José Torres Hurtado es un auténtico profesional
contando chistes. Campechano y simpaticote, ameniza tertulias de bar y
reuniones de amigos con un envidiable gracejo natural que, en su caso,
convierte en injusto ese tópico tan manido sobre la mala follá granadina.
- Pepe, ponme al día y cuéntame los últimos
chistes sobre mí que corren por la calle.
Durante los años en que Torres Hurtado fue delegado
del gobierno en Andalucía otro campechano desahogado, de nombre Juan Carlos y
con residencia habitual en un palacete de los madrileños montes de El Pardo, ahora
rey emérito, aprovechaba sus viajes al Sur para hartarse de reír con Pepe el
Tractorista, como llaman desde siempre en su pueblo al que lleva trece años
largos al frente de la alcaldía de Granada.
Conocí a Torres Hurtado en aquellos años de
leche y miel -gobierno Aznar, España "iba" bien-, en los desayunos
con políticos que Carlos del Barco, forzado hace unas semanas a dimitir como
adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz, organizaba por entonces en la agencia Efe
de Sevilla. El entonces delegado del gobierno en Andalucía es bajito, pero nada
cohibido: no se cortaba un pelo a la hora de cantarle las cuarenta a compañeros
de militancia como Celia Villalobos, con quien siempre se llevó fatal, ni
tampoco le faltó habilidad para no molestar demasiado en los círculos de poder
de su partido.
Aunque nunca quitó protagonismo a los mandamases
peperos andaluces, estos un buen día lo quitaron de la delegación del gobierno
para dársela a Zoido y lo mandaron a Granada para que se estrellara en las
elecciones municipales de 2003. Pero nuestro hombre los sorprendió a todos y
sacó mayoría absoluta ya en las primeras elecciones a las que se presentó a la
alcaldía.
Su estilo desahogado le ha jugado algunas malas
pasadas, como cuando el verano pasado soltó aquella lindeza de que "las
mujeres, cuanto más desnudas, más elegantes", poco después de conseguir
retener el bastón de la alcaldía por cuarta vez, aunque en esta última ocasión
necesitó el apoyo de Ciudadanos.
Tras la detención este miércoles por unas horas
de José Torres Hurtado y de la concejala responsable de Urbanismo de Granada,
registro domiciliario incluido, parece que Ciudadanos se va a pensar lo de
continuar dándole su apoyo para que continúe como alcalde. Fueron decenas de
agentes de la UDEF, a instancias del Juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad
y la Fiscalía de Medio Ambiente, los que se presentaron este miércoles, en una
operación coordinada, tanto en el ayuntamiento como en distintas empresas y
domicilios particulares. Una operación en la que se quiere aclarar, entre otras
cosas, la construcción de una discoteca y una pista de patinaje en una zona
verde junto a un gran centro comercial (Serrallo Plaza). Se quiere saber
también si se alertó a promotores sobre recalificaciones previstas y si hubo “compensaciones”
a cambio.
No estaba tan campechano Torres Hurtado en su
comparecencia ante los medios la tarde de este miércoles, pocas horas después de
prestar declaración y quedar en libertad con cargos. Más bien solemne y
circunspecto:
- Seguiré trabajando por esta ciudad el tiempo
que me corresponda, que me dejen o que Dios me dé salud, ha dicho. No sé de qué
se me acusa porque hay secreto de sumario. No es agradable estar vistiéndose
por la mañana y que toquen a la puerta para registrar tu casa. Parece que había
que darle bombo a esto".
Bombo no sabemos, pero de momento su partido lo
ha suspendido de militancia. Al "simpaticote" Torres Hurtado le han
helado este miércoles la sonrisa y su contrastado sentido del humor. En el pp
andaluz se ha abierto la caja de los truenos y más de uno seguro que, tras ver
las barbas de su vecino pelar, está poniendo ya las suyas a remojar.
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