Más pronto que tarde, escribía yo en este mismo blog el pasado día 27 de junio, acabaremos enterándonos de la letra pequeña que se esconde tras la decisión de Pepe Griñán al anunciar que no se presentará a la reeleción como presidente de la Junta de Andalucía.
Pues bien, no ha pasado ni un mes y ya están todas las cartas sobre la mesa y casi todo, por no decir directamente todo, el "pescao vendío": se han convocado unas primarias que no ha sido necesario celebrar y eso ha permitido legitimar el espaldarazo a la persona designada para sucederle: Susana Díaz Pacheco, natural de Triana, Sevilla, 38 años y en la actualidad consejera de la Presidencia y secretaria general del psoe en la provincia de Sevilla.
Como cualquier político que se precie, Griñán también nos mintió. Cuando abrió el melón en junio, mantuvo en todo momento que permanecería al frente de la Junta los próximos tres años. Está claro que era mentira, ¿no? En descargo del todavía presidente de la Junta podemos decir que no le ha dado tiempo a que le crezca demasiado la nariz porque la mentira ha durado viva menos de un mes completo.
Ya está: Pepe Griñán se va, lo deja. Alea jacta est.
Al contrario de lo que ocurrió en su caso cuando en abril de 2009 Chaves se marchó a un ministerio con ZP y le dejó a él al frente de la Junta, ahora no basta con que en el parlamento andaluz voten los diputados del psoe para investir a Díaz Pacheco. En 2009 los socialistas tenían mayoría absoluta pero ahora necesitan de la complicidad y el apoyo de IU, sus socios de gobierno desde la primavera del año pasado.
Que la noticia haya saltado ya, a menos de 24 horas de la celebración del Comité Director del psoe en el que la actual consejera de Presidencia será proclamada candidata a la presidencia de la Junta significa que el trato con Izquierda Unida para que eso sea posible está más que cerrado a estas alturas.
La siguiente cuestión es si Susana, al frente ya del gobierno andaluz, agotará la legislatura o adelantará elecciones. No quiero ni imaginarme lo de los nervios que deben estar a estas horas en el pp de Andalucía. Se les amontona la faena a la derecha andaluza pero tela marinera. Tienen el marrón de Rajoy el uno de agosto y el tinglao en que los mete la decisión de Griñán y la irrupción en tromba de Susana les pilla a contrapié aunque los nieguen por activa y por pasiva.
Aunque le muevan motivos familiares, aunque el asunto de los ere lo tenga acojonado, aunque quiera hacerse a un lado porque realmente esté agotado, los pasos que Griñán ha dado desde el pasado 27 de junio conforman una jugada de ajedrez de "chapeau".
Será una espantá, que lo es, estará saliendo por patas, que lo está, pero con su movidas de ficha Griñán ha conseguido remover y convulsionar muchos patios a la vez en un momento coyunturalmente clave.
No hay que olvidar que el peso específico de Andalucía en el partido socialista estatal es del 25 por ciento, ni que quien se marcha dela presidencia de la Junta de Andalucía es a su vez presidente del partido que tiene su sede en la madrileña calle de Ferraz. O sea, un follón.
"Sólo nuevos pilotos llevarán a nuevos horizontes", dijo Griñán en el Parlamento andaluz durante el debate del Estado de la Comunidad en el que anunció que no se volvería a presentar. Escribí aquel día que lo que aquella frase significaba a mi juicio era que necesitaba darse la mayor prisa posible para amarrar la sucesión cuanto antes, controlar el aparato de manera incontestable y neutralizar hipotéticas conspiraciones que debían estar apareciendo por el horizonte.
A fe que han sido unas semanas en las que Griñán ha metido el turbo pero bien. A saber la letra pequeña que aún nos queda por conocer.
J.T.
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