jueves, 4 de diciembre de 2014

¿Por qué los televisivos se resisten tanto a las redes sociales?


- Algo tendrá twitter cuando no hay charla entre periodistas en la que no salga el tema y acabe incluso convirtiéndose en el asunto central del debate.

Asistíamos a una mesa redonda dedicada al futuro de los informativos de televisión, era ya el turno de ruegos y preguntas y así acababa de expresarse una de las asistentes. Dio en el clavo. No podía resumirse de una manera más certera lo que estaba pasando esa tarde en el Fnac de Callao, en Madrid.

Era un debate moderado por Esther Cervera, en el que cinco nombres propios con acreditado caché en el mundo de la comunicación se habían reunido para hablar sobre periodismo televisivo, pero hete aquí que gran parte de la discusión había estado girando en torno a la conveniencia o no del uso de las redes sociales por parte de los profesionales, sobre todo twitter.

- Yo no me he abierto cuenta en twitter porque tengo setenta y un años, vivir es elegir y no puedo abarcarlo todo, decía Iñaki Gabilondo.

- Yo no sé cómo hay gente que puede seguir a cientos, a miles de personas, contaba Vicente Vallés, que sí tiene cuenta en twitter, le siguen más de 126.000, pero él solo sigue a 70. Es imposible estar al tanto de lo que dice tanta gente. ¿Para qué seguirlos entonces?, se preguntaba el conductor del informativo de mediodía en A3TV.

- Yo no estoy en twitter por pudor, añadía Hilario Pino. Tiendo a preguntarme que a quién puede interesar lo que yo diga.

O sea, que tres reconocidos "monstruos" de la comunicación de nuestro país estaban manifestando abiertamente, a dos de diciembre de 2014, sus reticencias hacia el uso de las redes sociales. Y lo hacían además ante un público cuya edad media estaba por debajo de los treinta años, gentes para quienes el guasap, el tuenti, el facebook o el twitter son como el agua que mana de la fuente.

Por si no estábamos entendiendo bien, Vallés se encargó de rematar la faena:

- Es que yo, cuando preparo mi informativo, tengo que pensar que la mayor parte de mis espectadores no saben ni lo que es el twitter.

A ver si yo me aclaro: ¿estábamos en un debate sobre el futuro del periodismo y tres de los invitados se mostraban abiertamente reticentes a la importancia de la información a través de la red? Vamos a ver, amigo Vallés, por muy importante que sea el minuto a minuto, ¿no crees que el futuro de la información es la calidad de lo que cuentes y el guiño que le hagas a la inteligencia de quien te ve, que sintonizar un informativo a la hora en que se emite está perdiendo parte de su fuerza y que lo que cuentas, si interesa, será visitado en las redes no importa a qué hora? Querido Hilario, no me puedo creer que nadie te haya explicado que una cuenta de twitter no es solo para soltar paridas, sino para establecer vínculos con seguidores con quienes compartir videos, fotos, o informaciones que a tú crees interesantes. Que se trata de crear opinión y satisfacer una demanda evidente y creciente. No estar en las redes no es pudor, perdona, sino falta de perspectiva. O pereza.

En cuanto al gran maestro Iñaki, lo siento querido ex jefe pero lo de la elección del tiempo no me lo creo. Me suena al esnobismo de Umbral o de quienes, como el admirado Manuel Alcántara, continúan escribiendo a máquina y mandan sus artículos por fax porque eso del ordenador... joder, qué complicación. O a la exquisitez de insignes laureados como Juan Goytisolo, que presumen de continuar escribiendo a mano, que ya me lo copiará la secretaria.

Las redes sociales son utensilios. Mal que nos pese, y aunque nos produzca rechazo, twitter es solo una herramienta, pero nada menos que una herramienta, cada día más imprescindible. Los periodistas americanos y los líderes de opinión lo entendieron hace ya tiempo, y saben que no pueden prescindir de ella. La gente recurre a twitter para saber qué piensan sus líderes de opinión. Es un hecho. Y ahí no pueden faltar quienes llevan toda la vida haciendo un uso excelente del oficio de comunicar. No me vale el argumento de perder el tiempo, porque siguiendo el razonamiento, también sería perder el tiempo hablar para la radio a una hora en que se sabe que mucha gente está trabajando o que solo te escucharán los de determinado sesgo ideológico. Pero no lo es, entre otras cosas porque al final alguien acaba colgando en las redes lo que has dicho.

Puede que, más pronto que tarde, aparezca otra herramienta que deje obsoleta a twitter. Pera a día de hoy ningún profesional de la comunicación debería abominar de esta herramienta: hay que usarla. Y no tiene por qué ocuparte demasiado tiempo. Se pueden trazar las directrices y contar con personas que se ocupen del día a día, pero hay que tenerla. Para volcar tus ideas, la información que te interesa, las imágenes que te parecen imprescindibles, los vídeos que crees que es útil que conozcan cuanta más gente mejor. Es una obligación. Por mucho que en la tele haya que tener también en cuenta, como reivindica Vallés, a los septuaginarios que nunca accederán a las redes.

En la tertulia del Fnac había dos cracks del periodismo más. Uno, Fran Llorente, el mejor director de informativos que una televisión pública haya tenido jamás en España. Su cuenta en twitter es muy joven, pero aún así dijo algo muy ilustrativo: Aunque aún no se comunica mucho por twitter, lo usa para leer los periódicos.

- Antes -contó Llorente- yo me compraba el mazo de periódicos y me los leía uno a uno. Ahora lo hago a través de twitter, selecciono los medios nacionales e internacionales que me interesan, pincho el link y los leo, como hago con los articulistas y líderes de opinión que antes leía en papel.

Ana Pastor, la quinta contertulia, la más joven de todos, dio señales de entender algo mejor de qué va esto de las redes

- Gracias a twitter y a su capacidad de interacción, puedo estar más en contacto con la calle, con lo que piensa todo el mundo. Las críticas, incluso los insultos, me ayudan a tener los pies en el suelo y, llegado el caso, incluso a rectificar sobre la marcha.

En el encuentro sobre "El futuro de los informativos" había un claro desequilibrio entre la edad y el punto de vista de los ponentes y el de los escuchantes. Se dijo allí que el futuro del periodismo será los que los jóvenes profesionales de la información quieran, sí, pero a mi juicio las reticencias y la falta de perspectiva que demostraron fue preocupante.. Como su escasa predisposición para predicar con el ejemplo y adaptarse a los tiempos.

Con todo el cariño y respeto del mundo: creo que al mundo de la comunicación le hace falta un importante reseteado. Si las "vacas sagradas" continúan tan reticentes, serán historia más pronto que tarde. Y es una pena. Porque tienen muchas cosas que enseñar, han marcado una época y han peleado a muerte por la dignidad de la profesión en España, pero les está costando dar esa última vuelta de tuerca que los conecte con el mundo en que viven los jóvenes.

Ampararse en la histérica mecánica de las audiencias no creo que tenga demasiado recorrido a medio plazo. El mundo está cambiando, y nos exige a todos cambiar también. Hablar menos de nuestro libro y abrir más los ojos y los oídos ante lo que está por venir. No basta a mi juicio con decir que no tenemos ni idea delo que va a pasar. Creo que quizás se trate de reconocer que, por mucho que queramos a nuestros tiempos y a nuestros medios, las herramientas nuevas han venido para quedarse y para ser usadas cuanto más mejor. Y cuanto antes. Por mucho que dentro de cinco años puedan aparecer instrumentos que dejen viejo lo que hoy es novedoso. O precisamente por eso.

Como dijo la persona del público con cuya cita he comenzado este post, si cinco profesionales de la televisión, convocados para hablar del futuro de los informativos, emplearon más de la mitad de la comparecencia en manifestar sus reticencias hacia las redes sociales, por algo será.

J.T.

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