domingo, 29 de enero de 2012

A propósito de la creación del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía


Ahora que el Parlamento andaluz ha dado luz verde -y por unanimidad- a la creación de un Colegio Profesional de Periodistas en nuestra Autonomía, me permito celebrarlo aquí con un decálogo de modestas propuestas a los profesionales.

1. No os fiéis nunca de los políticos. Os dorarán la píldora, pero nunca serán vuestros amigos

2. No dejéis nunca de ser incómodos. Si empiezan a miraros bien, preguntaos en qué os estáis equivocando

3. No esperéis tener nunca la vida resuelta

4. Nuestro oficio es llegar a donde suceden las cosas, verlas y acto seguido contarlas. Así que moved el culo. Nada de moquetas, ni despachos, ni ordenadores que no sean portátiles.

5. No os creáis nunca privilegiados por codearos con tirios y troyanos. Para ellos siempre seréis unos "pringaos". Y si encima os quieren invitar a comer, malo. Huid, porque ese es el momento

6. El periodista suele ser tolerado, pero pocas veces deseado

7. El periodista suele ser admitido, pero nunca solicitado, a menos que lo quieran engañar, presionar, controlar o manipular

8. Es verdad que a veces valemos más por lo que callamos que por lo que contamos. Pero nuestros silencios los administramos nosotros. Ese es nuestro patrimonio. Nadie nos puede, ni nos debe cerrar la boca

9. Sed siempre honestos y leales con vuestras fuentes

10. Y siempre, siempre también, buscadle a cualquier asunto la otra cara, como ya contaba en un post de hace dieciséis meses . Las cosas pocas veces son como nos las cuentan. Pero entre lo que nos cuentan suele ocultarse lo que realmente nos interesa. A nosotros y a los lectores, oyentes o espectadores que nos siguen.

J.T.

domingo, 22 de enero de 2012

Vosotros, los de entonces, ya no sois los mismos

En tiempos fueron humildes, pero el poder los volvió soberbios

Eran trabajadores, pero se volvieron remolones

De la tenacidad pasaron a la laxitud

De la consideración a la prepotencia

Del respeto a la desconsideración

De la incertidumbre al acomodo

Fueron hippies y se volvieron fashion

Ocurrentes hasta que se hicieron pesados

Tenaces hasta que empezaron a bajar la guardia

Resueltos hasta que se quedaron en espabilados

De peleones en la calle pasaron a pendencieros con despacho

De comedidos pasaron a incautos

De austeros a manirrotos

De inseguros a chulos

De cómplices a insolidarios

Durante mucho tiempo supieron tener los pies en el suelo. Pero un día empezaron a levitar y a perder perspectiva. Así siguen. Mandaron mucho, influyeron mucho, cambiaron muchas cosas. Si en su día llegaron a tener cerca a alguien que les recordara "que eran mortales", no parece que le hicieran mucho caso. Y así, cuando el globo empezó a desinflarse, cuando el ciclo anunciaba su ocaso, ellos se negaban a admitir la evidencia. Y así continúan.

Ahora, en un par de semanas celebran un congreso en el que se están buscando a ver si se encuentran. A ellos mismos y a los cinco millones de votos que han despilfarrado por su mala cabeza. Incondicionales que les han abandonado como si fueran el desodorante. Y claro, ahora huelen. Huelen a alcanfor y a fracaso. Ese fracaso que se obstinan en no reconocer a pesar de que cada día comprueban cómo la gente, para no cruzarse con ellos, se cambian de acera cuando les ven aproximarse.

Queridos rojos huérfanos de poder y del poder. Me parece que vosotros, los de entonces, ya no sois los mismos. Ni mucho menos.

J.T.

lunes, 16 de enero de 2012

Un amor incondicional



Decides entrar a mojar tu soledad en la barra de ese bar por el que acabas de pasar y desde que vuelves sobre tus pasos, entras y decides qué vino pides… ella ya te está mirando.

Aquí me tienes, parece decir. Sé que no bebes para olvidar, pero si recurres a mí, es seguro que no olvidarás nunca lo que ahora mismo estás pensando.

Lo que estás pensando puede ser un poema, un memorial de agravios, el esquema de un informe pendiente, una chorrada, una idea fugaz o el cálculo de lo que te queda de hipoteca. Y para todo te vale ella.

Llevas el móvil pero no es lo mismo. No encuentras con qué escribir, pero siempre tendrás a mano el bolígrafo carcomido con el que el camarero marca el 1x2 de las quinielas.

Y está ella

Ella no te abandona nunca y siempre parece como si te estuviera esperando. Ella sabe lo útil que puede llegar a serte. Sabe que es muy posible que te olvides con rapidez de su existencia y sólo vuelvas a acordarte de vuestra relación cuando llegues a tu casa y te vacíes los bolsillos.

Con ella sí, con ella te vuelcas, te desahogas y se lo cuentas todo. Y hasta se lo dejas por escrito. Escribes mientras escuchas abstraído, cual música de fondo, las por lo general insustanciales conversaciones de quienes te rodean.

Mientras vas rellenando renglones, ella recibe encantada el producto de tus reflexiones y aspira a no caer, nunca mejor dicho, en saco roto.

Ella, la servilleta de bar en la que estoy escribiendo ahora mismo, espera que aquello que desarrolles en su mínima y frágil superficie de celulosa acabes pasándolo a limpio al llegar a casa.

Pasándolo a limpio y si es posible, como estoy haciendo ya en este preciso instante, volcándolo en un blog que deje constancia de lo útil que te fue. 

J.T.

jueves, 12 de enero de 2012

La vida y la política. Diez diferencias



Si la vida es simulación, en política la simulación se convierte directamente en hipocresía

Si la vida es ir trampeando, en política esto se convierte directamente en corrupción

Si la vida es la lucha por la supervivencia, en política es canibalismo

Si la vida es competición, en política es rivalidad

Si la vida es disimular, en política es mentir

Si la vida es mentalidad práctica, en política es traición

Si la vida es mamoneo, en política es directamente cachondeo

Si la vida te obliga a soltar mentiras piadosas, la política te lleva a manipular

Si la vida es sobrevivir, la política es trepar

Si la vida es erotismo, la política es pornografía

Y como la vida es también ser prudentes, por hoy... ya me callo

J.T.

viernes, 6 de enero de 2012

Soraya y Botella




Son las dos caras "nuevas"

Son las dos chicas de moda

Las dos podrían haberse ganado la vida cantando "Un pueblo es, un pueblo es, un pueblo es...", pero optaron por la política.

La una es bajita, la otra rechoncha, y las dos comparecen impecablemente ataviadas en esas ruedas de prensa recién estrenadas que son solo el anuncio de lo que nos espera: Soraya y Botella por un tubo.

Ellas son las que nos van a sacar de pobres
Ellas son las que van a poner orden
Ellas son las que, inasequibles al desaliento, no les va a temblar el pulso cuando tengan que contarnos las peores noticias que en sus predios hayan sido
Ellas son las que, conscientes de que ha llegado su momento, no lo piensan dejar pasar
Ellas son el referente de la España que nos va a tocar a vivir al menos durante los próximos cuatro años ¡horror!

Se les percibe conscientes de la expectativa que generan. Tienen tablas, pero están como niñas con zapatos nuevos. Brillantes opositoras acostumbradas a fajarse en tribunales más decisivos para ellas que enfrentarse ahora a la luz y los taquígrafos de las comparecencias oficiales.

Vicepresidenta del gobierno de la nación la una; alcaldesa de Madrid la otra

De derechas, como dios manda. Y ahí están. Dispuestas a ponernos firmes a todos apenas nos pasemos un pelo.

Queridas amigas mías "rojas" de toda la vida: feministas, hippies y alternativas varias: ¿dónde os habéis metido? ¿me queréis decir cómo coño puedo interpretar esto que está pasándonos? ¿cómo puñetas me vacuno para lo que nos espera? 

J.T.