Según el diccionario de la Real Academia el adjetivo “sobrecogedor”, derivado del verbo “sobrecoger”, define algo que sorprende, que intimida; se refiere a coger a alguien desprevenido…
María Moliner añade otras acepciones en su imprescindible diccionario: sobrecoge alguien o algo que asusta, aterra o espanta. Y reseña además otra variable: la de recaudar. Es decir, sobrecogedor = recaudador.
En línea con esta última definición del diccionario María Moliner, en los mentideros periodísticos de hace algún tiempo, sobrecogedor se utilizaba para referirse a los “cogedores de sobres”. De sobres con dinero dentro que protagonistas sobre todo del mundo del espectáculo repartían entre críticos y cronistas para ser bien tratados en los medios para los que estos trabajaban o simplemente para aparecer en sus informaciones.
En el mundillo donde esto se daba con más frecuencia era en el taurino. Yo mismo conocí a miembros del séquito de algunos toreros famosos que entre sus cometidos tenían preparar esos sobres, ponerles nombre y posteriormente repartirlos entre quienes iban a cubrir informativamente la corrida en la que toreaba su jefe.
Creo, para fortuna de todos, que esas prácticas desaparecieron hace tiempo, que hace ya muchos años que el término “sobrecogedor” sólo se puede aplicar a lo que dictaminan la Real Academia y el María Moliner.
Y recurro hoy a esas acepciones académicas (sobrecogedor =algo que asusta, aterra o espanta; algo que sorprende o que intimida) para resumir lo que me ha parecido la decisión del parlamento de Catalunya de prohibir los festejos taurinos en su demarcación territorial.
Ceder a la tentación de prohibir sólo denota poca confianza en los argumentos con los que se defiende una idea o miedo a que esa idea no pueda imponerse si no es por la fuerza.
Si la fiesta de los toros languidece, ¿por qué prohibirla?
Me preocupan mucho las prohibiciones
Me recuerdan otras épocas
Me despiertan fantasmas que me ponen los pelos de punta
Una prohibición nunca llega sola
Prohibir es violentar
Preocupante
Sospechoso
Triste
¡Sobrecogedor!
Y los " bous embolats" y los "correbous", protegidos por ley, con CIU, por tradición, ooooóle! Acaso olvidaron que los encierros y las corridas eran moneda común en todo el medievo europeo hasta la Ilustración, incluída nuestra amada Catalunya? Que vuelva el seny, si us plau...
ResponderEliminarOtra de banders: Se acuerdan quienes esgrimen "cuasiargumentos" azulados que la republicana era bajo la que se ampararon 2 meses los golpitas del 36?
Y no llevaba siluetas taurinas!!!
PD. Sigue sin gustarme la parte sangrienta de la faena; prefiero los forçados: por si acá...