jueves, 29 de septiembre de 2016

Una sublevación chapucera

Como los sublevados no las tienen todas consigo, a la hora de dar la cara le han dejado el papelón a actores secundarios.
– La máxima autoridad en el Partido Socialista, les guste o no a algunos, soy yo.
Verónica Pérez vivía la mañana de este jueves, a las puertas de Ferraz, el momento de gloria más sonado de su vida. Patético, pero indiscutible momento de gloria. Mandará mucho, pero no le hicieron ni caso y la presidenta de la mesa del Comité Federal se tuvo que volver a los atascos madrileños con el rabo entre las piernas.
Tan famoso como Verónica se ha hecho también en veinticuatro horas Antonio Pradas, encargado de presentar, la tarde de este miércoles en el registro de la sede federal, el documento con las firmas de los diecisiete rebeldes y acto seguido pasearse por radios y televisiones para quejarse de que no le habían dejado entrar en su despacho de número tres del PSOE ni para recoger la foto de su hijo.
Para tener detrás a Felipe, Zapatero, Puig, Page, Bono, Varas, Madina, Rubalcaba y El País entre otros muchos conspiradores, la verdad es que el pronunciamiento de la tarde del 28 de septiembre les ha salido un poco chapuza a los diecisiete y sus muñidores. Susana Díaz, presunto elefante blanco, parece que está y además se le espera, pero continúa amagando sin acabar de rematar la faena.
Mentir, apuñalar, traicionar, ese es el denominador común de las tragedias griegas y de los dramas de Shakespeare, ahí se encierran desde hace siglos los mejores retratos de la condición humana: ambiciones, pasiones, envidias, celos, venganzas… y una clave fundamental: la soberbia. ¿Fue quizás la soberbia la causa del determinante lloriqueo de Felipe en la Ser?
Me ha engañado, Pepa, Pedro me ha engañado. Me dijo que se abstendría en segunda votación y no lo ha hecho.
Mintió tanto en su vida (Otan; dos por el precio de uno; jamás se me ocurriría fundar el Gal…) que bastaba fijarse en él para aprender. Y eso, fijarse bien en Felipe, parece que es lo que debió hacer en sus años jóvenes Pedro Sánchez, quien ahora lo ha llevado al huerto, Y eso, el otrora Gran Timonel chino no lo puede soportar. Como un Boabdil cualquiera, se pone a llorar por las esquinas. Un llanto emocionado y tan contagioso, que actuó como detonante hasta el punto que en pocas horas ya sobraban voluntarios para sublevarse. Una florida macedonia de frutas con todos ya sin careta y dispuestos a lo que hiciera falta. Todos, menos el ariete con el parecen estar de acuerdo para derribar la puerta del castillo. Susana sigue y sigue mareando la perdiz, sin precipitarse, como le enseñaron a hacer desde pequeñita sus mentores Luis Pizarro y Gaspar Zarrías, los principales artífices de todos los juegos sucios merced a los cuales el PSOE lleva casi cuarenta años seguidos gobernando Andalucía.
Cuando todavía no habían echado de Cuatro a Jesús Cintora, un buen día coincidieron en directo a través de dúplex Alberto Garzón, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, este último a punto de convertirse en Secretario General del PSOE. Iglesias y Garzón criticaron duramente a Felipe González en aquel debate y a Pedro Sánchez le faltó tiempo para saltar:
– Bromas todas las que queráis, pero con Felipe González un poquito de por favor, ¿eh?, dijo textualmente.
Vistos los últimos acontecimientos, parece ser que el cuento ha cambiado un poquito, ¿no?. Claro que, si nos dejamos ilustrar por los clásicos griegos y los dramas de Shakespeare, igual los cuchillos estaban ya por aquel entonces afilándose en las trastiendas.
Ahí seguirán, los cuchillos… y sus dueños, tapados mientras no vean las cosas suficientemente claras, y entretenidos ahora al parecer buscando agujas de coser en tan revuelto y revoltoso pajar. Ya han conseguido diecisiete voluntarios para quemarse en la primera entrega de esta historia. Solo les falta redondear la faena con el próximo episodio de la serie: la abstención de al menos once sublevados para investir a Rajoy antes del 30 de Octubre. Tampoco les faltarán voluntarios dispuestos a inmolarse. Lo que haga falta con tal de saborear unos minutos de gloria. ¡Quién me iba a decir a mí que llegaría un día en que Pedro Sánchez me iba a caer simpático!
J.T.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Griñán y Chaves

Ahora que llevan unos días, pocos, en segundo plano, voy a hablar yo de ellos: durante bastantes años, más de doce, pude tratar con cierta frecuencia a Manuel Chaves y José Antonio -Pepe- Griñán. Durante mi etapa de corresponsal de CNN+ en Andalucía, tuve siempre una relación cordial con los dos. Me tocó entrevistarlos muchas veces y ese trato periódico -antes, durante y después de las entrevistas- me permitió, creo, extraer datos suficientes para hacerme una idea de la personalidad de ambos.

El único defecto, si se le puede llamar así, de Chaves, es ser más bien soso y algo estirao. Resultaba complicado sacarle una sonrisa en el día a día aunque hubo una vez, durante una comida junto a mis compañeros José María Izquierdo y Javier Casqueiro, en que pude conocer al Manolo relajado y sonriente que por lo visto Chaves suele llevar dentro, aunque tan escondido que no lo sacaba ni en la Feria, cuando aparecía los miércoles por la caseta de la Ser. Pepe Griñán me caía mejor, sobre todo cuando se arrancaba y se ponía a cantar fragmentos de ópera con cualquier pretexto. Eso en sus tiempos de consejero, porque ya como presidente recuerdo un viaje con él a Marruecos en el que andaba el hombre todo el día con aire más bien ensimismado y circunspecto. Yo creo que mantenía una relación de amor-odio con el ejercicio de la política, y a veces daba la impresión de estar preguntándose qué puñetas hacía él metido en tamaño sarao.

Una de dos: o han sabido engañarme muy bien, a mí y a otros muchos durante mucho tiempo, o ninguno de los dos es un delincuente. Ni presuntos ni leches. No lo son, y punto. Con la autoridad moral que entiendo me da no haberles dorado nunca la píldora y haber denunciado en múltiples ocasiones lo nefasto que me parece que en la Junta de Andalucía no se haya producido aún ningún tipo de alternancia política desde que llegó la democracia, quiero manifestar aquí que no me parece justo lo que les está pasando a Chaves y a Griñán. No entiendo el débil apoyo público que les están dispensando sus (antiguos) compañeros de partido, empezando por una Susana Díaz que, es bueno recordarlo, llegó a presidenta de la Junta puesta a dedo por Griñán. Se conoce que la hoy temida baronesa debió cogerle gusto al sistema "digital" y quizás pueda ser esa la razón por la que no le haría asquitos a sentarse en el sillón de Secretaria General de su partido en Ferraz de una manera parecida. 

No entiendo el silencio de quienes saben que ni Chaves ni Griñán son Jordi Pujol precisamente, aunque igual me han engañado tan bien que un buen día aparecen por ahí cuentas off shore con treinta años de antigüedad, pero no creo. Como no creo que lo piense tampoco nadie que les haya tratado, y me atrevo a incluir aquí también a sus adversarios políticos… y mediáticos.

¿Hicieron algo mal Chaves y Griñán? Por supuesto que sí. Decidieron eliminar trabas burocráticas para acudir en ayuda de los expedientes de regulación de empleo que muchas grandes empresas estaban llevando a cabo en Andalucía durante la primera década de este siglo. Compraban así paz social. A ese procedimiento se le llamó "transferencias de financiación" y fue tramitado, y aprobado, en el Parlamento andaluz. Así que, siguiendo la lógica por la que se ha procesado a Chaves, Griñán y con ellos a una veintena larga de cargos públicos más, igual tendrían que haber encausado también a todos los gobiernos andaluces en pleno habidos durante doce años. Y a todos los parlamentarios que aprobaron ese sistema. A todos.

¿Tienen responsabilidad Chaves y Griñán? Por supuesto que sí: no haberse enterado de la cantidad de sinvergüenzas que trincaron pasta merced a la ausencia de control de un dinero destinado a pagar jubilaciones anticipadas. Tienen responsabilidad por no haber sabido, o no haber querido saber, la de buitres que revoloteaban en torno suyo a cuenta de esa pasta: subordinados malversadores y prevaricadores, sinvergüenzas y cocainómanos, compañías de seguros, sindicalistas y ladrones varios tan largos de lengua como cortos de mente, y hábiles para meter la mano allá donde veían dinero con menos control oficial del recomendable. Gentes que distrajeron más de cien millones de euros que nunca se usaron para los fines para los que se había librado una partida que en total acabó superando los ochocientos.

La mayor parte de ese dinero, cuyas cifras hay costumbre de manejar en las informaciones con más desahogo y ligereza que rigor y exactitud, se empleó en pagar jubilaciones anticipadas a muchos trabajadores víctimas de Eres salvajes. Es cierto que una parte se la quedaron varias docenas de sinvergüenzas, pero me cuesta mucho creer que entre ellos se encuentren Manuel Chaves o Pepe Griñán. Al margen de la responsabilidad legal que los jueces acaben decidiendo que tuvieron o no, no entiendo que nadie salga al paso del linchamiento al que llevan siendo sometidos tanto tiempo, aunque esta última semana la cosa esté más tranquila. No entiendo tanto silencio, tampoco el de los propios afectados.

J.T.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Esa maravillosa sintonía entre "El Mundo" y "El País"


elpais-751


Me encanta la desprejuiciada sintonía que de un tiempo a esta parte exhiben, parece que orgullosos, dos periódicos de papel antaño tan antagónicos -¿o nunca lo fueron tanto?- como El Mundo y El País. Este viernes 23, por tercera vez en menos de un mes, sus aperturas en primera página trataban el mismo tema utilizando prácticamente los mismos términos:
elmundo-751– “Sánchez, dispuesto a uncongreso parahacerse fuerte en el cargo”, titulaba El País
– “Sánchez, dispuesto a forzar un congreso para blindarse”, escribía El Mundo
Y este sábado 24 volvieron ¡oh, casualidad! a coincidir:
Titular en primera de El País: “Los líderes del PSOE harán frente al plan de Sánchez
Titular en primera de El Mundo: “Los barones se movilizan para frenar los planes de Sánchez
elpais-750¿No es maravilloso? Me encanta la diversificación de la oferta en los quioscos. Si no nos formamos nuestra propia opinión contrastando versiones es porque no queremos, que en las redacciones bien que se esfuerzan, los pobres. En las salas de máquinas de esos tebeos a los que todavía algunos denominan periódicos, como ABC ó La Razón, también andan de los nervios por la preocupante “deriva” del líder socialista y este viernes aportaban, cómo no, sus siempre impagables granitos de arena a esta llamada de socorro coral y casi unánime.
elmundo-750– “Sánchez planea blindarse con una consulta a la militancia el 23 de Octubre”, alertaba el ABC
– “Sánchez busca la “vía 170” con los soberanistas para un pacto “anti-Rajoy”, proclamaba La Razón el viernes, para redondear el sábado titulando que “Los barones vetarán a Sánchez la “vía 170″ con los independentistas”
Lo nombran secretario general y encima va el tío y quiere ejercer el cargo, ¿a quién se le ocurre?  Solo les ha faltado decir algo así. Y además este Pedro, el muy cabezón, lo quiere ejercer en contra de lo que a nosotros nos interesa. Pero ¡qué se habrá creído!, ¿qué es eso de consultar a la militancia? “Parece olvidar los intereses de España —e incluso los de su propio partido— para centrarse en su pura supervivencia” se podía leer este viernes en El País, en un editorial que remataba con esta frase: “Hay que convocar un congreso, sí; pero no para apuntalar al secretario general de cara a otras elecciones. Primero hay que evitar esas terceras elecciones dejando que gobierne el partido más votado, y luego emprender la refundación de un PSOE capaz de volver a ilusionar a los españoles con el proyecto socialdemócrata y europeísta que le hizo grande”. ¡Que vuelva el bipartidismo ya, que nos estamos empezando a acojonar!, les ha faltado decir.
abc-750¡Que vienen los malos, que llega el apocalipsis, que este insensato de Sánchez es capaz de buscarnos la ruina pactando con esa “patulea“, con esa “basura“, términos textuales empleados por Carlos Herrera -el que faltaba para el duro- en su matutina soflama de este viernes en la cadena de radio propiedad de la santa iglesia católica y apostólica. ¡Removámonos todos, realicemos nosotros mismos el esfuerzo redentor! “Resulta evidente -se podía leer en el editorial de El Mundo de este viernes- que (Pedro Sánchez) está tentado de llegar a La Moncloa aupado en fuerzas que no creen en la unidad nacional. De llevarlo a cabo, sería desastroso para su partido y para España”.
Todos preocupados por el PSOE, todos preocupados por España, ¿serán cínicos? Solo les preocupa lo que les ha preocupado siempre: sus propios traseros, tan larga y excelentemente bien aposentados gracias al bendito bipartidismo que dios guarde muchos años. En América no se habla de otra cosa que no sea la mala cabeza de Pedro Sánchez, que no deja gobernar a la derecha, según nos contaba El País el jueves con generoso despliegue de medios, y en Europa están que no duermen según ABC (La peor apuesta de Sánchez”, sentenciaba en su editorial de este viernes) y La Razón, para quien todo lo que no sea un gobierno PP, pone en peligro en Plan de Estabilidad de la Eurozona.
larazon-750¡Que nos gobiernen Errejones, Iglesias y Rufianes! ¿cabe más felicidad? se preguntaba Herrera este viernes con ese tono perdonavidas y presuntamente gracioso que le caracteriza. Pues sí, amigo Carlos, cabe la felicidad de ver cómo Rajoy y su cohorte de corruptos pierden el blindaje del poder y, sin plasmas ni televisiones públicas manipuladas, se ven obligados a rendir cuentas y responder donde corresponda por todos los desastres que han organizado durante los últimos cinco años; cabe la felicidad de que, aquellos que representan a quienes no quieren que Rajoy continúe en la Moncloa, esos a los que llamáis basura y patulea, intenten algo distinto para que disminuya la desigualdad y que los que no se presentan a las elecciones dejen de ser los amos del cotarro. Cabe la misma felicidad que están viviendo esas ciudades donde ya no gobierna el PP desde el verano de 2015 y lo hacen, con probada competencia y buenos resultados a pesar de la virulencia de los ataques, los llamados ayuntamientos del cambio. Esos ayuntamientos a los que le vaticinasteis la ruina y desde el minuto uno no habéis escatimado esfuerzos por hundirlos.
No se ha hundido el mundo, no han llegado las siete plagas de Egipto, más bien al contrario. Nada de eso ha ocurrido, ni tampoco ocurrirá si llegara a darse esa mágica conjunción astral que permitiera en España un gobierno del cambio. Con tanta pelea en la izquierda nadie lo diría, pero a juzgar por el despliegue armamentístico de los guardianes del calabozo -por tierra, mar, aire, televisión y periódicos- , está claro que no las tienen todas consigo, que no se fían y que admiten la posibilidad de un acuerdo que pudiera hacerles perder el poder. Saben, por experiencia, que nunca se puede decir “fú” hasta que no pasa el último gato.
J.T.





jueves, 15 de septiembre de 2016

¡Menudo otoño nos espera!

Como si se tratara de fichas de dominó situadas en vertical una detrás de la otra, parece que las piezas empiezan a caer tras el primer empujón. Empujón suave, eso sí, pero suficiente. Empujón tardío porque no había manera de que el dedo que todo lo señala terminara de decidirse. No le quedó otra a Rajoy quien, con todo el dolor de su alma, tuvo que dejar caer a su incondicional José Manuel Soria. La siguiente ficha, Rita Barberá, era una pieza de caza mayor. El martes 13 de septiembre se conoció que el Tribunal Supremo la investigará por el supuesto blanqueo del PP valenciano así que... segunda ficha de dominó al suelo. Rita tenía que caer sí o sí, pero hasta que no supo que sería expulsada del PP si no dimitía, la ex alcaldesa de Valencia aguantó el pulso. Se rindió tras una tensa llamada de Cospedal pero solo a medias, porque devolverá su carnet número tres, con antigüedad de los tiempos de Alianza Popular, pero se atrincherará en el Senado -"el escaño es míííío"- aunque eso conlleve sentarse en el Grupo Mixto junto a los representantes de EH Bildu y Compromís. El aforamiento es el aforamiento. Como los niños cuando juegan al escondite y consiguen gritar "¡Casa!" para evitar que los atrapen.

Más fichas: Rodrigo Rato, otrora vicepresidente del reino de España, empieza a desfilar por los juzgados para responder de sus muchas y todavía presuntas irregularidades. Esta vez tenía que justificar la contratación de un cuñado para Bankia con un sueldo más que generoso, casi medio millón de euros al año; Jaume Matas, en su día ex ministro con Aznar y más tarde presidente de la autonomía balear, ya sabe lo que es la cárcel y no quiere volver a ella. Para evitarlo está dispuesto a cantar, una detrás de otra, todas las óperas de Verdi si es preciso, así que ha pactado con el fiscal confesar sus delitos a cambio de no ir a prisión de nuevo. Para ello testificará que recogió un sobre en Génova con instrucciones para amañar la adjudicación del Gran Hospital de Baleares. Y ahí aparece el nombre de Javier Arenas, hasta ahora de perfil, ¿otra nueva ficha? ¿Y de Guindos, se salvará? Su patética comparecencia en Comisión Parlamentaria para explicar el caso Soria, amañada por un árbitro casero llamado Ana Pastor, lo dejó claramente en evidencia, aunque de momento haya evitado tener que dar explicaciones en un Pleno a los 350 diputados del Congreso.

Al mismo tiempo que todo esto ocurría, esta semana frenética nos regalaba una mosqueante marcha atrás de Luis Bárcenas a las puertas del comienzo del juicio del caso Gürtel, fijado para el próximo 4 de octubre. El tesorero pepero, en un súbito ataque de generosidad, ha decidido retirar la acusación por la destrucción de sus ordenadores. Por otra parte su antecesor, Álvaro Lapuerta, ha quedado fuera del juicio por "demencia sobrevenida", algo que también hemos conocido esta semana.

Más: este jueves se ha levantado el secreto de sumario del caso "Taula", ya saben: aquel que destapó en Valencia Marcos Benavent, el autodenominado "yonkie del dinero" que ahora va de místico, y vuelven a saltar los nombres de Francisco Camps y Alfonso Rus entre otros muchos, además de conocerse que el PP llegó a manejar hasta cinco cajas B diferentes...

De fondo, las elecciones gallegas y vascas con sus candidatos Feijóo y Alonso cabreados por el daño que todo esto les puede llegar a hacer a sus expectativas de voto el próximo día 25. Así que a palos están los unos con los otros. Pero a palos están también los socialistas por tierra, mar y twitter, que ya que no consiguen hacer sangre en Ferraz, pues la hacen en las redes.

¿Suficiente? ¡Qué va, ni mucho menos! Queda más madera. Este jueves día 15 hemos conocido también que el fiscal pide para el ex presidente de la Junta José Antonio Griñán seis años de prisión y treinta de inhabilitación por un delito continuado de malversación y otro de prevaricación en el caso de los ERE; cárcel también pide la fiscalía para cuatro ex consejeros: ocho años para José Antonio Viera, Antonio Fernández y Francisco Vallejo y seis para Carmen Martínez Aguayo. El delito que se les imputa a todos ellos; malversación de caudales públicos. Al expresidente Manuel Chaves se le piden diez años de inhabilitación por prevaricación.

Cuesta llevar el hilo, ¿verdad? ¡Y todavía no ha llegado el otoño! A la espera de las múltiples comparecencias en los juzgados anunciadas para este trimestre que ahora empieza; a la espera, no nos olvidemos, de la sentencia de Urdangarín, Torres, la infanta y compañía; a la espera de los resultados de las elecciones vascas y gallegas, y de lo que vaya sucediendo en Catalunya... las encuestas anuncian que, si hay terceras elecciones, los resultados variarán más bien poco. ¿Cómo desatascamos esto?

J.T.

martes, 13 de septiembre de 2016

Sobre la película de Roldán y Paesa


Quien a partir del próximo 23 de septiembre, fecha prevista para su estreno en salas de cine, decida ver "El hombre de las mil caras" sin conocer de antemano los hechos en que está basada la película, tendrá la impresión de asistir a una historia imposible por lo fantástica y exagerada que llega a parecer en algún momento. Que la policía española acompañe al siniestro ex espía Francisco Paesa hasta la misma puerta de la embajada de Laos en París y éste, tras entrar solo en el edificio se limite a preguntar por los lavabos, saque allí de su portafolios un tampón con tinta verde y unos documentos de extradición firmados previamente por el ministerio español del Interior, y falsifique descaradamente la firma y el sello de Laos sin que quienes le iban a pagar 300 millones de pesetas por entregar a Luis Roldán intuyan el engaño, suena a auténtico cachondeo. Como tantas otras escenas del film, se trata de una recreación cinematográfica de Alberto Rodríguez y Rafael Cobos, pero se ajusta bastante a lo que sucedió en realidad.

Que al estafador la jugada le saliera bien y que tras el timo estuviera ni más ni menos que la extradición de un ladrón español que había sido director general de la Guardia Civil y a quien el gobierno de su país quería apresar vivo o muerto donde quiera que estuviera, refuerza la impresión de estar presenciando la historia de un guionista y un director propietarios de una imaginación prodigiosa. La tienen, pero aquí no les hizo falta: el relato está basado en hechos completamente reales.

Ese guión hace ya más de veinte años que figura, marcado a fuego para siempre, en la historia de España. En el transcurrir de unos años negros y trepidantes en los que cada mañana nos desayunábamos con historias de policías y ladrones, a cuál más inquietante y escandalosa. No es que se pueda decir que hayamos mejorado mucho con el paso del tiempo, pero lo que Alberto Rodríguez, director de "El hombre de las mil caras", nos cuenta que ocurría en la España de los noventa ayuda a entender muchas cosas de las que aún continúan sucediendo en 2016. "Thriller de tramposos e impostores", lo ha subtitulado.

Aunque se presenta este sábado 17 en el Festival de Cine de San Sebastián, he tenido el privilegio de haber visto ya la película, basada en un libro de mi amigo Manuel Cerdán cuya primera edición se publicó hace diez años, y me alegro por dos cosas: por lo que significa de reconocimiento al documentado trabajo de mi viejo colega y porque creo que es bueno que la historia de Roldán y Paesa no se olvide jamás. Todo lo que se narra en el film es sobradamente conocido, la fuga de Roldán cuando iba a ser llamado a declarar, su misteriosa reaparición tras diez meses en paradero desconocido, el papel que jugó el ex espía Paesa durante el tiempo en que el ex director general de la Guardia Civil anduvo desaparecido, la rocambolesca entrega-detención del prófugo en el aeropuerto de Bangkok, capital de Tailandia, el doble juego del hombre de las mil caras, que por un lado engaña a Roldán y se apropia del dinero que éste había acumulado procedente de comisiones ilegales de obras y de fondos reservados (1.500 millones de pesetas) y por otro le cobra 300 millones más a Belloch, ministro de Interior y Justicia con Felipe González, a cambio de traicionar a su protegido...


Es conocido, sí, que el famoso sinvergüenza Francisco Paesa, a quien en la película da vida el actor Eduard Fernández,  nunca pisó la cárcel y que llegó incluso a simular una muerte falsa pero aún así, el trepidante ritmo con el que está contada la historia hace que nos vuelva a interesar casi como si no la conociéramos. Aquellos acontecimientos ocuparon decenas de primeras páginas en los periódicos españoles y extranjeros, y abrieron muchos informativos de radio y televisión. Los seguimos durante meses, durante años incluso, incrédulos y escandalizados. Ahora, al verlos resumidos en una película de dos horas, parece como si fuera imposible que todo eso hubiera podido llegar a suceder.

Sorprende constatar, por mucho que conozcamos la historia, que con la manera chapucera de desenvolverse que tenía Paesa, éste fuese capaz de tener en vilo a todo un país durante casi un año dejando además en ridículo a los servicios secretos españoles, al gobierno y a las fuerzas de seguridad del Estado. Roldán nunca estuvo en Laos, pero Paesa nos hizo creer a todos, empezando por el gobierno español, que era ese país quien lo extraditaba y accedía a entregar al fugado en el aeropuerto de la capital de Thailandia, cuando en realidad mercenarios pagados por Paesa lo tenían escondido en un barrio de París. Nos hizo creer que un falso militar laosiano al que bautizó como capitán Khan -pitorreo puro- en homenaje a un célebre personaje televisivo de los programas infantiles de los sesenta llamado el capitán Tan, estaba al frente de la operación: en realidad se trataba de un conocido suyo, cocinero vietnamita en París, al que pagó  por prestarse al juego. Y redondeó la faena porque contaba con la fidelidad de un piloto aéreo, que fue quien trasladó a Roldán (Carlos Santos) hasta Bangkok con documentación falsa. Piloto que en la ficción encarna José Coronado y bajo cuyo punto de vista está contada la historia.

El guión de Cobos y Rodríguez, que como ya hemos dicho no se ajusta a la realidad en todos sus detalles, transmite sin embargo con mucha fidelidad la atmósfera del momento y el ambiente en el que se movían los personajes. A Cerdán, autor del libro en el que se inspiran, le parece bien el trabajo resultante. A los extranjeros y a quienes por edad no conozcan la historia de aquellos dos pícaros españoles de finales del siglo veinte llamados Roldán y Paesa, este nuevo trabajo de Alberto Rodríguez, como siempre ocurre con las películas del director andaluz, les permitirá aprender y ayudará a pensar.

J.T.


sábado, 10 de septiembre de 2016

La semana del machismo

Hasta este viernes solo había una mujer con el grado de teniente coronel que estuviera al frente de una unidad operativa del ejército español. Desde este fin semana ya son... ¡dos! La primera promoción en la que se permitieron incorporaciones femeninas al ejército fue en 1988. Veintiocho años después, solo doce soldados de cada cien son mujeres. En la carrera judicial, las mujeres son ya el 52 por ciento, y si hablamos de jueces menores de cincuenta años, el porcentaje supera el 62. Pues bien, la foto de la inauguración del año judicial continúa rebosando testosterona por mayoría aplastante. De cada cien españoles con estudios universitarios, cincuenta y siete son mujeres. En cambio, ocupan apenas el 20 por ciento de las plazas de profesorado y, según nos cuenta Laura Freixas, solo hay una mujer que sea rectora de universidad.
Y así podríamos continuar hasta el infinito, cuando finaliza una atropellada semana en la que la realidad continúa certificándonos, para nuestra vergüenza, el impresentable machismo que aún llevamos dentro. En un campo de fútbol de la provincia de Tarragona, un espectador enfadado con una decisión arbitral de Marta Galego, la mandó a gritos “a fregar los platos”. La jueza interpelada no dudó en detener inmediatamente el partido que disputaban los equipos de la UE Valls y Cambrils, y el encuentro no continuó hasta que el grosero fue expulsado del campo.
En Madrid, a las puertas del Centro Comercial Moraleja Green, un estresado ejecutivo se dirigía este miércoles, acelerado, a la parada de taxis. No toma el primero de la fila, a cuyo volante espera una mujer, y se encamina hacia el segundo. Se equivoca, el otro coche está primero, le dice el taxista situado en segundo lugar. Ya, le contesta el presunto cliente, pero es que voy mal de tiempo para coger el AVE y las mujeres conducen más lento…. Debió perder el AVE , porque ni el segundo taxista ni los demás compañeros de parada accedieron a realizar el servicio. El machista amenazó con llamar a la policia. Llame, llame, le contestaron los conductores, no caerá esa breva. Hasta que se marchó avergonzado, con el rabo entre las piernas.
En Madrid, también esta misma semana, dos cargos políticos femeninos, la portavoz del ayuntamiento de la capital y una de las diputadas de la Comunidad en el Congreso convocan a los medios, junto a otros compañeros, para hacer pública una nueva sensibilidad política dentro de Podemos. Se llaman Rita Maestre y Tania Sánchez pero los medios de la caverna, y no sólo los de la caverna, pasan de lo que tienen que contar y se empeñan en resaltar, por encima de cualquier otra consideración, su condición de exparejas de Iñigo Errejón y Pablo Iglesias respectivamente.
Rita y Tania se han cansado y han explotado: “La política no es el cortijo de los hombres, las mujeres no venimos de invitadas, somos protagonistas…” han escrito en las redes. Pero es inútil. En la política, la universidad, la judicatura, incluso en el ejército, las mujeres van subiendo peldaños, pero ni por asomos consiguen situarse en el nivel de igualdad que les corresponde. Imperdonables los años de retraso que llevamos. En periodismo ni hablamos, todas las redacciones atestadas de mujeres y poquísimas en los sillones directivos, aunque en Público tenemos la suerte de contar, desde comienzos de mes, con una de ellas: mi admirada Ana Pardo de Vera, a quien aprovecho para felicitar también públicamente.
Aunque cuenten con la complicidad de todos los que luchamos para acabar de una puñetera vez con la discriminación por razones de sexo, abrirse paso entre tanta hostilidad continúa suponiendo un esfuerzo añadido para las mujeres. Y mucho más, creo para las que apuestan por abrirse camino en mundos como el del taxi o el del fútbol. Ahí sí que la presencia femenina pierde por goleada en las estadísticas. Lo que quiere decir que perdemos todos, porque mientras haya quien insulte en los campos de fútbol o se niegue a tomar un taxi conducido por una mujer, la responsabilidad de que eso suceda será de todos. Y de todas.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

¿Podría el “caso Soria” acabar con Rajoy?

La provocación que supuso proponer a José Manuel Soria para director ejecutivo del Banco Mundial no fue una equivocación más de Mariano y sus muchachos, porque el asunto lleva ya camino de acabar convirtiéndose en La Gran Equivocación. Cinco años mintiendo como bellacos, tratándonos como tontos y administrando el poder como si el país fuera un cortijo privado a su entera disposición, y mira tú por dónde lo que puede acabar con Rajoy va a ser esta “tontería” con trazas de bola de nieve.
Porque tontería fue el momento escogido para el anuncio, justo al final del fallido debate de investidura, tontería las burdas explicaciones posteriores de Rajoy y de Guindos, – “decisión técnica y no política”, “si un funcionario no puede ser funcionario,entonces… ¿esto qué es?”- y tontería también fue, sin duda, no abandonar la soberbia ni la chulería cuando por fin entendieron que no tenían más remedio que dar marcha atrás.
Una tontería que en el Partido Popular ha puesto de los nervios a mucha gente y ha roto el tradicional cierre de filas en torno al hierático líder. Demasiado cachondeo ya, incluso para la ilustres tragaderas de sus señorías peperas. Tras los cabreos públicos expresados en días anteriores por Feijóo, Cifuentes, Monago, Herrera, Moreno y compañía, y una vez tomada la decisión de obligar a Soria a quitarse de enmedio, hacía gracia escuchar la mañana de este miércoles a Jesús Posada afirmar que la rectificación “es la mejor solución posible y lo mejor para todos”, a Andrea Levy asegurar que “lo importante es que al final las cosas se han hecho acertadamente”, o a Javier Maroto recurrir al “rectificar es de sabios” añadiendo además, sin asomo de rubor, que “cuando uno toma una decisión, la recapacita y rectifica y, además, lo hace en la buena dirección, hay que aplaudirlo”. ¡Ahí queda eso!
El “affaire” Soria tiene pinta de bola de nieve porque, si en el horizonte hubiera podido existir la remota posibilidad de contar con once abstenciones en octubre para hacer presidente a Rajoy, ¿quién va a ser ahora en el PSOE, después de la última gamberrada rajoyniana el guapo, o la guapa, que va a atreverse a proponer echarle una mano al PP? Los de Ciudadanos, por su parte, están que se suben por las paredes porque se les ha quedado cara de tontos y lo saben. “Hay algunos que no tienen remedio”, comentó Rivera cuando se enteró de lo de Soria el viernes por la tarde tras la sesión de no-investidura, apenas una hora después de haber sido víctima de la mala educación de Rafael Hernando y sin haber tenido la oportunidad de contestarle.
En resumen, que la tontería Soria ha destrozado cualquier expectativa de posibles apoyos para octubre y que, llegados a este punto, parece difícil que todo continúe como hasta ahora. La capacidad de aguante de Rajoy empieza a agotar la paciencia de sus todavía leales compañeros de partido, y la hipótesis de que no sea el actual presidente en funciones quien encabece las listas si hay terceras elecciones parece que empieza a ser plausible.
A pesar de lo acostumbrados que están a mentir y hacer siempre lo que les ha dado la gana sin que nunca pase nada, esta vez parece que no ha colado. Un retiro dorado más, como los de Wert, Ana Mato o Cañete, pues va a ser que no. Al vaso de las provocaciones ya no le caben más desvergüenzas y se ha desbordado. Para Rajoy y para el PP, el “affaire” Soria puede que no haya sido simplemente una equivocación más. Puede que acabe convirtiéndose en “La Gran Equivocación”.


J.T.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Soria le pone precio a su silencio

Hace falta tener la cara de cemento armado. Gamberradas como la del caso Soria recuerdan a los chistes de Jaimito, aunque no quiero situar este asunto en el terreno de la travesura o la pillería, porque eso sería hacerles al Partido Popular y al Gobierno un favor que no se merecen. Que el ministerio de Economía haya propuesto al mentiroso José Manuel Soria para la dirección ejecutiva del Banco Mundial es una provocación que linda con el recochineo, la desconsideración y la chulería. Y qué me dicen de la alevosía añadida, hacer pública la propuesta a los pocos minutos de finalizar el fallido debate de investidura del pasado viernes.

Quien hasta el día 15 de abril de 2016 fuera ministro de Industria, Energía y Turismo del gobierno de Rajoy y se viera obligado a dimitir -cuando quedó demostrado que había mentido al afirmar que nunca tuvo firma en una empresa domiciliada en paraíso fiscal-, cobrará a partir de noviembre en su nuevo trabajo 226.500 euros anuales ¡después de impuestos! Esto sí que es una indemnización en diferido que ríete tú de las puertas giratorias. Casi 20.000 euros al mes limpios, insisto. Mas dietas, viajes y demás prebendas. Un escándalo más, una desvergüenza más, una prueba más de que Rajoy y los suyos continúan actuando como dueños absolutos de unas instituciones que tutelan en funciones. Pero el carácter provisional de sus cargos parece que se las trae al pairo.

Aún así, algunos miembros del Partido Popular están que se suben por las paredes: Con las elecciones gallegas ahí mismo, a Feijóo el asunto Soria le ha sentado como una patada en la entrepierna; en Euskadi Borja Sémper, también metido ya en precampaña, ha mostrado su disgusto y cuestionado “la idoneidad” de Soria para el cargo “por muy preparado que esté”: para el presidente del PP de Burgos la promoción del ex ministro es “simplemente inapropiada”…

¿Le buscamos posible explicación? Vamos a ver, repasemos: ¿quiénes han conformado durante los últimos cinco años el entorno de confianza más próximo a Rajoy? Ana Pastor, Margallo, Fernández Díaz, José Manuel Soria... Lo de éste último viene de lejos. En 1995, el ahora polémico ex ministro había ayudado a poner orden a Rajoy en el PP de Canarias y desde entonces se hicieron buenos amigos; en el Congreso valenciano del PP del año 2008, cuando Aguirre, Aznar y compañía querían acabar para siempre con Mariano, el hoy todavía presidente del gobierno contó, además de con el apoyo de los valencianos, con la incondicional complicidad de José Manuel Soria, que fue quien se encargó de redactar la ponencia política de un crispado cónclave que acabaría ganando Mariano.

Leyendo los periódicos de estos días, allegados y adversarios de Rajoy recuerdan en sus comentarios y columnas que el todavía presidente en funciones está en deuda con Soria y no podía negarle el favor que le ha pedido. Se hacen eco de su enfrentamiento con Montoro por el caso Abengoa, de sus reticencias a permitir la fusión de Antena Tres y la Sexta, opción que patrocinaba la mismísima Soraya SS… La lealtad y sintonía de Soria con Rajoy eran tales que el amigo canario llegó incluso a figurar en las quinielas de posibles candidatos a liderar el PP cuando se celebrara el próximo congreso.

“Es una decisión técnica y no política”, ha dicho Luis de Guindos, responsable del ministerio que ha propuesto a Soria para ser uno de los 25 presidentes ejecutivos del Banco Mundial durante los próximos dos años. Como Técnico Comercial del Estado por oposición que es, el “mentiroso de Jersey” parece que tiene derecho a optar a esa plaza, para la que cuenta con méritos y currículum suficientes, según la ´comisión que ha evaluado su solicitud. No era el único con méritos, también estaba Álvaro Nadal, en su día número dos de Soria en el ministerio. Pero, ¡oh, casualidad, el bueno de Nadal ha retirado su candidatura. “Si un funcionario no puede ser funcionario, entonces… ¿esto qué es?”, se ha preguntado desde Hangzhou un trémulo y arisco Rajoy, sin duda contrariado por las adversidades que sufre su amigo Soria, quien desde el día que dimitió, hace ya casi cinco meses, no ha abierto la boca. Hay silencios que valen oro.

J.T.

Publicado en "Confidencial Andaluz"

jueves, 1 de septiembre de 2016

Pamplona y las tumbas de Mola y Sanjurjo

Pasan los años y ahí sigue, en pleno centro de Pamplona, visible prácticamente desde todos los ángulos de la ciudad. Ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo el monumento de “Navarra a sus muertos en la Cruzada”, una agresiva e insolente construcción que alberga los esqueletos de insignes pertenecientes al bando vencedor de la guerra civil. Entre ellos dos fascistas first class:Emilio Mola Vidal y José Sanjurjo Sacanell, dos golpistas vocacionales con vidas paralelas. Africanistas, profesionales de la sublevación y la crueldad, grandes ambiciosos, con dotes de liderazgo y organización, y adictos al placer que proporciona la potestad de mandar y ser obedecidos. Mola nació en Cuba y Sanjurjo en Pamplona, pero su primer destino como teniente fue Cuba. Pelín gafes ambos, eso sí, porque los dos la liaron parda y a los dos acabó saliéndoles el tiro por la culata.
Emilio Mola fue el diseñador del aquel desastre de golpe de Estado del 36 que acabaría desembocando en sangrienta guerra civil. El considerado “director” del “glorioso alzamiento” resultó ser un chapuzas. Y su todavía compañero de tumba, José Sanjurjo, no se le quedó atrás: sus veleidades golpistas le habían llevado a encabezar en 1932 un pronunciamiento que fue un rotundo fracaso. Lo condenaron a muerte, le conmutaron la pena por cadena perpetua y aunque no le permitieron regresar al ejército, al año siguiente lo amnistiaron y se marchó a Portugal, al exilio. Debió pensar que era un hombre de suerte y volvió a tentar al destino con 64 años: en el golpe de julio del 36 sería el jefe del gobierno militar, pero no. Decididamente era gafe, o vaya usted a saber, pero el caso es que la avioneta que acudió el 20 de julio a Estoril para trasladarlo a Burgos se estrelló al poco de despegar y Sanjurjo nunca pudo llegar a ponerse al frente de los golpistas.
Para continuar con los paralelismos, a Mola solo le quedaba estrellarse también en un accidente de avión. Lo conseguiría en cuestión de meses: el 3 de junio del 37, cuando viajaba desde Vitoria al frente de Valladolid, el avión que lo transportaba se estrelló, dicen que por culpa del temporal, en la montaña de un pueblo de Burgos llamado Alcocero. Tenía 50 años. Las dos muertes beneficiaron a Francisco Franco: pista libre para el golpista de El Ferrol, quien desde entonces lideró el fratricidio sin que nadie de su bando osara cuestionar sus decisiones.
Ni Mola ni Sanjurjo supieron nunca que sus espantosos sueños conseguiría acabar materializándolos aquel general bajito y de voz atiplada al que nunca
tuvieron en excesiva consideración. La “mosquita muerta”, no obstante, decidió serles agradecido una vez ganada la guerra y en 1942 ordenó levantar en Pamplona, al final de la avenida de Carlos III, el tétrico edificio que perpetuaría la memoria de sus siniestros mentores con el que intentó humillar, sin conseguirlo nunca, la dignidad del pueblo navarro.
Pero el edificio ahí sigue, míralo, míralo. Y con los restos de Mola y Sanjurjo dentro, viendo pasar el tiempo, quince meses después de la llegada a la alcaldía de Joseba Asirón. Por fin el ayuntamiento del cambio parece que se va a decidir a coger el toro por los cuernos. Ochenta años después del golpe -¡ochenta años!- y aún cogiéndosela con papel de fumar no vaya a ser que alguien se enfade. Ochenta años después y con una ley de Memoria Histórica que lleva un lustro pidiendo a gritos ser cumplida. Ochenta años después del comienzo de la guerra civil y aún recurriendo, -¿por miedo a pisar callos?- a la diplomacia de altos vuelos con la iglesia, que cuando cedió la propiedad del edificio al ayuntamiento, lo hizo con algunas condiciones… Diplomacia también con los herederos y allegados de los enterrados. Todo con vaselina, que no duela, en fin… tendrá que ser así.
En un par de meses se exhumarán los restos, la decisión municipal ya está tomada, y se cerrará el edificio. Luego se abrirá un debate para ver qué se hace con él. No se descarta la demolición.
J.T.