sábado, 18 de septiembre de 2021

¡Un respeto a Unidas Podemos!


Seguro que ustedes en su momento les pasó como a mí: puede que al principio nos rechinara, pero con el tiempo nos fuimos acostumbrando a la mala educación que buena parte de la prensa esgrimía cuando entrevistaban a cualquier miembro de Unidas Podemos y, aunque nos indignábamos, llegó a ser tan repetitivo que acabó pareciendo algo normal. Dicho de otra manera, buena parte de la ciudadanía acabó/acabamos asumiendo que tratar mal a un político de Unidas Podemos formaba parte de las reglas del juego.

El tono con el que Ana Rosa, Griso, Motos, o la meteoróloga Mónica López entre otros muchos y muchas, se dirigían a Pablo Iglesias y continúan dirigiéndose ahora a otros miembros de Unidas Podemos cuando les entrevistan no tiene nada que ver con el que usan con los representantes de cualquier otra formación política. Ni el tono, ni tampoco las apostillas, ni por supuesto las preguntas.

- Dígame, ¿qué pasó con la tarjeta?
- ¡Qué tiene usted que decir ante las acusaciones de Calvente?
- Cuénteme, ¿qué pasa con “Neurona”?
- ¿Y con la “caja de solidaridad”?
- A ver señora Rosell, ¿qué tiene que decir de la querella por cohecho y prevaricación que le ha interpuesto el ex ministro Soria?

No eran entrevistas, eran interrogatorios. Y lo siguen siendo. Por decenas se cuentan ya las causas archivadas contra miembros de Unidas Podemos después de haberles hecho pasar durante años por un verdadero calvario judicial con modos inquisitoriales, algo que hubiera sido imposible sin la rendida complicidad de los innumerables palmeros con que las derechas cuentan en el mundo del periodismo.

Las acusaciones de un abogado sinvergüenza, o los dossieres falsos fabricados en las cloacas, denuncias y más denuncias pilladas todas por los pelos, se usaban y se usan para someter a interrogatorios de tercer grado a cualquier miembro de Unidas Podemos que aparezca por una emisora o un plató. La misma emisora y el mismo plató donde el presentador o presentadora que apostilla un “Ya, ya” perdonavidas ante cualquier contestación “podemita” que no le gusta, al día siguiente permite a un miembro de Vox soltar la mayor de las barbaridades sin cortarlo en seco inmediatamente y decirle, oiga usted eso que está diciendo es mentira. U oiga usted, eso que está diciendo es anticonstitucional. Y refutárselo con datos. La libertad de expresión no puede derivar en rendida genuflexión ni en barra libre para el insulto y la infamia, eso se tiene que acabar.

Tras escuchar el miércoles a Jorge Vestrynge en Hora 25 se me pusieron los pelos de punta: “Lo han intentado todo para llevárselo (a Pablo Iglesias) por delante” –dijo. Y continuó: “No lo han matado físicamente porque hubiera sido demasiado gordo, pero políticamente, me lo contaban amigos míos que venían de los servicios de Inteligencia: “Jorge, dile a Pablo que lo van a matar”. Miedo me da imaginarme en qué andarán ahora con los demás miembros de Unidas Podemos que aún “siguen vivos” en la política.

En su edición del miércoles día 15, el New York Times se refiere a Podemos como “un partido comprometido con la protección de los hogares más vulnerables” y recuerda que el PSOE lidera en España un Gobierno de coalición de izquierdas gracias al apoyo de la formación morada” El más reciente sondeo del CIS sitúa a la vicepresidenta Díaz como la líder política mejor valorada… ¡Un respeto a Unidas Podemos!

El tono camorrista de quienes todavía mandan en el PP, esos a los que Esperanza Aguirre llama niñatos, no se puede mantener indefinidamente. Oigo a Casado soltarle una grosería tras otras al presidente del gobierno, y a Teodoro García Egea hacer el ridículo cada miércoles frente a Yolanda Díaz como antes lo hacía frente a Iglesias y me pregunto cuándo decidirán bajar del monte y empezar a hacer una oposición civilizada ¿O no saben? De Abascal y su desaforada bancada con veleidades golpistas, mejor ni hablamos.

Luego, cuando acuden a los medios a ser entrevistados, los políticos de Vox y del PP son tratados con el guante de seda que le niegan a Yolanda Díaz, Ione Belarra, Irene Montero o Nacho Álvarez, que siempre tienen cosas interesantes que decir. No como Montesinos, García Egea, Cuca Gamarra o Macarena Olona.

Cuesta mucho escuchar a algún político de las derechas pronunciar una frase que no suene a “argumentario” preparado con antelación. Ni ideas propias, ni chispa, ni espíritu constructivo. Les falta la solvencia intelectual que en Podemos sobra. Y eso debe doler. No hay peor maldad que la del adversario que se siente inferior. Por eso los quieren "matar". Por eso necesitan a los mercenarios en los medios de comunicación haciéndoles el trabajo sucio.

J.T.

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