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miércoles, 6 de agosto de 2014

El CIS certifica el estallido de la "burbuja" política

Los datos les explotan en la cara pero ellos siguen a lo suyo. Como si oyeran llover. Se entienden muy poco, más bien nada, pero se parecen mucho.Ya sea en catalán, ya en castellano, el idioma de Mariano Rajoy y Artur Mas en cuanto a su relación con los ciudadanos es el mismo: comparecen en público y lo único que les preocupa es hablar de su libro. A piñón. Como si no pasara nada y todo eso de la corrupción no fuera más que una mosca molesta a la que uno aparta de un manotazo cuando se pone demasiado pesada. Son los máximos responsables de dos formaciones políticas que han partido mucho bacalao en la España de los últimos treinta y bastantes años y que ahora están enfangadas en una ciénaga corrupta tan escandalosa y estridente como difícil de digerir... Pero ellos, a lo suyo.

Las comparecencias de "fin de curso político" de Mas y Rajoy, tras su diálogo de sordos del día 30, han sido tan engoladas y distantes en sus contenidos como patéticas en la búsqueda de una añeja solemnidad que ya nadie valora ni respeta. El día 1 de Agosto Rajoy, y el día 5 Mas, el tono, la puesta en escena y los tics de ambos fueron parecidos: entre nosotros no nos entendemos pero somos los mejores, lo hacemos de puta madre, nos esperan tiempos mejores todavía y hemos llegado hasta donde hemos podido, así que... nos vamos de vacaciones a la playa para celebrarlo. En septiembre, más. ¡Ea! El mundo derrumbándose y ellos vestidos de azul.

Nada les perturba, nada les inquieta, nada les amilana: ¿Consulta el 9-N? El uno que sí, el otro que no pero... ya llegará septiembre para seguir peleándonos ¿Corrupción? ¿qué coño es eso? Nosotros comparecemos para hablar de nuestro libro. Para contar lo bien que les va a ir a los ciudadanos apenas pasen unos meses...Y claro, mientras constatas la enorme dimensión de la cara dura que gastan, al final acabas pensando que tal dislate solo se puede entender si admites que tanto pp como CiU viven en otro mundo, que de tanto andar subidos al carro han acabado perdiendo la perspectiva y no tienen ni puñetera idea de lo que realmente pasa en la calle.

¿Solo pp y CiU? No sé porque Sánchez, el flamante líder del psoe, se ha lucido dibujando líneas rojas en sus primeras entrevistas a los periódicos: que si la soberanía nacional reside en el pueblo español, que si hay que garantizar el principio de igualdad de los españoles vivan donde vivan, reconocer la rica diversidad del país... Se ha herniado anunciando novedades el muchacho. Si es eso lo que vende el partido recién regenerado, menuda ruina tenemos encima.

Parece inútil esperar que cambien. Continúan enrocados en sus viejos planteamientos y en sus lujosas sedes,en sus complicados aparatos burocráticos y sus costosos mecanismos de funcionamiento... Durante lustros, el andamiaje de los partidos creció sin parar. El de todos, sin excepción. Ampliaron gastos, puestos, cometidos, liturgias y parafernalias varias. Una insostenible burbuja, otra más, que al final acabó estallando. Eso es lo que les ha pasado, que les ha estallado la burbuja política entre las manos, que ha saltado por los aires una manera caduca e ineficaz de entender y gestionar la cosa pública.

Durante casi cuarenta años han gobernado, o han ejercido la oposición, por encima de sus posibilidades. Así ha sido en el gobierno del Estado, en las autonomías, las diputaciones, los ayuntamientos... Y para equilibrar cuentas trincaban a mansalva, fueran del color o del partido que fueran. A ver, ¿quién se libra? Alguien tiene que haber, digo yo. Venga, que quien esté libre de culpa levante la mano o tire la primera piedra, lo que prefiera...

Me pregunto qué fueron antes, si incompetentes o ladrones. El caso es que ahora, con el panorama hecho unos auténticos zorros, nos toca a la ciudadanía, como sucede siempre, acudir al rescate. Con nuestra decepción, nuestro hastío, nuestra indignación... y nuestras esperanzas. La más reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) creo que es eso lo que refleja: El 86 por ciento de los ciudadanos españoles no confía en Rajoy; el 82 por ciento cree que la situación económica es mala y el 83 por ciento no cree en los políticos. Los de Podemos, sencillamente, pasaban con el cesto por ahí. Por el sitio justo en el momento exacto. A quienes promueven esta emergente formación tan mimada en las encuestas, ahora solo les falta definir qué quieren ser de mayores.

J.T.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

El talibanismo "español" contra Catalunya


Nací en Andalucía y pasé ocho años de mi vida en Catalunya, de los 17 a los 25. Ocho largos años que me ayudaron a abrirme camino en la vida y de los que conservo un excelente sabor de boca. Desde entonces han pasado 35 años más que he gastado por diversos lugares de la geografía española y en los que me ha tocado siempre lidiar con una pesada, irracional y muchas veces intolerable fobia hacia lo catalán que entra en contradicción con multitud de evidencias del día a día. 

A quienes les gusta el fútbol les he visto disfrutar y admirar el juego del Barça… pero quieren que pierda. 

La selección española de fútbol cuenta con media docena de catalanes y con tres o cuatro jugadores más del Barça, todos ellos campeones de Europa y del mundo que fueron vitoreados como héroes por las calles de Madrid tres veces en un período de cuatro años. Los adoraron sin complejos al grito de “yo soy español, español, español”… y un mes después ya estaban gritándoles “catalanes de mierda” en cualquier partido de Copa o de Liga. 

Toda España está llena de sucursales de negocios catalanes, desde compañías de seguros a franquicias de gimnasio, cuyos gerentes están encantados de comerciar con ellos… pero apenas se dan la vuelta los están poniendo a parir. 

En el mundo de las finanzas, en el del diseño, en el de los planteamientos comerciales atrevidos, en el del excursionismo, en el de las oenegés… los catalanes son copiados y admirados en toda España, aunque luego nadie parece dispuesto a reconocerlo en voz alta. 

La historia, el desarrollo y el predicamento de la industria editorial española no se entendería sin los catalanes. Evidencia incontestable que solo se reconoce en la intimidad, como Aznar cuando habla catalán. 

Los mejores motoristas y muchos de los tenistas españoles son catalanes… 

En cuanto a la política, los catalanes son los que más sentido de Estado han demostrado dotando de estabilidad gobiernos del pp o el psoe cuando éstos han buscado su apoyo. Pero siempre se les ha acusado de actuar exclusivamente en interés propio, para trincar pasta y punto. 

Es inútil. Ninguna particularidad positiva de los catalanes parece valerle a tanto “fundamentalismo español” como anda suelto por las redacciones y los mentideros políticos de este Madrid castizo y cabezón. El proceso abierto en Catalunya para poner en marcha un referéndum en el que los catalanes decidan si quieren ser independientes o no abrió hace un tiempo una inmisericorde campaña de ninguneo, criminalización y ridiculización de la que se hacen eco talibanes de todos los calibres, voltajes y pelajes. 

Valga que Marhuenda o Losantos exploten este filón para satisfacer a su fascista parroquia, pero que existan casos en los que no se pueda distinguir entre la bilis que destilan estos profesionales del integrismo y la intolerancia, y las despiadadas diatribas de muchos presumibles izquierdistas, eso sí que me parece preocupante. 

Creo que en Madrid buena parte de las gentes con sensibilidad de izquierdas han perdido la perspectiva y parecen poco dispuestas a admitir que lo que ocurre en Catalunya es perfectamente legítimo y civilizado, razonado con argumentos como los que Oriol Junqueras explicaba este martes en “Público” a Marià de Delás, entrevista que invito a leer sin perderse ni una coma. Los españoles fundamentalistas, los talibanes de la españolidad no se paran a considerar el respeto que se merece alguien que decide ejercer su derecho a discrepar. Se parece mucho a lo que ocurre en una pareja cuando uno de los dos quiere separarse y el otro no está dispuesto a admitirlo. 

Los “talibanes españoles” de izquierdas son más peligrosos que los fachas, y con el cuestionamiento y la ridiculización del derecho a decidir que a diario perpetran por tierra mar y aire refuerzan las tesis de los inmovilistas y se alinean con la cerrazón de los intolerantes. 

Yo no quiero que Catalunya se vaya de España. Si continuara empadronado en Catalunya votaría que NO a la independencia cuando se celebrara la consulta. Pero no puede ser que los corifeos madrileños, incluidos aquellos que se mueven en presumibles entornos progresistas, se dediquen a intentar desacreditar a quienes defienden una opción que deriva del pacto entre dos partidos que fueron mayoritariamente votados. 

Os lo digo de verdad, me dan menos miedo los fachas de toda la vida, porque con ellos sé a qué atenerme, que tanto “talibán” de izquierdas que no parece percatarse o no le importa, que sus invectivas contra Catalunya, llegado el caso, serían las que usarían la caverna y los inmovilistas para practicar el “tiro al catalán”. Siembran vientos que pueden acabar en tempestades ignorando y negándose a admitir que, como decía ayer Oriol Junqueras en Público los ciudadanos, a través de su voto soberano, tienen el derecho de transformar y cambiar las fronteras si esa es su voluntad. Por mucho que nos duela a los que no estamos de acuerdo con que Catalunya acabe marchándose de España.

J.T.

sábado, 5 de octubre de 2013

"Malaya" o la benevolencia con los ladrones


La corrupción marbellí es la expresión casposa y grosera de una generalizada manera de entender la gestión de lo público.

Hubo implicados en el “caso Malaya” que llegaron a utilizar bolsas de basura para esconder el producto de su rapiña, otros eran claro reflejo de la España más cañí, había también burdos trileros metidos a promotores inmobiliarios, caras habituales de la prensa del corazón y hasta ex futbolistas. 

Esa foto de todos ellos juntos mientras este viernes escuchaban la benévola sentencia es muy elocuente. Lo mejor de cada casa ahí juntito. Una colección de caraduras impresentables sabedores de que lo mejor que te puede pasar cuando te lo has llevado crudo es que, si te han de trincar, que lo hagan cuanto antes.

Estar en manos de la justicia es casi un salvoconducto. Te pones a su merced y esperas, esperas, esperas…

El asunto se desinfla, se vuelve añejo, aparecen nuevas corrupciones y escándalos todavía más gordos que hacen que los medios se olviden de lo tuyo… y así, cuando siete años y medio después llega la indulgente sentencia, la gente se ha cansado de despotricar contra ti, si es que no se ha olvidado hasta de tu cara, a pesar de que en tiempos llegaras a estar en las primeras páginas de los periódicos y en todos los programas basura y no basura de la televisión.

Como “la justicia ha hecho su trabajo”, todos contentos. Aunque los multen con menos dinero del que robaron y les condenen al mismo tiempo de cárcel que la madre que se lleva cuatro yogures sin pagar del supermercado para que su hijo no se muera de hambre.

Muchos de los condenados en el “caso Malaya” no volverán a la cárcel. El tiempo preventivo que se
tiraron entre rejas ya les cubre la pena. Y los que regresan al trullo, en unos pocos meses estarán
disfrutando de permisos de fin de semana en los que irán vaciando poco a poco las bolsas de basura que llenaron de dinero y que consiguieron salvar de la quema.

"Estoy jodido pero contento” decía Tomás Reñones al saber que le caían cuatro años. Esperaba el doble. O el triple. Como Marisol Yagüe, a quien el marrón de cuatro años debió parecerle tal minucia que no pudo evitar que la fotografiaran descojonándose a la salida de la Audiencia. O como la “aturdida” y controvertida Isabel García Marcos… Otros muchos se marchan de rositas y hasta el gran capo Juan Antonio Roca puede llorar con un ojo.

Parece como si la Audiencia Provincial de Málaga hubiera querido quitarle el trabajo al nazareno de la ciudad, que cada Semana Santa indulta a un preso.

Puede suspirar aliviado todo ese listín telefónico de presuntos corruptos que se encuentra en nuestro
país a la espera de juicio. Todos esos que nos han dejado España hecha unos zorros, los que nos han
buscado la ruina a los pringaos de a pie que, víctimas de sus robos a manos llenas, nos vemos ahora obligados a pagar los platos rotos.

Austeridad, predican los muy mamones… ¡Pero si basta con que los ladrones devuelvan lo robado! 

La deuda que actualmente tiene el ayuntamiento de Marbella es menor de lo que robaron los “malayos”. No creo que sea muy aventurado aplicar la misma regla a la deuda española. Sea en bolsas de basura o en paraísos fiscales, basta con que lo devuelvan. Ni reforma laboral, ni recortes ni
gaitas. Que devuelvan la pasta y ya verás qué pronto salimos del hoyo.

Y los ladrones, por supuesto, todos a la cárcel. Para benevolencias e indultos ya tenemos al nazareno malagueño.

J.T.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Rajoy se escaqueará todo el mes de septiembre


Llegó septiembre y nada parece que vaya a ser maravilloso, como vaticinaba la canción. Finalizó el singular paréntesis de este inquietante agosto y aquí están todos otra vez dispuestos a seguir mintiéndonos, a continuar con sus conspiraciones, sus desmentidos, sus estrategias de supervivencia, su afición por echar balones fuera y su firme determinación de no marcharse de las poltronas que ocupan ni con agua caliente.

Bárcenas continúa en Soto del Real pero Rajoy no quiere ni oír hablar de él. Algunos ministros están tentándose la ropa, aunque su jefe proclama a los cuatro vientos que está muy contento con todos. De momento, se dedica a ganar tiempo, fiel a su sempiterno y exitoso método. Al ostracismo agosteño le sucede ahora una desaforada vocación turística que le permitirá alejarse de los focos esos días en que se reanudarán los desfiles por los juzgados. 

Los muchos viajes previstos para septiembre van a permitirle a Mariano Rajoy llegar hasta octubre prácticamente desaparecido en combate, hábilmente escaqueado del incómodo día a día doméstico. Ha organizado la agenda de tal modo que va a estar casi todo el mes "de país en país y tiro porque me toca": el jueves 5 se marcha a la reunión del G20 en San Petesburgo, con lo que consigue estar missing ya en el primer consejo de ministros presuntamente comprometido. A continuación tiene previsto un paseíto por Argentina para ver si cae la breva y puede hacerse la foto porque le den a Madrid los juegos olímpicos de 2020. El día 25 probablemente asista a la Asamblea General de la ONU...

En fin: tierra por medio, pies en polvorosa para que el tiempo corra a su favor, que es a lo que Rajoy está acostumbrado. Y eso que se le ha chafado un encuentro con Xi Jinping en Pekín previsto también para este mes porque el presidente chino, versión oficial, no ha podido cuadrar la agenda para rendir la debida pleitesía a nuestro augusto mandatario.

Los días previstos para que en Andalucía haya nuevo gobierno y nueva presidenta, Mariano estará a por uvas para no perder la costumbre. Y el lunes 9, cuando se reúna el Congreso estadounidense para decidir si apoya o no la decisión de Obama de atacar Siria, ¿dónde estará Wally Rajoy? ¿Entenderá nuestro preclaro y nunca suficientemente bien ponderado mandamás que tiene algo que decir sobre el asunto? O el martes 10, ¿dónde estará Rajoy el día 10, día de Gibraltar? O el once, día de Catalunya y decimotercer aniversario del ataque a las torres gemelas de Nueva York...

Demasiados fregaos seguidos "pa su cuerpo". Demasiado trasiego para un Mariano al que solo le interesa la supervivencia, que vaya pasando el tiempo, que nos vayamos cansando de meterle caña, que las cosas languidezcan por sí solas. Pero mucho me temo que esta vez no le va a resultar tan fácil sacudirse la enorme cantidad de marrones que se le están viniendo encima. Por mucho que se esconda, tarde o temprano tendrá que dar la cara. Y ya no cuela el plasma, ni las cobardes huidas por garajes de cinco estrellas.

Esto tiene que acabar. La gente de izquierdas de este país tiene que conseguir que este otoño sea lo más caliente posible.Tiene que trabajar porque la temperatura de la indignación suba y suba. El gobierno que más ha puteado a los ciudadanos desde que recuperamos la democracia no puede continuar haciendo de su capa un sayo. Creo que la obligación ineludible de las izquierdas, de los que estamos abajo o como queramos llamarlo, es dejarse ya de marear la perdiz, unirse de una puta vez aparcando reticencias y desconfianzas y hacer frente a los desmanes del gobierno del pp para que no puedan continuar perpetrando fechorías.

El verdadero año nuevo empieza en septiembre: nuevo curso, nuevos planes, nuevos propósitos... No estaría mal que lo más prioritario entre todas las prioridades fuera ponerse a la faena para que Rajoy y sus chicos tengan que marcharse cuanto antes.

Que no pueda seguir viajando ni estirando el chicle, que se quede sin conocer al chino y que no pueda hacerse la soñada foto con el presidente de los Estados Unidos en la Casa Blanca, algo que en principio estaba previsto para el segundo semestre de este año y que los americanos van retrasando, ocupados como están en ultrajar el premio nobel de la paz. Ese galardón que, no me cabe la menor duda Obama, siendo tan decente como proclama ser, acabará devolviendo cuanto antes. 

J.T.




domingo, 4 de agosto de 2013

¡Ojo con Alfonso Alonso!


La transmutación de Alfonso Alonso, portavoz del grupo parlamentario popular en el congreso de los diputados, tiene que tener alguna explicación.

El pasado día uno actuó de palmero mayor de Rajoy y, por segunda vez en su vida parlamentaria que yo recuerde, mostró un iracundo perfil tipo doberman del que hasta entonces no habíamos tenido noticia el común de los mortales. Creo que esta "salida del armario" del pasado jueves, así como el desarrollo de la comparecencia de su jefe, se diseñaron básicamente para aplacar inquietudes en el interior de sus filas. Para que los peperos "mosqueaos" pudieran marcharse de vacaciones tranquilos tras constatar que sus perros guardianes saben morder cuando hace falta.

Los  farisaicos golpes de pecho de su jefe y el rifirrafe con Rubalcaba dejaron muy en segundo plano la estridente intervención de Alonso. Hasta tal extremo fue así, que las crónicas parlamentarias de aquel día lo ningunearon prácticamente por completo a pesar de que puso a parir a todo el mundo, nombró a ETA, repartió estopa a todos los grupos y siguió la línea de Rajoy de buscar a menudo el cuerpo a cuerpo con el psoe. Estaba claro que se trataba de una actuación "en clave interna".

El "debut con picadores" en este su nuevo estilo agrio y casi soez lo había tenido Alonso el pasado once de julio en la reunión de la Diputación Permanente del Congreso, que fue donde el pp impidió la comparecencia del presidente del gobierno para hablar del caso Bárcenas (algo que Rajoy tuvo que hacer "a rastras" 20 días después). Ese once de julio Alonso sorprendió al personal cuando arremetió "a grito pelao" contra toda la oposición, con la venas del cuello a punto de estallarle y la cara enrojecida. 

Aquel once de julio Alonso estrenó en el Parlamento el argumentario merced al cual:

1. Bárcenas, extesorero del pp, quedaba calificado de delincuente para siempre y, por tanto, expulsado oficialmente a los infiernos.
2. Lo que estaba haciendo la oposición al pedir la comparecencia de Rajoy era "apadrinar" a un inquilino de la cárcel de Soto del Real, y "plegarse" al guión diseñado por este "personaje"

Acto seguido pasó a desplegar una pesada artillería hasta entonces impropia de sus modos y maneras: 
A IU la acusó de decir "luchar contra el fraude fiscal y no pagar a la Seguridad Social", de defender "a los desahuciados pero quedarse con pisos por un precio inferior al del mercado". A ERC le espetó que "solo se sienten españoles para cobrar"; al Psoe le sacó a pasear fantasmas varios, Eres andaluces incluídos, por supuesto; A UPyD lo calificó de partido oligárquico; a Amaiur les nombraba a ETA cada dos por tres... Ni Álvarez Cascos en sus mejores tiempos, vamos. 

Como en este tipo de asuntos nada suele ocurrir por casualidad creo que Alonso, tras sus dos recientes actuaciones "estelares", tiene jugoso futuro en su partido. Hombre de confianza de Soraya, podría ser una de las estrellas emergentes llegado el momento. Y tras los ridículos tan espantosos de González Pons, Floriano o Cospedal cada vez que cualquiera de ellos abre la boca, el hueco para una nueva cara, una nueva voz y un nuevo faltón estaba ahí.

Quién lo iba a decir de aquel discreto y contemporizador alcalde de Vitoria (1999-2007) aunque sobre su actuación en esa ciudad y su manera de comportarse en política siempre ha habido opiniones para todos los gustos. 

Igual ahora, a sus 46 años, edad ideal,  ha visto la posibilidad de "tocar pelo" en breve si hacía un cursillo intensivo de agresividad. Ojo con Alfonso Alonso. Como le dijo Cayo Lara el otro día, se está ganando muy bien el sueldo... y el sobresueldo.

J.T.

lunes, 15 de abril de 2013

Hay hambre de caras nuevas, de mensajes frescos, de siglas distintas, de nuevas experiencias...


Si los miembros de la todavía existente Casa Real están haciendo todo lo posible por liquidarla ellos solitos, los políticos que calientan sillones en Consejos de Gobierno y Parlamentos varios de este país no parecen quedarse atrás a la hora de desacreditar también su propia imagen y su cada vez más escaso prestigio. Las encuestas ya le otorgan menos del cincuenta por ciento de los apoyos electorales a los dos partidos mayoritarios... ¡juntos!

Hay hambre de proyectos nuevos, de siglas distintas, de caras inéditas, de mensajes frescos; hay ganas de nuevas experiencias, de escuchar propuestas diferentes, de cerrar capítulo, de pasar página. Mientras los partidos "tradicionales" chapotean desesperados para mantenerse a flote el hueco que van dejando, enorme socavón ya, pide a gritos que venga alguien y lo rellene cuanto antes. ¿Quién será? 

Para que esta patética e incierta travesía del desierto no la acabe capitalizando un populista, es imprescindible que exista quien tire del carro cuanto antes. Al rebufo de la mágica irrupción del 15M, cercano ya su segundo aniversario, plataformas como "Afectados por la hipoteca" o "Jóvenes sin futuro" entre otras muchas han conseguido que sus mensajes y actuaciones adquieran un notable eco, seduzcan a unos y provoquen las reticencias de otros. Eso entre la izquierda. Porque en la derecha, adelantándose a la jugada por si acaso algo cuaja, se ha abierto la veda y ya van a degüello.

Pero no acaban de cuajar. El carácter asambleario que aspiran a mantener estos movimientos les impide crecer, les hace poco operativos y permite al adversario prever las jugadas. Es imprescindible que los movimientos ciudadanos que, desde sensibilidades de izquierdas, han surgido durante los dos últimos años se doten de los mejores reflejos para el combate.

Lo están poniendo en bandeja a inoperatividad de la clase política y las constantes agresiones a los más débiles por parte del gobierno Rajoy y de Europa.  Hay que recoger ese testigo. No puede ser que movimientos ciudadanos cargados de razón no acaben cuajando por cogérsela con papel de fumar cada vez que hay que tomar una decisión. No pueden acabar cayendo en lo mismos errores que los partidos políticos y demás instituciones tradicionales.

Por eso 
- Han de tener líderes, caras nuevas cuanto antes
- Han de aplicar todas las técnicas de comunicación que se sabe son efectivas
- Y lanzar cada día mensajes machacones, cortos, contundentes, que conecten con aquellos problemas del día a día que preocupan a la mayor parte de la población
- Y hay que exprimir internet hasta la extenuación

Todo ello procurando huir de dogmatismos y demás prácticas añejas que ralentizan la acción: Hay que actuar de manera urgente, rápida, eficaz y contundente.

Se puede. Y como no quieren, se debe

J.T.
Foto de Alfonso Tejada

sábado, 13 de abril de 2013

El escrache y los niños



Usar a los niños como argumento para defender tesis políticas debería estar tan prohibido como la explotación infantil.

El sesudo prócer Felipe González (a quien a pesar de tantas cosas no puedo dejar de admirar) disparó el pasado miércoles la salva inicial usando a los niños para descalificar los escraches.

La escrachada Sáenz de Santamaría se tiró en plancha a recoger tan oportuno salvavidas y rápidamente dijo que su casa era su terreno personal y el de su familia.

Me tienen harto. El PP intentando criminalizar una expresión pública de legítima defensa que es lo que son los escraches, la gente de izquierdas cogiéndosela con papel de fumar a la hora de pronunciarse sobre  ellos y algunos de los escracheadores, como el activista consorte Jorge Verstrynge, entrando al trapo y diciendo que hay más niños desahuciados que escrachados

Meter a los niños en medio de este tipo de trifulcas tendría que ser directamente denunciable. 

O los dejamos en paz o se lo contamos todo.

J.T.

lunes, 25 de marzo de 2013

La erótica del poder


El poder es más maña que fuerza. Por lo general el poderoso suele ser un personaje débil, escaso, escuchimizado, poca cosa en definitiva. Acomplejado, pero con una mala leche inversamente proporcional a su envergadura humana. El poderoso acaba siéndolo porque hubo un momento dado de su vida en que se las ingenió para hacerse temer. La conciencia de su insignificancia procuró suplirla usando armas y artimañas contundentes. 

Cuando consigue auparse al puente de mando, el poderoso suele haber dejado atrás un sobrecogedor reguero de cadáveres. Figurados, pero a veces reales. A los que acaban siendo "amados líderes" les pone mucho saberse amos y señores de los destinos de la gente, manejar a los súbditos a su antojo. Porque para ellos no son ciudadanos, trabajadores o empleados. Son súbditos, rebaño, kleenex de usar y tirar cuyas vidas y haciendas dependen de la capacidad que demuestren para rendirles pleitesía. 

El poderoso no es inmoral. No es inmoral porque es "amoral", es decir, carente por completo de moral alguna. Ni siente ni padece. Por supuesto posee características de sicópata: es simpático, hipócrita... e implacable. Seductor, buen conversador, encantador de serpientes que promete hasta que mete y una vez metido nada de lo prometido.

Quienes le rodean sobreviven porque aprenden a arrastrarse, a hacerle la pelota, a no llevar nunca la contraria al "amado líder". El que no lo hace así, va cayendo lentamente en desgracia hasta que se lo traga la tierra. A veces literalmente. Quienes componen el sanedrín de un poderoso demuestran su "inquebrantable" fidelidad comportándose con más crueldad y desprecio hacia los que tienen debajo que la que tendría el poderoso mismo.

El poderoso es cruel y le gusta. Y cuando es generoso, más vale que te des por jodido. Antes o después te reclamará el "favor". Pagarás tu precio. El poderoso es tramposo y disfruta siéndolo. Es cínico y lo saborea, se recrea en la suerte. Al poderoso le excita poderosamente el ejercicio del poder.

Por eso nunca se quiere ir. No es por dinero ni por vanidad, que también. Es porque cada mañana, cuando se levanta y se sabe con el destino de miles, millones de personas en sus manos, experimenta tanto o más placer que si estuviera echando el mayor y mejor polvo de su vida. Un orgasmo periódico, permanente, un placer que no le impide saber que, si algún día abandona el puesto su vida, su hacienda y todo lo que edificó sobre el miedo y la humillación de los demás correrá serio peligro.

J.T.

miércoles, 6 de marzo de 2013

¿Por qué los poderosos se resisten a dejar la poltrona?


La patética y oscurantista agonía y muerte de Hugo Chávez, y la poco alentadora reelección de Raúl Castro a los 82 años son casos que vienen a sumarse a la enorme retahíla de sátrapas que, a lo largo de la historia, se apalancan en el poder y se aferran a él dispuestos a morir con las botas puestas.

¡Qué difícil parece conseguir que un poderoso decida decir adiós si cuenta con alguna posibilidad de evitarlo! ¡Qué complicado resulta que quienes le rodean, quienes han prosperado con mejores o peores artes a la vera del poderoso asuman que sus privilegios tienen fecha de caducidad!

Las democracias corrigen pero no yugulan esa tendencia natural de los poderosos a no levantarse del sillón. Que se trate del sistema menos malo descubierto hasta ahora no nos libra tampoco de la perversión que encierra. Una vez en el poder, quien consigue llegar a él dedica buena parte de sus horas a maquinar para permanecer  mandando el máximo tiempo posible. Se teje así una madeja de intereses, una red clientelista que, a medida que transcurre el tiempo hace más difícil y más necesario un higiénico relevo. 

Por eso cuando no existe la limitación de mandatos, cuando no se corrige a tiempo esa tendencia, nos encontramos en todo tipo de instituciones líderes pertinaces con vocación de eternos y aparatos de poder a su alrededor dispuestos a matar con tal de no perder privilegios, con tal de no dejar ningún hueco de influencia sin rellenar ni poltrona alguna sin ocupar.

En muchos casos se trata de gente, en su día joven y honesta, que fue olvidando sus ideales a medida que las mieles del poder les iban haciendo perder la perspectiva. En otros casos se trata directamente de descarados desaprensivos. Incluso de criminales, como la historia se encarga de enseñarnos. Si pueden continuar en el carro, no se bajarán nunca de él.  Se irán haciendo viejos, ganarán peso, el poco pelo que les quede se les irá poniendo blanco y si cayeron en la tentación de hacer fortuna, se aferrarán con uñas y dientes a la continuidad como la mejor manera de evitar que acaben saliendo a la luz chanchullos, desmanes y corrupciones varias.

Mi querida amiga Nieves Concostrina nos recordaba el otro día en "La Ventana" de la Ser cómo a Rodrigo Calderón, enriquecido al abrigo del duque de Lerma, valido corrupto de Felipe III, le faltó tiempo para decir cuando supo que el rey había muerto: "Muerto soy yo también". Lerma se salvó porque se metió a cardenal y eso significaba entonces -no sé si ahora también- un seguro de vida. Pero a Calderón, como él mismo previó, lo ejecutaron públicamente en octubre de 1621 en la Plaza Mayor de Madrid.

Pues eso.

J.T.

lunes, 8 de agosto de 2011

¿Que el mundo se está hundiendo? ¡Ya me preocuparé en septiembre!


El mundo se está yendo al carajo y los despachos de los políticos, vacíos. Suenan los teléfonos en las oficicinas de los poderosos y nadie los levanta porque las secretarias y los ayudantes, los secretarios de las secretarias y las ayudantes de los ayudantes están en el chiringuito con la cerveza en la mano mientras aguardan impacientes... la ración de boquerones.

Quien tenga un problema burocrático que resolver, que espere unas semanitas: las ventanillas de atención al público no son para el verano.

¿Que la bolsa se hunde? Ya me preocuparé en septiembre
¿La prima de riesgo se dispara? Ya me preocuparé en septiembre
¿Riesgo de quiebra? ¿Amenaza de rescate? Uf, qué pereza

La Merkel, ZP, Berlusconi, Sarkozy... parecen funcionar estos días al ralentí a pesar de la que está cayendo.

Si haga lo que haga -parecen pensar- no tengo manera de atajar la ruina que tengo encima, pues haré lo que tenía planeado: tocarme los güevos las dos semanitas previstas, que hay que tomar fuerzas para la que me espera apenas vuelva.

La putada es que esta vez no es una frase hecha: el mundo se está literalmente yendo al carajo y estos cretinos están a por uvas.

Me recuerdan la historia de aquel hombre de negocios inglés que, mientras jugaba al golf un sábado por la mañana en los aledaños de su enorme mansión de fin de semana a cien kilómetros de Londres, recibió la llamada del responsable de seguridad de uno de sus múltiples negocios situados en los alrededores de la capital.

- Señor, lamento decirle que una de sus fábricas está ardiendo. Una ruina. Todo destruído.
- No me diga, contestó el acaudalado gentleman. ¡Pues vaya disgusto que me voy a llevar el lunes!

J.T.

martes, 2 de agosto de 2011

La senectud al poder


 Mariano Rajoy Brey, 56 años


Alfredo Pérez Rubalcaba, 60 años


Javier Arenas Bocanegra, 53 años


José Antonio Griñán Martínez, 65 años

Los 4 suman en total 234 años  
Edad media: 58,5 años

Barbudos, canosos, calvos, serán candidatos tras toda una vida de eternos segundos e incluso de perdedores reincidentes.

Rajoy, Rubalcaba, Arenas, Griñán... Esto es lo que ha dado de sí la cosecha de los últimos años.

Hablaba yo el otro día en este blog de lo higiénico que sería que, en todos los órdenes de la vida, en cualquier estructura de poder empresarial, social, institucional, civil o militar, quienes frisamos la sesentena nos planteáramos la conveniencia de dar un paso atrás.

De lo saludable que sería apostar por veinteañeros, treintañeros -y algún cuarentón que otro- para la primera línea de batalla. Pero está claro que pincho en hueso

Claro que si buscamos juventud en los entornos de estos tozudos prejubilables, la verdad es que no sé qué decir. Hay poco y lo que hay, al menos lo que yo conozco es, en un buen número de casos, para salir directamente corriendo. Sin parar

Pero algo habrá que hacer, ¿no? En seis meses, en Andalucía y en toda España estaremos gobernados por veteranos canosos que no se cortarán un pelo a la hora de vendernos, si se tercia,  renovación y modernidad como el que más.

El patio (plazas, rotondas y edificios emblemáticos) repleto de veinteañeros (15M) pidiendo paso, repitiendo una y otra vez que no les gusta lo que hay, que no les representan, que las cosas deberían ser de otra manera y estos barbudos, calvos y canosos... a lo suyo.

Como si oyeran llover

J.T.