Digiere el gobierno este sábado la materialización que el cabreo que tenemos todos consiguió el martes en las calles de Barcelona y este sábado en las de Madrid.
No es casualidad que tanta gente tan distinta se ponga de acuerdo para manifestar un malestar y un mosqueo alimentados por la sospecha -para algunos, certeza- de que estamos gobernados por una colla de insensatos que huyen hacia adelante sin saber muy bien cuáles van a ser los resultados de lo que hacen, sencillamente, porque les han dicho que "hay que hacerlo" y ellos obedecen.
Y mientras digieren las dos "megamanis" de la semana, rezan a sus santos -tienen muchos- para que por algún lado se vea la punta: Venga putear argumentando que es por nuestro bien, y nuestro bien no aparece por ningún sitio por más días que pasan. Rezan por eso, por un lado, y por el otro usan el mazo del viejo refrán para ir liquidando medios de comunicación o remodelándolos a su imagen y semejanza.
Si el martes, en el Telediario de tve, la Diada fue la quinta noticia, este mediodía, el canal 24 horas "sufrió" dificultades para retransmitir la intervención de Cándido Méndez y la imagen se fue a negro en plena alocución del líder de Ugt. Un repaso por los digitales de la derecha -son la gran mayoría- nos lleva a los profesionales del periodismo al más terrible de los sonrojos.
Cada vez son más escasos los medios de comunicación aún vivos que no le bailan el agua al PP. El sueño del gobierno es que no quede ninguno que no lo haga. Y que las algarabías pasen lo más desapercibidas posible. O que ni se cuenten. A la vista de la escasa cobertura que han tenido en los medios las dos grandes manifestaciones celebradas esta semana en nuestro país, yo diría que están consiguiendo su propósito.
Jamás manifestaciones de tan enormes proporciones tuvieron una cobertura tan tímida.
El gobierno, que aún así está acojonado, analiza los efectos de lo que ha pasado esta semana en las calles de Barcelona y Madrid. .Tomará nota, no le queda más remedio. Pero de momento va consiguiendo que nos cueste más la repercusión de las movilizaciones. Eso les alivia la presión.
Con todo lo que han hecho las organizaciones sociales en los últimos meses, con los cientos de miles de personas, más de un millón hoy, que hemos salido a protestar a las calles y a manifestar nuestra indignación, con las veces que lo hemos hecho en lo que va de año... ya hubiera sido suficiente, en un escenario mediático más libre, para que este gobierno hubiera caído.
El gobierno no puede desoír lo que ha pasado, claro que no. Pero se puede permitir el lujo de actuar con más lentitud de la que lo haría si a la presión de la calle se sumara la repercusión mediática de esa presión. La insuficiencia de altavoces obliga a continuar incrementando esa presión callejera, aumentando la protesta. Creo que aspiran a que nos cansemos. Al más puro estilo Rajoy que tan buenos resultados le ha venido dando para sus intereses: aguantar, resistir. Con la esperanza de que nos cansemos, como decía, o de que le sdé tiempo a acabar con aquellos medios que aún informan sobre las protestas.
En cuanto a los medios internacionales... están demasiado entretenidos con los asaltos a las sedes diplomáticas de Estados Unidos y otros países occidentales.
J.T.
el contro de la información ha sido una obsesión de esta gentuza desde que llegaron a las poltronas...¿qué fue lo primero qué hicieron tras ganar las elecciones? : http://popularspanishpractices.wordpress.com/2011/12/23/el-control-de-la-inteligencia-militar-pasa-directamente-a-presidencia/
ResponderEliminarQue antigua suena esta acertada entrada, compañero, sólo una semana después.
ResponderEliminarParecen haberse abierto las compuertas de Hércules tras el "non plus ultra".
Esperemos que San Zapatero-Bambi tenga algo en la recámara, previsto ya por el buenismo de "aceptar cualquier cosa que venga de..." (me gustaría saber dónde radica su cielo, para mandarlo de una patada políticamente correcta!)