domingo, 25 de julio de 2010

Efluvios marbellíes en El Ejido


En Marbella a Jesús Gil le perdió ser un outsider.

El problema no fue su ordinariez, ni su caradura, ni siquiera su inaguantable desfachatez. El problema fue que, sin pertenecer a ningún gran partido, Gil no se conformó con ser alcalde de Marbella sino que osó desplegar sus tentáculos y meter las narices en municipios como Estepona, Ronda, La Línea... y hasta ¡Ceuta y Melilla!


Jesús Gil

Cuando en Melilla su hombre de paja allí se atrevió en 1999 a apoyar a un árabe para la alcaldía, ya fueron abiertamente a por él. En Ceuta y Melilla fue donde Jesús Gil cavó su fosa política.

En El Ejido, a Juan Enciso le tienen ganas desde hace años. Mientras gobernaba como miembro del PP, todo iba miel sobre hojuelas: Hiciera lo que hiciera. Xenófobo, arisco y mal encarado, Enciso lo fue los catorce años que gobernó como alcalde del Partido Popular y los cuatro largos años que, trena incluida, lleva ya de por libre.


Juan Enciso

Pero desde que osó desmarcarse, firmó su sentencia de muerte y comenzó su lento pero inexorable descenso a los infiernos.

Si Enciso es corrupto o no, si se lo ha llevado más o menos calentito, es algo que en su día se dictaminará. A nadie le extraña que eso sea factible, como ocurría en Marbella.

Pero me vais a permitir que siempre me quede la duda de si se le habría metido mano también de una manera tan aparatosa en el caso de que no se hubiera desmarcado y continuara en el redil, en su partido de siempre.

J.T.

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