jueves, 2 de octubre de 2025

Claudia Sheinbaum y Pedro Sánchez


Claudia Sheinbaum, presidenta de México, cierra su primer año en el poder con un setenta por ciento de popularidad y portadas laudatorias en medios como La Jornada, Excelsior o El Universal. A pesar de que un 30 por ciento de la población de su país vive en la pobreza, del deterioro del acceso a la salud o de la dificultad para erradicar la violencia, la primera mujer que gobierna en la historia este territorio de 130 millones de habitantes, ha conseguido que la ciudadanía la aprueba con un notable. 


¿Cómo es posible que eso ocurra en un país como México y en cambio aquí en España el índice de popularidad de Pedro Sánchez, con mejores cifras de gestión, esté por debajo del 30 por ciento? ¿Por qué Sheinbaum ha estabilizado su "efecto honeymoon" mientras Sánchez sufre una persecución implacable que dura ya siete años y que se traduce en insultos graves hasta en conciertos y fiestas populares?


Quizás una de las razones pueda ser que Sheinbaum parece estar acertando en cuanto a cercanía, control del relato o visibilidad cotidiana. No es muy  carismática pero, por ejemplo, las conferencias matutinas que ofrece de lunes a viernes a las siete y media, conocidas como "Mañaneras del Pueblo", la hacen próxima y accesible. Estas comparecencias se emiten en streaming por redes, también por la radio pública y por tres televisiones. En un tono llano y pedagógico, la presidenta informa sobre acciones gubernamentales o avances en políticas públicas y además responde sin problemas a las preguntas de los periodistas. Cada día.


Sánchez tiene herramientas y experiencia, además de un enorme instinto de supervivencia, pero carece de pulso narrativo visceral y conexión emocional. Vende muy mal las cosas que consigue y comparece poco. Sheinbaum, por su parte, ha intentado nadar sin ahogarse: acepta la presión, hace concesiones puntuales como cooperaciones migratorias y decomisos, y al mismo tiempo deja claro que no va a arrodillarse. Esa postura le otorga dignidad a ella y prestigio a su país. De momento parece no perder autonomía, a pesar del incómodo aliento de su vecino de arriba. 


En términos políticos internos le permite mostrarse como gobierno soberano, sin entreguismos, y eso casa bien con una izquierda que exige dignidad. Los medios la tratan con una mezcla de deferencia cautelosa, crítica circunstancial y atención constante. Los medios afines celebran cada programa social, cada reducción de homicidios, cada discurso en tono bajo pero firme. Los críticos resaltan los desaciertos: el desabastecimiento de medicinas, la violencia persistente, las promesas incumplidas, pero no esconden los avances. 


¿Está Sheinbaum acertando o fracasando desde una mirada de izquierda? Acertando… por ahora. Ha logrado gobernar sin traicionar la esperanza de quienes no tienen nada, sin escándalos públicos excesivos y manteniendo un capital moral alto, por muchos resultados tangibles que aún le falten.


En palabras de Andy Robinson, “a pesar de una batería de aranceles, dudas sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio, deportaciones masivas de mexicanos residentes en Estados Unidos y amenazas de intervenciones armadas contra los cárteles de la droga, Sheinbaum emerge triunfante de lo que pudo ser un annus horribilis.”  A pesar de Donald Trump y sus piropos envenenados, a pesar de su comprometida situación geopolítica, Claudia Sheinbaum aguanta. 


A Pedro Sánchez, que aguanta como puede el hombre, seguro que le gustaría celebrar unos  números como los de la jefa del Estado mexicano. Aunque tener de vecino a Trump no parece muy envidiable. Y también es cierto que Sheinbaum lleva solo un año. A ver cuándo sume cuatro o cinco temporadas más.


J.T.

Esa máquina de generar crispación llamada Díaz Ayuso



Insoportable Ayuso, insufrible, irritante Ayuso. Sufro un empacho serio producto de las continuas astracanadas proferidas por la presidenta madrileña. Decidí hace ya bastante otorgarle la mínima atención posible a esta desmesurada señora, pero admito que resulta imposible cumplir el propósito porque no hay lugar en el que no me la encuentre.


Abro el periódico, allí está; enciendo la radio, allí está, sintonizo la tele y me espanto: ahí está también. Me recuerda la ópera prima de Spielberg, “El diablo sobre ruedas” donde un camión le amarga la película entera a un pobre conductor que no encuentra la manera de librarse de su persecución. Invade Díaz Ayuso Facebook, tik tok, Instagram, X, bluesky… No hay red social en la que no acabemos topándonos con alguno de sus exabruptos. Cada día que pasa se supera, cada día que transcurre las suelta más gordas. Escandalizados ante tamaño desahogo, acabamos cayendo en la provocación diseñada por su ventrílocuo y reproduciendo la bravata de turno. Aunque sea para ponerla a parir, pero acabamos reproduciéndola. Es decir: ganan ellos.


En los últimos dias ha agredido al euskera, al lendakari, al rey, a los niños inmigrantes, a la jueza que lleva el caso de su pareja y, por supuesto, a Pedro Sánchez. “¿Saben lo que es cateto? –dijo. Llamarse Juan y pedir que te llamen Jon para encajar en el País Vasco”. Manipuló unas palabras del lehendakari -que dijo “Ayuso entzun, Euskadi euskaldun” (Ayuso, escucha, Euskadi es euskaldun)- para traducirlas como “pim, pam, pum”, victimizarse y agitar por enésima vez el fantasma de ETA.


Cuando Felipe VI condenó en la ONU la masacre en Gaza, se apresuró a marcarle los límites: “El Rey reina, pero no gobierna”. La frase, aparentemente neutra, lleva pólvora dentro. Es el típico comentario envenenado para dejar claro que el jefe del Estado debería callarse cuando se trata de denunciar genocidios cometidos por los amigos de sus aliados. Según el manual que manejan ella y su entorno, primero está Israel, luego la ultraderecha, después su pareja... y mucho más abajo, la decencia.


También ha cargado estos días la presidenta madrileña contra el reparto de menores inmigrantes. “Madrid no va a cooperar con el caos migratorio del Gobierno”, ha proclamado. No ha hablado de integración, ni de recursos, ni de responsabilidad compartida, solo de rechazo. Ni un gramo de empatía, todo envuelto en el victimismo habitual: el Gobierno central la obliga, la arrincona, la persigue. Ella, la mártir.


En el caso de su pareja, defraudador confeso, no lo olvidemos, Ayuso ha decidido que si la ley no le gusta, se la salta o la reinterpreta. “No puede declarar hasta que se pronuncie la Audiencia Provincial”, ha dicho como si estuviera hablando de una receta de cocina. El problema es que sí puede. Y que no lo haga no es culpa de los jueces, sino de la pareja en cuestión. Pero aquí, el relato es lo que cuenta: la justicia persigue al entorno de Ayuso y, por tanto, ella tiene derecho a desprestigiar a los jueces que no se pliegan a sus intereses.


El clímax de esta orgía verbal lo reservó para su enemigo favorito. Según Ayuso, el presidente del Gobierno no solo la quiere derrotar políticamente, sino “destruirla personalmente”. ¿La prueba? Ninguna. ¿La lógica? Tampoco. Pero el victimismo y la sobreactuación son parte de la marca registrada. Si no puede demostrar nada, grita más fuerte. Si te señalan la corrupción, grita “libertad”.


No estamos ante una líder política. Estamos ante una máquina de generar crispación. Cada frase es una provocación medida. Cada salida de tono, un calculado golpe de efecto para llenar minutos en los informativos y portadas en la prensa amiga. Ayuso no gestiona, no propone, no resuelve: polariza. Se alimenta del conflicto, lo necesita. Porque sin enemigos, sin ruido, sin gasolina emocional, no es nada. 


Lo peor no es ella, lo peor es que hay quien aplaude ¡Qué gran desgracia tiene Madrid! Y qué pesado resulta que, a quienes vivimos fuera de esa insoportable olla a presión en que se ha convertido la capital de España, esta insufrible señora se nos acabe apareciendo hasta en la sopa. ¡Basta ya!


J.T.


miércoles, 1 de octubre de 2025

"La Global Sumud Flotilla está siendo secuestrada". Crónica 36 de Manolo Teniente

Diario nº 36  1 de octubre de 20215. 


LA GLOBAL SUMUD FLOTILLA ESTA SIENDO SECUESTRADA. 


Una gran mayoría del pasaje hemos dedicado la mañana a descansar de la a falta de sueño de esta madrugada y en previsión de lo que nos espera la próxima, así se nos aconsejaba. Alrededor de las 15:00h nos quedaban menos de 100 millas de viaje para llegar a Gaza.


A lo largo de la travesía Serigne, con una vista extraordinaria, que fue capitán de un pesquero en Senegal, avista antes que nadie dos buques grandes a lo lejos. Conforme nos acercamos, desde el puente nos indican que son cargueros que van en otra dirección. No hay que olvidar que estamos cerca de la salida del canal de Suez al Mediterráneo, por donde siguen cruzando muchos cargueros siempre que no vayan a llevar mercancías a Israel, ya que en ese caso son bombardeados por las fuerzas hutíes de Yemen, que continúan con su embargo a Israel mientras continúe el genocidio.


Durante la travesía, hacemos intercambio o trueque de cosas que necesitamos de un barco a otro. Son momentos alegres esos encuentros fugaces entre distintos barcos de la flota. Se aprovecha para saludarnos y compartir la alegría del viaje. A veces ha habido algún percance menor al chocar en el acercamiento al no controlar bien la maniobra.


Sobre las 17:00h estamos a 74 millas de la costa de Gaza. En un par de horas oscurecerá en esta zona del mediterráneo y la bestia intentará cazarnos. Parece mentira que a pocos km de aquí, más de 2 millones personas estén sometidas a un genocidio, que se cobra sistemáticamente todos los días, al menos una cincuentena de personas muertas y cientos heridas, por bombardeos a una población civil que no tiene donde esconderse y que además es víctima también de la falta de comida, agua y medicinas. El pueblo de Gaza lucha todos los días contra la muerte intentando con tenacidad preservar el mayor número de vidas.


Apenas si nos queda poco más de una hora de luz. Si seguimos nuestra marcha, mañana llegaremos a Gaza sobre las 10 de la mañana. Ya estamos a la altura la península del Sinaí.


Con la puesta del sol, nos hemos hecho una foto de grupo, de todo el barco, primero en popa y luego en proa. Han sido momentos emotivos y de alegría porque sabemos que estamos llegando al fin del viaje. Después hemos tenido una pequeña reunión, donde nuestro instructor de estos días, ha manifestado que después de la experiencia de esta madrugada pasada, toda la tripulación está preparada para lo que ocurra esta noche. Cierro este diario, teniendo...


Nos van a interceptar probablemente ahora.


Manolo Teniente

"HE TIRADO MI MÓVIL Y MI ORDENADOR POR LA BORDA" (M. Teniente desde la Global Sumud Flotilla)


Diario nº 35, 1 de octubre de 2025.


SIN COMUNICACIÓN. 

PROBABLE INTERCEPTACIÓN Y SECUESTRO DE LA GLOBAL SUMUD FLOTILLA.  


"Esta noche pasada ha sido muy agitada.  


A las 2:30h aproximadamente, sonó la alarma de alerta, cumpliendo el protocolo todo el pasaje subió a cubierta con sus chalecos salvavidas, pasaportes, móviles y demás requisitos que tenemos previstos. Nos informaron que había un buque grande cerca y que probablemente sería el buque de guerra previsto por el régimen israelí para llevarnos a todas presas a tierra. Sin embargo, después de una hora de espera, se desactivó la alarma porque el buque no apareció, y volvimos a las zonas de descanso para seguir durmiendo.


Sobre las 6:30h, volvió a sonar la alarma y volvimos a repetir el protocolo subiendo a cubierta.  En esta ocasión, ya era casi de día y pudimos ver perfectamente a un barco israelí, una especie de cañonera, no muy grande. También desde el puente de mando nos informaron que también había un submarino cerca de nuestro barco y que además nos habían cortado todas las comunicaciones. Pensamos que el abordaje era inminente. 


Yo tiré mi móvil y mi ordenador por la borda, quedándome completamente incomunicado. Sin embargo, los israelíes se fueron y las señales de comunicación volvieron y después de  otra hora de espera volvimos a desactivar el estado de alerta y continuamos navegando hacia Gaza.


Gracias a que otr@s compañer@s mantuvieron aún sus móviles, puedo al menos mandaros unas letras. Ahora mismo nuestra hora local son las 10:15h. Y estamos a menos de 130 millas de Gaza. La duda generalizada que tenemos es si la armada sionista volverá dentro de varias horas e intentarán secuestrarnos a plena luz de día, o si esperarán a la noche, asumiendo que ya estaremos muy cerca de Gaza. 


Si el diario acaba aquí, es que han vuelto de día, y si puedo continuar escribiendo al caer la noche, entonces es que  habrán preparado el operativo para la madrugada que viene.  Si no nos paran, mañana llegamos a Gaza."


Manolo Teniente