martes, 30 de septiembre de 2014

Ni un día de descanso a los corruptos


¿Qué será de la vida de Cristina de Borbón? Tiempo sin saber de ella. ¿Dónde andará metido el taimado de Iñaki Urdangarín? ¿Cómo le irán las cosas en Soto del Real al denostado Bárcenas? Y el culebrón de los eres andaluces, ¿qué pasa con él? Tengo mono de vídeos de la jueza Alaya con su carrito, de las gafas negras de Fabra, de las fotos de "El Bigotes", de las andanzas de Correa mientras llega el juicio... Pero la sacrosanta actualidad manda. Y manda tanto que consigue que la corrupción y sus "presuntos" protagonistas desaparezcan, casi sin dejar rastro, de la primera línea informativa. 

Hasta Jordi Pujol lo lleva crudo para chupar cámara, el pobre, a pesar del pollo que ha tenido que montar para volver a estar en la pomada y pegar gritos con la impunidad de siempre. Pero esta maldita actualidad se empeña en ir tan de bólido que se lo come todo en horas. Se muere Miguel Boyer, con lo que él fue, nada menos que superministro de Economía en el primer gobierno de Felipe González, y las portadas apenas le hacen hueco porque los pulsos entre Mas y Rajoy acaparan el grueso de los titulares. Emilio Botín e Isidoro Álvarez tuvieron algo más de suerte, pero aquel baboseo que le prodigaron los medios a los presidentes del Santander y de El Corte Inglés tras su muerte apenas duró un par de días. Son muchas las cosas que pasan a la vez, y demasiado rápido.

En menos de una semana han dimitido el ministro de Justicia y el director general de RTVE, el presidente catalán firma la convocatoria de consulta para el 9-N, el gobierno del PP la recurre, el Tribunal Constitucional la suspende, los presupuestos de 2015 llegan al Congreso... Todo tan intenso y de tal enjundia que no es solo que no haya sitio para alabar como se merecen a los prohombres que se van muriendo sino que temas que, sin discusión alguna, deberían estar presentes en planillos y escaletas, desaparecen "providencialmente", mira tú por dónde, de las primeras páginas y de las aperturas de los informativos.

La actualidad manda, es la explicación de los redactores jefes. Pero eso no cuela. Hasta que haya desenlace, yo quiero saber qué está pasando con los escandalosos casos de corrupción que a día de hoy permanecen abiertos en tantos juzgados españoles. No quiero que la actualidad mande tanto que acabe tapándome la corrupción ni olvidándose de sus protagonistas. 

No hay excusa para no dotar a los escándalos de corrupción de toda la cancha informativa que precisan. Los medios tenemos que ocuparnos de los chorizos y sus desmanes mucho más de lo que lo hacemos. Hemos de satisfacer esa demanda y no bajar la guardia ante la corrupción ni un solo segundo. Ayuntamientos, comunidades autónomas, diputaciones, partidos políticos, sindicatos... demasiadas instituciones y demasiada gente pringada. El hedor a corrupción es tal que no se puede admitir que haya medios que anden silbando y mirando al tendido. Ya sé que el pulso Mas-Rajoy o los presupuestos generales del Estado son asuntos de primera línea, pero la corrupción no puede desaparecer de los periódicos, las radios y las teles ni un solo día.

Me parece inadmisible lo poco que estamos hablando del expolio al que la familia Pujol ha sometido durante tantos años a Cataluña. Me parece impresentable la escasa repercusión de la comparecencia de antiguo "honorable" contando un cuento chino en el Parlament que no se lo cree ni él, me escandaliza la aparente resignación con que aceptamos que los presuntos ladrones campen por sus respetos y me perturba que pase casi desapercibida una elocuente frase que Artur Mas pronunció durante la entrevista que TV3 le realizó el mismo día en que firmó la convocatoria para la consulta del 9 de noviembre.

"¿Que si estoy limpio de corrupción? Yo creo que sí. Puede ser que haya tenido algún fallo alguna vez, como todo el mundo", dijo Mas textualmente.

"Fallo". Le llamó fallo a la corrupción y añadió: "...como todo el mundo". Se trataba de una inquietante reflexión que vino a rematar la amenaza de su padre político el día anterior en sede parlamentaria: "...Si removéis las ramas del árbol, no sólo caerá aquella rama de allí. Caerán todas". No se puede levantar pedal ante la corrupción. Ni un solo día. Por muy lenta que vaya la justicia y por muy remisa que se muestre la Fiscalía a la hora de empurar a sus protagonistas. 

Yo no sé vosotros, pero a mí me interesa estar al tanto de las andanzas de Cristina de Borbón y su marido, de Bárcenas, de Gürtel, de la corrupción valenciana, de la andaluza, la madrileña, la gallega... Que no pase un solo día sin que sientan nuestros alientos sobre sus nucas. Que no tengan descanso hasta que sean juzgados ni hasta que, si son condenados, acaben pagando por ello y devuelvan todo lo que robaron..

J.T.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Tve continúa cavando su propia fosa


Minutos antes de marcharse a China Rajoy decidió hablar con los periodistas, esta vez sin plasma por medio y, como solía hacer el teniente Colombo en su célebre serie televisiva, se guardó el asunto con más enjundia para el momento en que ya tenía puesto prácticamente un pie en el avión:
- Por cierto, chicos, una cosa más: esto… que eso de la ley del aborto, que he pensado que me voy a cargar el proyecto. Total, si hay que legislar se legisla, pero legislar pa ná es tontería.
No eran todavía las dos de la tarde cuando esto ocurría y en Televisión Española, para cuyo informativo faltaba aún bastante más de una hora, solo tuvieron tiempo los pobres de meter el total y unas colas, pero nada de pieza sobre el asunto ni tampoco pudieron, qué estrés, profundizar sobre la posición en que quedaba el todavía ministro de Justicia tras la sangrante y flagrante desautorización de su jefe.
¿Directo desde el ministerio de Justicia? ¡Anda ya! eso sería apostar por el periodismo, y en los telediarios hace mucho tiempo que a quien intenta hacer periodismo le ponen la cruz o lo mandan a galeras.
- Encima que tienen el privilegio de trabajar donde trabajan, que son nada menos que redactores de Televisión Española, con lo que eso mola, además de eso se empeñan en hacer periodismo, debió comentar Somoano con sus comisarios políticos, esa cohorte que le rodea y que, a medida que transcurren los meses, aumenta en número sin explicación plausible y sin vergüenza alguna.
Así que transgredieron sin pudor uno de los principios más elementales del oficio, acudir a donde se produce la noticia, y se tomaron su tiempo para mandar a alguien al ministerio de Justicia a ver qué pasaba por allí. ¿Consecuencia? Al canal24 horas acabó pillándole el toro cuando, a las cinco y media de la tarde bien pasadas, Alberto Ruiz Gallardón hacía pública su dimisión. Se comieron con patatas el inicio de la comparecencia e hicieron, una vez más, un espantoso ridículo.

¿Fue mala suerte? ¿Fue casualidad? No. Fueron fallos técnicos, es verdad, pero fallos producto de una decisión política: la de no enviar los medios adecuados con el tiempo suficiente porque, al igual que Rajoy lo había soltado así, como de pasada, había que dotar a la información sobre la despedida de Gallardón del perfil más bajo posible. Una vez neutralizada la comparecencia en el Congreso del todavía ministro obligándole a dimitir un día antes, ahora se trataba de escatimarle relevancia al asunto.
Una muesca más en la pistola de las fechorías de Somoano y sus chicos desde que el PP acabó con el modelo de consenso para elegir cargos pactado con el anterior gobierno socialista, un acuerdo que estuvo vigente hasta que Rajoy y los suyos se lo cargaron. Por la noche los informativos en general abrieron con los insultos de los cavernarios ante la sede pepera en la calle Génova, cabreados ellos porque su ansiada ley para restringir el aborto había pasado a mejor vida ¿Lo contó Televisión Española? Por supuesto que no.
Cualquiera en sus cabales se preguntará cómo es posible tanta torpeza. ¿Acaso los responsables de TVE no ven -se puede uno plantear- que la audiencia está ya en el ocho o el nueve por ciento y que continúa bajando camino del desastre absoluto? Claro que lo ven y que lo saben, pero les da exactamente igual. A ellos y a sus jefes de Génova. Lo único que les importa es insuflar su doctrina sectaria, triunfalista y manipuladora. ¿Que eso expulsa a los espectadores y que acaban quedando los incondicionales y cuatro escasos gatos más? No parece que importe mucho.
- Es que no puede ser, Mariano, le dicen en el partido -y se lo dicen, no me lo invento-. Es que parece como si la tele no fuera nuestra. Encima de que no la ve nadie, no nos podemos permitir siquiera el lujo de contar las cosas como a nosotros nos da la gana. Y van y te hablan de criterios periodísticos, de información equilibrada… Pero vamos a ver, a esos que gestionan la tele, ¿no los hemos puesto nosotros? Pues que se dejen de mariconadas.
Nunca tienen suficiente. Siempre les parece poco. Quieren más propaganda, más genuflexiones, más incienso, más caña a los catalanes, a los socialistas, a Rosa Díez y al mundo mundial. ¿Podemos? A esos ni agua. Ninguneo a tope y si no hay más remedio que sacar un total, colocamos a Floriano detrás poniéndolos a parir y punto. ¡Que es nuestro chiringuito, coño, tanto cachondeo ya!
- No queremos acabar como Telemadrid, gritan los currantes de TVE mientras preparan movilizaciones, reivindican la dignidad de su oficio y denuncian la manipulación de los comisarios políticos que les han colocado como jefes, muchos de ellos procedentes precisamente de la televisión autonómica madrileña.
Y así, de tropelía en tropelía, avanzan camino del desastre final. Ahora necesitan 150 millones para que el déficit no los empiece a devorar sin remedio. Pero parece que Montoro no está muy dispuesto a asumir el coste político que supone soltarle a Echenique esa pasta gansa para lo que considera un pozo sin fondo. Una ruina.
J.T.

jueves, 18 de septiembre de 2014

El PSOE apuesta por la telebasura

La irrupción telefónica presuntamente espontánea que Pedro Sánchez protagonizó este miércoles en "Sálvame" ha servido entre otras cosas para proporcionar a este presunto programa televisivo una aureola de reconocimiento que no se merece en absoluto. Yo no pensaba terciar en este asunto, pero tras veinticuatro horas escuchando barbaridades he llegado a la conclusión de que también tengo derecho a expresar las mías.

La célebre, y a mi juicio desafortunada, llamadita no debería apartar el foco de lo sustancial, algo que casi todos los medios han dejado de lado a la hora de hacerse eco de la anécdota. Y lo sustancial es que ese espacio en el que Sánchez se puso a hablar contra los toros para rescatar el voto de su presentador es uno de los estandartes de la telebasura de este país. Telebasura, sí; no programa de entretenimiento como de pronto han empezado a llamar a este vergonzoso patio de vecinos y vecinas donde todo el mundo grita y se insulta a propósito de la nimiedad más anodina protagonizada por gentes cuya vida personal al parecer interesa, inexplicable y lamentablemente, a una numerosa audiencia. 

Dicen que la desesperación es enemiga de la prudencia y Sánchez, la verdad, da la impresión de estar bastante desesperado. Necesita darse a conocer sí o sí y... como si de un Jimmy Jump se tratase, 
parece decidido a aparecer allá donde encuentre un hueco que pueda proporcionarle una mínima notoriedad. Jump, aquel célebre intruso con barretina, ¿recuerdan?, solía escoger escenarios de tronío para sus irrupciones: los premios Goya, la Fórmula Uno, el festival de Eurovisión... pero Sánchez no parece dispuesto a hacerle asquitos a nada: la España de Belén Esteban y de Kiko Rivera está llena de presuntos votantes a los que no dejar escapar y si para eso hay que llamar a "Sálvame", se llama a "Sálvame". La guerra es la guerra.

- Yo te aseguro, Jorge Javier, que no me verás nunca en una corrida de toros. Y eso del toro de la Vega, apenas gobierne acabo con el asunto, te lo prometo.

- Vale, te devuelvo mi voto, Pedro. Pero vigilaré de cerca.

En el mundo del periodismo del corazón, a quien no entra en el juego se le suele dejar en paz. Hay muchos famosos para quienes su intimidad y su vida privada no son negociables y se mantienen de por vida fuera de ese circuito. Otros acceden amablemente de manera ocasional y marcan límites. Luego existe una tercera categoría: la de los que cobran por aparecer y contar sus cosas. Quienes entran en esa dinámica quedan atrapados y acaban siendo pasto de la telebasura más despiadada. Sánchez llamó a Telecinco para contar sus cosas, recuperar el voto de Vázquez y de paso intentar ganar algunos más. Una manera distinta de cobrar, pero un cobro al fin y al cabo.  

Imaginándome estoy el ataque de celos de Toñi Moreno, con su flamante programa en la Uno a la misma hora, suspirando ingenua por una llamada de Sánchez (ella igual ignora que sus jefes la censurarían). O a Juan y Medio con sus abuelitos casaderos en Canal Sur, preguntándose qué tendrá Jorge Javier que no tenga él. 
Como se ponga de moda, vamos a tener a todos los presentadores de la tele intentando buscarle las cosquillas a Pedro Sánchez a ver si acaba picándose, los llama por teléfono, les hace una promesa de esas que antes se hacían en los mítines e incluso en el parlamento, y de paso les sube la audiencia. Porque todos se sentirán con derecho. ¿Acaso ese tipo de llamadas sorpresa van a ser exclusivo patrimonio de Vasile y su berlusconiano equipo?

Para mí que esto de la llamada lo ha copiado Sánchez del papa Francisco, que de vez en cuando telefonea a conventos de monjas como el de Lucena o a curas de pueblo italiano que le quieren regalar su Renault Cuatro Latas. O igual a quien quiere emular es al anterior rey, entusiasta también en sus mejores tiempos de este tipo de "espontaneidades".

Porque esa es otra: ¿fue todo espontáneo o, por el contrario, pudo existir un guión minuciosamente preparado? En televisión, y más en un programa en directo donde los realizadores se ponen de los nervios si todo no está previsto en la escaleta, las casualidades son muy difíciles. Y que el resultado salga tan redondo, más difícil todavía. Para "Sálvame" fue un verdadero pelotazo. Para el PSOE, una apuesta a cara o cruz. Son pocas las apuestas que no contienen un importante componente de cálculo. Ellos sabrán. 

Creo que le estamos haciendo un favor dando por supuesto que aparecer en un programa de telebasura fue producto del azar. Ahora bien, tanto si fue casualidad como si estuvo diseñado al milímetro, imagino que a Sánchez y a su equipo no se les escapa que eligieron para condenar brutalidades el tipo de programa televisivo que más embrutece.

J.T.
 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

El periodismo y "la otra cara de la luna"


Queridos becarios recién llegados a esto de la información y a los que de vez en cuando dedico alguna de las entradas en mi blog. Permitidme hoy que vuelva de nuevo a las andadas con otra de mis reflexiones sobre nuestro oficio:

Periodismo es, queridos amigos, buscar "la otra cara de la luna"

Justo lo contrario de lo que hacen los periódicos de este país cuando se muere un banquero o un preboste de grandes almacenes. 

Justo lo contrario de lo que practican aquellos cuya manera de abordar la información los convierte de facto en portavoces de uno u otro partido político.

Justo lo contrario de lo que hacen tantos medios cuya supervivencia depende de las subvenciones de la autonomía, la diputación o el ayuntamiento de turno.

Periodismo es, queridos como decía George Orwell, molestar al poder. Cuando el poder está contento con la actuación del periodista, entonces éste debe hacérselo mirar porque lo que está haciendo no es periodismo: es propaganda.

Periodismo es contar historias, no opinar sobre las historias.

Periodismo es dirigirse a la inteligencia de quien te lee y no insultarla con textos manipulados ni titulares valorativos.

Quien busca "la otra cara de la luna" en periodismo no suele tener una vida cómoda, pero es que informar honestamente suele ser, por lo general, muy incómodo. Si buscáis comodidad, os habéis equivocado de oficio, a menos que queráis pareceros a aquellos que a diario prostituyen su esencia.

El periodismo será eterno porque eterna será la necesidad de contar con quien explique justo lo contrario de lo que suele explicarse. Lo he dicho ya otras muchas veces: la esencia del periodismo es tocar las narices.

Fuera ya los periodistas que escriben al dictado
Fuera ya los periodistas vendidos
Fuera ya los periodistas comisarios políticos
Fuera ya los periodistas con miedo a los comisarios políticos
Fuera ya los trepas, aquellos que utilizan este oficio como palanca de prosperidad 
Fuera ya los periodistas que aceptan prebendas
Fuera ya los periodistas que piensan antes en sus intereses que en los de los lectores

El periodismo en este país necesita un profundo, intenso y rotundo lavado de cara. Desprende un agudo tufo a servilismo, genuflexión y mamoneo. Con la inaceptable excusa de que "de algo hay que vivir", muchas de sus vacas sagradas y menos sagradas llevan décadas vendiéndose al esponsor de turno, al gobierno de turno, al partido político o la institución pública de turno. O lo que es peor, confundiéndose con ellos en próspera simbiosis hasta tal extremo que resulta muy difícil discernir en su trabajo dónde termina la política y dónde empieza la información o viceversa.

¡Basta ya! Si en la política de este país hace falta una revolución, no te digo ya en el periodismo.

Nuestra obligación, amigos periodistas que empezáis en esto, es buscar las miserias y denunciarlas. Enseñar, al desnudo, "la otra cara de la luna". Y momentos como el que estamos viviendo son claramente propicios para ponernos a ello de una puñetera vez.

¿Seremos capaces de aprovechar esta ocasión o nos pasará como a los políticos, que no queremos enterarnos de que el cuento del que hemos vivido casi cuarenta años ya no da más de sí?

J.T.


viernes, 12 de septiembre de 2014

El robo debe continuar

Me van ustedes a tener que perdonar el desahogo, pero llego al fin de semana literalmente hasta las narices de tanto turiferario, tanto pelotas y tanta plañidera impresentable como he tenido que tragarme en los periódicos, las radios y las televisiones tras la muerte de Emilio Botín.
Era claramente previsible, pero la cansina elevación a los altares del fallecido presidente del Banco de Santander ha conseguido superar todas las expectativas. Las portadas de este jueves en, prácticamente, toda la prensa del país, quedarán para la historia del periodismo como una de las mayores vergüenzas del oficio y como el mejor ejemplo para que cualquier profesor de esta materia pueda explicar gráficamente a sus alumnos el clima de desinformación, baboseo y obscenos lametones en el que se movía buena parte del mundo de la información en España durante el año 2014. Para que catedráticos y conferenciantes puedan aclarar con suma facilidad qué es lo que no hay que hacer cuando queremos hacer periodismo.
Si a algún ingenuo le quedaba alguna duda sobre en manos de quién está la propiedad de un sustancioso porcentaje de los medios de este país, no tiene más que buscar las portadas de este jueves 11 de septiembre, donde se daba cuenta de la muerte de Emilio Botín.Tras estudiar y analizar esas primeras páginas, “Público” difundió ese mismo día un informe titulado “Botín o la hagiografía nacional”, un pormenorizado repaso en el que, a medida que avanzas en su lectura, mayor es la vergüenza que sientes ante el sonrojante y granado florilegio de halagos que llegaron a prodigarle a quien, hasta el día anterior, había sido el verdadero “masca” de los medios en España.
“Emperador de la banca”
“Un gran innovador”
“Banquero prudente y empresario audaz”
“Un hombre comprometido”
Estos cuatro titulares y otros muchos igual de vergonzosos aparecieron en el diario “El País” a las pocas horas de la muerte de su egregio benefactor. Pero“El Mundo” no se quedó atrás en tan rastrero pulso y decidió darle voz a un escogido manojo de estómagos agradecidos que, por supuesto, no escatimaron ditirambos:
“Motor de expansión”
“Un empresario irrepetible”
“Figura clave”
“Hombre de visión y gran banquero”
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De “ABC” y “La Razón”…. ya ni hablamos. Por supuesto, en ninguno de ellos, ni una palabra sobre losvalores Santander, un producto tan canalla como las preferentes y con cuya adquisición se arruinaron miles de ahorradores, la mayoría de ellos jubilados; tampoco una sola insinuación sobre los millones en Suiza… Con la coartada de que ese día no tocaba y que lo importante era el dolor de la familia Botín y la dimensión histórica del personaje, acabaron con las existencias de las fábricas de jabón.
¿Hace falta recordar, como se hacía en el informe de “Público“, que “el banco de Santander es accionista de Vocento -editora de ABC y de los principales medios regionales como El Correo- así como de El País?? ¿Hace falta añadir que la empresa editora de El Mundo -Unidad Editorial, propiedad de los italianos de RCS- está en conversaciones con Vocento en aras a una hipotética integración”? Pues dicho y añadido queda.
Sí, señores. Emilio Botín era el puto amo. Como desde el miércoles por la tarde lo es, su hija Ana Patricia. El robo debe continuar. Los desahucios, por supuesto, también. Y los periódicos, a menos que hagamos algo para evitarlo, seguirán mintiendo, halagando al poderoso -ahora poderosa- y contando, abajo y en página par como mucho, algunos de los numerosos dramas humanos que causa a diario la implacable y depredadora actuación de estos vocacionales del beneficio.

jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Quién llora a Emilio Botín?


El rey de la previsión, el pionero en poner en marcha en la banca técnicas innovadoras para sacarnos mejor los cuartos, el amo entre los amos de este país no parece que tuviera prevista su propia muerte. A juzgar por el desarrollo de los acontecimientos, todo parece indicar que Emilio Botín, dueño de los hilos que hasta ayer movían la actuación de buena parte de nuestros gobernantes, había perdido la perspectiva y olvidado que era mortal. 

Un infarto ha acabado con la vida de la persona que administraba importantes cuotas de poder en varios países europeos y americanos... y también cuentas corrientes en algún que otros paraíso fiscal. A juzgar por el frío comunicado del banco que presidía y por el desconcierto generalizado que parece palparse en aquellos negocios en los que tocaba tantas de sus teclas, el presidente del Santander no tenía previsto, ni por asomos, abandonar tan pronto este mundo. 

Deja Botín, eso sí, una bien nutrida cohorte de agradecidos: esos partidos políticos cuyas deudas fueron una y otra vez condonadas, esos políticos profesionales de las "puertas giratorias" y mimados en tantos consejos de administración donde "don Emilio" tenía influencia, esos medios de comunicación serviles ante sus instrucciones y ciegos ante sus desmanes, esos otros banqueros delincuentes a quienes siempre trató como un padre, ese Corte Inglés a cuyo rescate salió quedándose con su servicio de tarjetas de crédito, esos comprensivos jueces que pasaron por alto tantos de sus pecadillos, ese Alfredo Sáenz para quien consiguió el indulto de zetapé... 

Tanto estómago agradecido hará todo lo posible para que estos días se hable lo menos posible de sus tropelías. Comparada con el predicamento de tanto pelota, la fuerza de las miles de familias que el Banco de Santander ha desahuciado sin piedad alguna en los últimos años es prácticamente nula.

Lloran en la Fórmula Uno y lloran en la troika. Lloran en los paraísos fiscales, lloran los banqueros alemanes y lloran sus múltiples paniaguados, tan acostumbrados durante tantos años a hacerle la pelota sin parar al desaparecido preboste, que ahora habrán de ensayar a fondo durante días hasta conseguir postrarse ante la heredera con la misma destreza, desvergüenza e impudor que durante décadas lo hicieron ante su padre. 

La segunda semana de septiembre ha empezado fina: el martes 9 dimite Ana Botella; el miércoles 10 muere Emilio Botín. La verdad es que estos de Podemos no paran de hacer estragos.

J.T.

domingo, 7 de septiembre de 2014

El mundo en cifras



Hay datos que conviene refrescar de vez en cuando para que no se nos olviden nunca, como que Hitler, Stalin y Mussolini estuvieron nominados para el premio Nobel de la Paz y que Ghandi se murió sin haber obtenido el galardón. Y hay cifras que hablan por sí solas, como algunas de las que aparecen en la revista económica alemana "brand eins", una publicación que he conocido gracias a mi hija mayor, Patricia, que ha aparecido en casa estos días con el ejemplar del pasado mes de agosto.

En la página 8, firmadas por Holger Frölich, aparecen 10 "estadísticas" tan diferentes entre sí como, a mi juicio, elocuentes e ilustrativas. Con la ayuda de mi hija en la traducción, me he permitido ampliarlas con datos de nuestro país. Aquí está el resultado:


1. Lenguas oficiales

Número de Estados miembro de la ONU: 193
Número de lenguas oficiales de la ONU: 6
Número de Estados miembro de la Unión Europea: 28
Número de lenguas oficiales de la Unión Europea: 24

2. Nobel de la Paz

Número de nominaciones al Premio Nobel de la Paz de Adolf Hitler: 1
De Joseph Stalin: 2
De Benito Mussolini: 1
Mahatma Gandhi obtuvo 5 nominaciones, pero nunca consiguió el premio

3. El dinero de la guerra

Gasto militar anual de Estados Unidos: 600 mil millones de dólares
Gasto militar anual de Rusia, China e Irán: 198 mil millones de dólares

4. El "encierro" del fundador de Wikileaks

Superficie de la habitación que Julian Assange ocupa desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres: 20 metros cuadrados
Coste anual de la comida de Julian Assange: 11.276 euros
Coste diario de la vigilancia de Julian Assange por parte de la policía británica: 13.760 euros

5. La inmigración en Europa

Porcentaje de extranjeros en España sobre el total de la población en 2012: 12,1
En 2013: 11,7
En 2014: 10,7
Número de extranjeros sobre el total de la población de Alemania en 2012: 9,1%
En 2013: 9,3
Porcentaje de extranjeros en Luxemburgo en el año 2012: 43,8

6.  Delincuencia

Número de presos en Estados Unidos por cada 100.000 habitantes: 710
En Alemania: 79
En Turquía:179
En España:147

7. Misterios aéreos

Número de aviones con más de 14 pasajeros a bordo desaparecidos desde 1948: 83

8. Finanzas

Número de habitantes en el distrito financiero de Londres (City of London): 7.400
Número de personas que trabajan allí: 360.000

9. La hegemonía de Google

Duración de la caída parcial o total de todos los servicios de Google el 17 de agosto de 2013: 5 minutos


Descenso del tráfico mundial de Internet durante ese espacio de tiempo: 40 por ciento

10. Sin internet no somos nadie

Velocidad media de conexión a Internet en Corea del Sur, en megabits por segundo: 23,6 (primera del ranking mundial)
En Estados Unidos: 10,5
En Alemania: 8,1
En España: 7,2 (puesto número 32 del ranking mundial)

J.T.