sobre la situación de la mujer en Afganistán. Una de esas historias que te pellizcan, o mejor, que te golpean y hasta te hablan al oído para que no te quedes quieto, de las que te ponen difícil marcharte a tu casa tras la proyección como si no hubiera pasado nada.

- Llevaba dos meses y medio diciendo que no a la propuesta de Podemos para encabezar la lista a la alcaldía de Madrid, pero "La piedra de la paciencia" me hizo cambiar de opinión. 

Así explicaba este domingo en Segovia la magistrada Carmena la decisión que dota de un importante valor añadido el trabajo que Podemos viene haciendo durante el último año en la política española. Porque la irrupción de Carmena en la escena política cambia el paso a quienes seguían a rajatabla un argumentario de sota-caballo-y-rey para atacar a Podemos y les rompe el discurso a quienes se empeñan en reducir el proyecto a un asunto de cuatro jóvenes universitarios amigos de Venezuela y defensores de los etarras.

- El mensaje que me transmitió "La piedra de la paciencia" -continuó explicando Carmena- es que hay momentos en la vida en que la mujer tiene que ejercer su protagonismo, y éste es uno de ellos. No se le pueden dejar espacios a personas como Esperanza Aguirre por falta de compromiso de otras mujeres. Así que me sentí obligada. No me puedo permitir decir que no, pensé.

Contaba esto Manuela Carmena en un encuentro previsto mucho antes de tomar la decisión que la ha colocado en los titulares de los periódicos. Se trataba de una conversación, programada con meses de antelación entre ella y Alicia Gómez Montano, que formaba parte de unas jornadas anuales organizadas por el ayuntamiento de Segovia para poner en valor las "Mujeres que transforman el mundo".

Carmena, jubilada como jueza desde 2010, siempre ha defendido que hay que promover inventos sociales con el mismo interés con el que se trabaja en inventos tecnológicos... Quiere reinventar la Justicia, odia esas salas de juicio que parecen pequeñas catedrales y aboga por una cercanía que no existe entre la justicia y los ciudadanos. Ni entre los políticos y los ciudadanos. Ahí es donde ella ha decidido pedir carta y aceptar el envite de luchar por la alcaldía de Madrid. Pasar del análisis y la crítica a la acción, a la gestión.

- Yo creo que se puede hacer política de otra manera. Sin crispación, sin gritos, sin caer en las provocaciones, sin entrar a rebatir según qué argumentos. No voy a participar en mítines, porque hay mil maneras de llegar al ciudadano y hacerle sentirse cerca tuyo.  Hay que normalizar la política,  escuchar a todo el mundo, promover reuniones, encuentros, foros donde hacer y recibir propuestas… ¿Debates en televisión? Si no los puedo evitar, los aceptaré. Pero eso sí, intentaré dedicarle a la campaña sobre todo las mañanas. Las tardes quiero que sean para las cosas que vengo haciendo desde hace tiempo, mi familia, mis proyectos solidarios, vida personal... tenemos que conseguir que eso sea compatible.

En el mismo foro segoviano en el que participaba Manuela Carmena han intervenido estos días mujeres como Victoria Nyanjura, una ugandesa de 33 años que fue secuestrada por los rebeldes cuando tenía 14 y fue madre dos veces como consecuencia de las violaciones de sus captores. Tras ocho años de cautiverio, escapó con sus hijos. Hoy, arropada por su familia y tras licenciarse en Sociología de Desarrollo, coordina la Red de Defensa de la Mujer en su país. Mujeres también como Halla Tómasdótir, islandesa, una de las 150 empresarias más importantes de Europa entre 2009 y 2011, defensora del equilibrio entre géneros como condición irrenunciable para construir un mundo sostenible…
        
Hay momentos en la vida donde no nos podemos permitir decir que no. Momentos donde mujeres como Halla Tomásdótir en Islandia, Victoria Nyanjura en Uganda o Manuela Carmena en nuestro país entienden que toca no eludir el protagonismo, apostar por una política diferente y promoverla desde abajo. Y van y lo hacen, dispuestas a pagar el precio.

Si podéis, no perdáis la ocasión de ver “La piedra de la paciencia”. O de leer la novela en que está basada la película, con la que Atiq Rahimi ganó el premio Goncourt del año 2008. Os ayudará a entender por qué Manuela Carmena decidió subirse las mangas y optar por el compromiso.  ¡Que tiemble Esperanza Aguirre!

J.T.


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