viernes, 28 de septiembre de 2012

La tarde del 25 de Septiembre


Tres momentos de la tarde de este martes 25S

1. Los apaleamientos de la policía a los manifestantes que intentaban rodear el Congreso de los Diputados en Madrid

2. La disolución del Parlamento de Catalunya y el anuncio de elecciones para el 25 de noviembre mientras los miembros de la Cámara autonómica eran vituperados desde el exterior

3. El contundente blindaje del Parlamento andaluz durante más de una hora en la que nadie podía entrar ni tampoco salir sólo porque poco más de mil personas protestaban fuera mientras el presidente Griñán comparecía en la comisión de los ERE

Estos tres acontecimientos, que coincidieron la tarde del martes 25  en los parlamentos catalán, andaluz y español, creo que han conseguido al menos uno de sus objetivos: cuestionar el papel de quienes, aunque nos representen legalmente, cada vez parece más claro que lo hacen con menos autoridad moral. 

"No nos representan" es ya  algo más que un mero eslogan. Es un estado de ánimo latente, y ahora patente en las manifestaciones masivas, que permite deducir que algo serio parece estar incubándose.

J.T.

lunes, 24 de septiembre de 2012

La izquierda empieza a descubrir el poder de las redes


Alguien ya dio la voz de alarma en twitter el otro día: "Cuidado con estos rojos, venía a decir, que cada vez tienen más presencia en las redes y en internet". Lo decía alguien, por supuesto, que no se consideraba "rojo".

Alguien de los que llevan años haciendo todo lo posible por reducir a la mínima expresión toda crítica. O lo que ellos llaman crítica, que en la mayor parte de los casos se limita a ser un periodismo objetivo y plural. La muerte de CNN+, sobre todo para quienes la sufrimos directamente, quizás fue el episodio más llamativo de los últimos tiempos, pero hace bastante que lleva pasando lo mismo con casi todos aquellos medios que se atreven a "sacar un poco la patita" de la crítica independiente o apuestan por un tratamiento plural de la información.

Desde hace algún tiempo ya, no pasa semana sin que te desayunes con un "ere" nuevo en algún medio de comunicación, cuando no directamente con el cierre del medio o con alguna reducción drástica de plantilla. En resumen, con menos oferta plural en los quioscos, con menos apuestas por el periodismo de investigación, con más periodismo de "corta y pega" porque los cuatro a los que no han despedido no llegan a más...

El cierre de "Público" y el desembarco en tve han venido a inclinar la balanza de la oferta en televisión, en radio y en los kioscos del lado de los mensajes de derechas, que cada vez cuentan con menos posibilidades de réplica para que los interesados por una información completa puedan contrastar e interpretar por sí mismo lo que se les cuenta.

Menos mal que, al menos de momento, nos queda internet. La fuerza de las redes sociales es imparable y sus mensajes, que se propagan como la espuma, ayudan a la izquierda a recuperar la visibilidad que le niegan los medios tradicionales.

Me atrevo a pronosticar que esto irá a más a medida que todos los ciudadanos, no sólo los más jóvenes ni los más avezados en las nuevas tecnologías, descubran esta fuerza y contribuyan a potenciarla.

Sucede con las redes sociales, y comienza a suceder también con los periódicos digitales. Hasta hace poco, ahí la derecha también ganaba por goleada. Pero parece ser que se comienza a espabilar, y ya contamos, además de con "El Plural", el más veterano, con la versión digital de "Público", "Más Público", "El Huffington Post" y el "eldiario.es", apuestas todas con una pinta excelente que permiten ser optimistas ante la desalentadora orfandad de ópticas de izquierdas detectable en el periodismo que se practica en estos momentos en España.

Como decía antes, algunos se han percatado y empiezan a dar la voz de alarma. Pero en las redes, creo y espero que no puedan. Lo creo y lo espero en nombre del equilibrio, que no de la ley del péndulo.

Gracias a las redes, quizás unos y otros descubran que lo mejor para el futuro de todos es la apuesta sin tapujos por la pluralidad, por el debate y por la búsqueda de soluciones desde la discrepancia más razonable. 

J.T.


sábado, 15 de septiembre de 2012

Nunca manifestaciones tan rotundas tuvieron coberturas tan cicateras


Digiere el gobierno este sábado la materialización que el cabreo que tenemos todos consiguió el martes en las calles de Barcelona y este sábado en las de Madrid.

No es casualidad que tanta gente tan distinta se ponga de acuerdo para manifestar un malestar y un mosqueo  alimentados por  la sospecha -para algunos, certeza- de que estamos gobernados por una colla de insensatos que huyen hacia adelante sin saber muy bien cuáles van a ser los resultados de lo que hacen, sencillamente, porque les han dicho que "hay que hacerlo" y ellos obedecen.

Y mientras digieren las dos "megamanis" de la semana, rezan a sus santos -tienen muchos- para que por algún lado se vea la punta: Venga putear argumentando que es por nuestro bien, y nuestro bien no aparece por ningún sitio por más días que pasan. Rezan por eso, por un lado, y por el otro usan el mazo del viejo refrán para ir liquidando medios de comunicación o remodelándolos a su imagen y semejanza.

Si el martes, en el Telediario de tve, la Diada fue la quinta noticia, este mediodía, el canal 24 horas "sufrió" dificultades para retransmitir la intervención de Cándido Méndez y la imagen se fue a negro en plena alocución del líder de Ugt. Un repaso por los digitales de la derecha -son la gran mayoría- nos lleva a los profesionales del periodismo al más terrible de los sonrojos.

Cada vez son más escasos los medios de comunicación aún vivos que no le bailan el agua al PP. El sueño del gobierno es que no quede ninguno que no lo haga. Y que las algarabías pasen lo más desapercibidas posible. O que ni se cuenten. A la vista de la escasa cobertura que han tenido en los medios las dos grandes manifestaciones celebradas esta semana en nuestro país, yo diría que están consiguiendo su propósito. 

Jamás manifestaciones de tan enormes proporciones tuvieron una cobertura tan tímida.

El gobierno, que aún así está acojonado, analiza los efectos de lo que ha pasado esta semana en las calles de Barcelona y Madrid. .Tomará nota, no le queda más remedio. Pero de momento va consiguiendo que nos cueste más la repercusión de las movilizaciones. Eso les alivia la presión.

Con todo lo que han hecho las organizaciones sociales en los últimos meses, con los cientos de miles de personas, más de un millón hoy, que hemos salido a protestar a las calles y a manifestar nuestra indignación, con las veces que lo hemos hecho en lo que va de año... ya hubiera sido suficiente, en un escenario mediático más libre, para que este gobierno hubiera caído. 

El gobierno no puede desoír lo que ha pasado, claro que no. Pero se puede permitir el lujo de actuar con más lentitud de la que lo haría si a la presión de la calle se sumara la repercusión mediática de esa presión. La insuficiencia de altavoces obliga a continuar incrementando esa presión callejera, aumentando la protesta. Creo que aspiran a que nos cansemos. Al más puro estilo Rajoy que tan buenos resultados le ha venido dando para sus intereses: aguantar, resistir. Con la esperanza de que nos cansemos, como decía, o de que le sdé tiempo a acabar con aquellos medios que aún informan sobre las protestas. 

En cuanto a los medios internacionales... están demasiado entretenidos con los asaltos a las sedes diplomáticas de Estados Unidos y otros países occidentales.

J.T.