Intento ponerme en su lugar: desde su llamativo aplomo, el padre de la pequeña asesinada en Huelva en enero del 2008 ha debido llegar a la conclusión de que la gente de derechas va a escarmentar más y mejor al responsable de la muerte de su hija que los progres a cuyo partido él mismo pertenecía hasta la semana pasada.
El objetivo, resarcirse del dolor lo máximo posible, parece acabar situándose por encima de las ideologías.
Intento entenderlo, porque he visto muchas veces en persona a este hombre y siempre me ha impresionado su serenidad. Intento entenderlo, pero no lo consigo.
¿Es necesaria la foto? ¿O es un precio ineludible para él porque para quienes le rodean en esta insólita escena de sofá la instantánea sí que es necesaria, es decir, rentable en votos?
Juan José Cortés ha decidido permitir que la política y los políticos capitalicen su dolor argumentando que "se han juntado el hambre y las ganas de comer".
Es su decisión. Seguro que habrá calibrado los pros y los contras.
A mí no me gusta
Por cierto, ¿de qué ser reirá Arenas en la foto?
J.T.
21 de marzo 2010
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