viernes, 28 de diciembre de 2012

Los medios de comunicación se han perdido el respeto a si mismos


Que un periodista se quede sin trabajo es grave

Que un medio de comunicación desaparezca es terrible

Pero tras esa hecatombe hay algo mucho más grave: las circunstancias que propician que eso sea así, que no interesen los medios, que no nos importen los profesionales del periodismo que andan por ahí como almas en pena a ver quién les da una oportunidad, como los maletillas de antaño a las puertas de las plazas de toros.

Ni internet ni puñetas. Los medios desaparecen porque se han perdido el respeto a sí mismos. Los medios desaparecen porque al frente de ellos ya no hay empresarios con vocación de comunicar. No hay empresarios que nombren a directores con mando en plazo y que organicen los presupuestos con criterios periodísticos, la única inversión rentable a largo plazo si de lo que estamos hablando es de informar, de comunicar, de contar historias.

Los presupuestos hace tiempo que pasaron a manos de los gerentes, que son quienes dictaminan si un viaje se hace o no, si hay coche para una cobertura o si se puede pagar una noche de hotel para que un redactor se quede en un determinado lugar hasta que verifique, compruebe y contraste lo que tiene entre manos, tal y como dictaminan las reglas del oficio periodístico.

Perdiéndose el respeto a sí mismos, los medios le han perdido el respeto a los lectores, a los oyentes, a los espectadores....

El verdadero patrimonio de un medio será siempre lo potentes que sean las historias que cuente, la capacidad de conectar con el interés del lector. Una empresa periodística solo se garantiza el futuro si reinvierte en lo que en su día la hizo fuerte: la información. Un empresario periodístico tiene que conseguir que la gente busque sus productos con ganas y quede contenta tras haberle dedicado su tiempo, su atención, su dinero... Una empresa periodística ha de ser generosa, tener contenta a su gente. 

Cuando los beneficios no los inviertes en consolidar eso y te dispersas en otras aventuras acaba pasándote lo que le ha pasado, por ejemplo, al Grupo Prisa, que desde que nos cerraron CNN+, parece ir cuesta abajo y sin frenos camino del desastre, camino de derrumbarse sin remisión.

La fuerza de un medio es la fuerza de las historias que cuenta, y la fuerza de las historias que cuenta es la energía y el tiempo que un periodista pueda dedicarle a esa historia.

Esto nunca desaparecerá. Estoy seguro
A ver si acaba de pasar este sarampión, ¡qué pesadilla!

J.T.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El adiós del "Financial Times" alemán y del "Newsweek" en papel

Te quedan pocas dudas de la cuesta abajo que vive el periodismo tal como lo conocíamos hasta ahora cuando dos monstruos de la comunicación como la edición alemana del Financial Times o la de papel de Newsweek se ven obligadas a decir adiós. 2012 tiene para mí muchas maneras de ser resumido, pero hacerme eco de estas dos desapariciones me parece una de las más elocuentes.

Yo creo que cuanto antes entendamos todos (empresarios, editores, reporteros, maquetistas, fotógrafos, distribuidores y hasta quiosqueros) que esto de la comunicación es ya otra cosa, mejor nos irá. Reinventémonos. Cuanto antes. Encontraremos el camino, seguro, porque allá donde haya una buena historia que contar, habrá siempre alguien dispuesto a pagar por conocerla. Pero tenemos que dar con la tecla. Está claro que lo que está pasando no tiene marcha atrás. Asumámoslo. Y lo dicho: REINVENTÉMONOS


Así fue como se despidieron los trabajadores de la edición alemana del FT en su último número el pasado 6 de diciembre. Con la foto de arriba y con el siguiente pie de foto que os invito a leer porque creo que no tiene desperdicio

 "Perdón, queridos accionistas, por haber fundido tantos millones. Perdonadnos los anunciantes, por haber informado de manera crítica sobre vuestro negocio. Perdonadnos, portavoces de empresa, por no haber seguido vuestras sugerencias. Perdón, queridos políticos, por haberos creído tan poco. Perdón, queridos colegas, por haberos tenido trabajando tantas noches y fines de semana. Perdón, queridos lectores, que estas son las últimas líneas de FTD. Lo sentimos. Nos disculpamos sin reservas. Pero si tuviéramos que empezar otra vez, lo haríamos de nuevo igual. Stefan Weigel, Klusmann Steffen, Sven Clausen (en la foto, primera fila, de izquierda a derecha)

Y ésta es  la portada del último ejemplar de Newsweek en papel impreso
Continuamos para bingo. ¡Uf!

J.T.

viernes, 21 de diciembre de 2012

"Pocas redacciones mantienen hoy el espíritu libre por el que en su día fueron admiradas"

Esto que transcribo a continuación es un desahogo en toda regla de mi compañero y amigo Miguel Ángel del Hoyo. Se trata de un texto que hizo verdadero furor en facebook el pasado 28 de noviembre, que fue el día en que lo publicó. Como él no tiene blog, y me parece que de momento tampoco muchas ganas de tenerlo, me permito trasladar aquí su feroz invectiva, todo un directo a la mandíbula de muchos que se tienen por periodistas, todo un aldabonazo a las conciencias de quienes presenciamos a diario el incesante goteo de vejaciones a la profesión periodística y tenemos muy claro que algo hay que hacer, contundente y urgente, pero no acabamos de ponernos nunca a la faena. Ahí va. Sin anestesia:

"Mira compañero: 

Los periodistas españoles -¿queda alguno?- somos unos cobardes y no honramos esta maravillosa profesión. 

“Sin periodismo no hay democracia” chillamos a los cuatro vientos en las concentraciones. ¿y ahora nos damos cuenta? 

Si nos hemos convertido en noticia algo hemos hecho mal. ¿Algo?.... Tomemos nota: No haber defendido la verdad. Habernos sometido al dictado de las empresas, de los políticos y de lo políticamente correcto y, por lo tanto, hemos informado desde la dependencia, el interés, y la mediocridad, en numerosos casos “con el carné en la boca”. 

Hemos admitido en el seno de esta profesión individuos que la utilizaban en servicio propio. Pero sí nos manifestamos para conservar nuestros puestos de trabajo después de consentir becarios gratuitos, fondo de reptiles, ayudas públicas, semipúblicas y ocultas, intrusismo mercenario, consignas, favores, indicaciones y presiones. 

Somos los únicos culpables del drama que aplasta hoy esta profesión, y cuya causa se resume en haber abandonado la independencia y la veracidad, que es lo que nos demanda la ciudadanía. Muchos de los que se manifiestan, no hace mucho que servían de rodillas, manipulando la realidad y retorciendo la verdad, inyectando en el público la mentira y la desconfianza, 

Todo ello ha generado un periodismo inculto, mediocre, subyugado, corto, insípido, incapaz de ejercer el poder de fiscalización de los poderes públicos en defensa de la ciudadanía, hurtándole de una visión crítica fundamental . Nos adormecieron con las ayudas públicas y la publicidad diferida. 

La Democracia demanda un Periodismo valiente, libre e independiente, y no sometido. Rigor profesional, y no incapacidad de defender y mantener la verdad. Crítica y no aplauso. Pocas profesiones están hoy tan desprestigiadas como la de periodista. Mandan .los gerentes, no los periodistas. Se impone el publicista, no el redactor jefe. 

La obsesión por la rentabilidad extrema ha orillado el digno trabajo periodístico de investigación No se conoce un tiempo en el Periodismo como el actual donde la basura informativa apeste y atranque los canales de la comunicación Por eso estamos en crisis: porque no somos fiables

La apertura de internet ha provocado en líneas generales un periodismo aficionado que ha llenado los campos donde antes pastaba el buen trabajo, y cuya consecuencia es que la formación profesional y humanística del periodista brille por su ausencia. 

No es baladí la culpa de las facultades de Periodismo, creadas a imagen y semejanza del poder con docentes que, en la mayoría de los casos, no han pisado una redacción y cuyo mérito más importante es el sometimiento al poder dominante. Hoy un licenciado en Periodismo está impregnado de un tufillo de charlatán del medio Oeste, de vendedor de crecepelos, de “aprendiz de todo y maestro en nada” cuyo mérito más alabado sea un trabajo de campo sobre la imagen icónica, la escatología del espíritu informativo, o la descripción de la etapa comunicativa entre las fuentes informantes de género, en claro desprecio al aprendizaje de un oficio, que sólo se puede realizar por los depositarios de unas técnicas pulidas y transmitidas por los años. 

Y así nos va. Y viva el Rayo Vallecano"

Por la transcripción

J.T.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Más sangre en las venas, por favor


Decididamente, hay falta de sangre en las venas porque si no, no entiendo nada

¿Hasta cuándo vamos a aguantar tropelías como las de Wert en el mundo de la educación?

¿Hasta cuándo vamos a seguir sin reaccionar cada vez que aparece un ladrón nuevo en los periódicos, un corrupto más en los informativos, un chulo tomándonos por tontos en la radio, un sobrao mintiendo de manera descarada en las redes, en los vídeos, en las ruedas de prensa soltando cuentos chinos que no se cree ni él?

¿Hasta cuándo vamos a seguir escuchando esa manida frase de que "hay que hacer lo que hay que hacer"?

¿Hasta cuándo las mentiras de  Montoro, de Guindos, las frases para enmarcar de Soria, Báñez, Mato, Gallardón...?

¿Cuánto tiempo más vamos a aguantar esperando a que escampe? ¿No tenemos ya suficientes putadas encima para no soportar ni una más?

¿Cómo se puede tolerar que el mismo día que los pensionistas conocen que se van a quedar sin subida trinquen en su casa con lingotes de oro y dinero negro al que fuera presidente de los empresarios?

¿Cómo es posible que sigamos pagando los plazos de hipoteca sin rechistar, de hipotecas cuya cuantía es mucho mayor que el valor de nuestras casas a día de hoy?

¿Cómo es posible que delante de nuestras narices nos estén dejando con lo puesto y aún parezca que estamos confiando en que amaine el temporal?

¿Pero no sabemos que el ladrón, el extorsionador, el explotador cuando aprieta, si no reaccionas lo que piensa es que aún puede apretarte algo más? Puede y lo hace

¿A qué esperamos?

¿Qué pasa aquí?

¿Cómo es posible que veamos cómo viene el tsunami y nos quedemos tan panchos a ver cómo nos atrapa sin hacer nada? 

Decididamente, hay falta de sangre en las venas porque si no, no entiendo nada

M.P.