Esto que transcribo a continuación es un desahogo en toda regla de mi compañero y amigo Miguel Ángel del Hoyo. Se trata de un texto que hizo verdadero furor en facebook el pasado 28 de noviembre, que fue el día en que lo publicó. Como él no tiene blog, y me parece que de momento tampoco muchas ganas de tenerlo, me permito trasladar aquí su feroz invectiva, todo un directo a la mandíbula de muchos que se tienen por periodistas, todo un aldabonazo a las conciencias de quienes presenciamos a diario el incesante goteo de vejaciones a la profesión periodística y tenemos muy claro que algo hay que hacer, contundente y urgente, pero no acabamos de ponernos nunca a la faena. Ahí va. Sin anestesia:
"Mira compañero:
Los periodistas españoles -¿queda alguno?- somos unos cobardes y no honramos esta maravillosa profesión.
“Sin periodismo no hay democracia” chillamos a los cuatro vientos en las concentraciones. ¿y ahora nos damos cuenta?
Si nos hemos convertido en noticia algo hemos hecho mal. ¿Algo?.... Tomemos nota:
No haber defendido la verdad. Habernos sometido al dictado de las empresas, de los políticos y de lo políticamente correcto y, por lo tanto, hemos informado desde la dependencia, el interés, y la mediocridad, en numerosos casos “con el carné en la boca”.
Hemos admitido en el seno de esta profesión individuos que la utilizaban en servicio propio.
Pero sí nos manifestamos para conservar nuestros puestos de trabajo después de consentir becarios gratuitos, fondo de reptiles, ayudas públicas, semipúblicas y ocultas, intrusismo mercenario, consignas, favores, indicaciones y presiones.
Somos los únicos culpables del drama que aplasta hoy esta profesión, y cuya causa se resume en haber abandonado la independencia y la veracidad, que es lo que nos demanda la ciudadanía. Muchos de los que se manifiestan, no hace mucho que servían de rodillas, manipulando la realidad y retorciendo la verdad, inyectando en el público la mentira y la desconfianza,
Todo ello ha generado un periodismo inculto, mediocre, subyugado, corto, insípido, incapaz de ejercer el poder de fiscalización de los poderes públicos en defensa de la ciudadanía, hurtándole de una visión crítica fundamental .
Nos adormecieron con las ayudas públicas y la publicidad diferida.
La Democracia demanda un Periodismo valiente, libre e independiente, y no sometido. Rigor profesional, y no incapacidad de defender y mantener la verdad. Crítica y no aplauso.
Pocas profesiones están hoy tan desprestigiadas como la de periodista. Mandan .los gerentes, no los periodistas. Se impone el publicista, no el redactor jefe.
La obsesión por la rentabilidad extrema ha orillado el digno trabajo periodístico de investigación No se conoce un tiempo en el Periodismo como el actual donde la basura informativa apeste y atranque los canales de la comunicación
Por eso estamos en crisis: porque no somos fiables.
La apertura de internet ha provocado en líneas generales un periodismo aficionado que ha llenado los campos donde antes pastaba el buen trabajo, y cuya consecuencia es que la formación profesional y humanística del periodista brille por su ausencia.
No es baladí la culpa de las facultades de Periodismo, creadas a imagen y semejanza del poder con docentes que, en la mayoría de los casos, no han pisado una redacción y cuyo mérito más importante es el sometimiento al poder dominante. Hoy un licenciado en Periodismo está impregnado de un tufillo de charlatán del medio Oeste, de vendedor de crecepelos, de “aprendiz de todo y maestro en nada” cuyo mérito más alabado sea un trabajo de campo sobre la imagen icónica, la escatología del espíritu informativo, o la descripción de la etapa comunicativa entre las fuentes informantes de género, en claro desprecio al aprendizaje de un oficio, que sólo se puede realizar por los depositarios de unas técnicas pulidas y transmitidas por los años.
Y así nos va.
Y viva el Rayo Vallecano"
Por la transcripción
J.T.
Salut, compañer@s!
ResponderEliminarOjalá haya un mañana que nos devuelva al siglo XXI que enlazaba con las ilusiones iniciadas cuando "contra Franco vivíamos mejor"...
Por contundentemente acertado, no sé nada que decir (salvo que esto sea un decir algo).