viernes, 28 de febrero de 2014

25 deseos para Canal Sur en su 25 aniversario


1. Que algún día, antes que pasen otros 25 años, la radiotelevisión pública de Andalucía sirva para lo que se fundó: ser un servicio público.

2. Que nadie con relevancia pública o con una cierta representatividad, que ningún ciudadano con cosas interesantes que decir, gusten más o gusten menos, pueda acusar al ente de ningunearlo. En resumen, ni vetos ni listas negras que por mucho que se nieguen, como las meigas en Galicia, "haberlas, haylas"

3. Que los movimientos sociales puedan presumir de tener en la RTVA un lugar al que recurrir como altavoz. Que cuando llamen para pedir ayuda no tengan ninguna duda sobre que serán escuchados con interés y atendidos con complicidad. Que en la tele y la radio públicas andaluzas todos los sectores sociales y ciudadanos vean un instrumento útil y eficaz en el que pueden confiar como plataforma para visibilizar sus problemas.

4. Que funcione como instrumento educativo y cultural, útil para que los ciudadanos andaluces conozcan a fondo la tierra en la que tienen la fortuna de vivir. Menos programas de charanga y pandereta, por favor. Menos cerrado y sacristía, menos devoción a Frascuelo y a María.

5. Que ningún consejero, ningún cargo público, ni tampoco ninguno de sus adláteres, cedan a la tentación de levantar el teléfono para promover una cobertura o pedir explicaciones por la emisión de algo que no les ha gustado.

6. Que ningún partido político de la oposición pueda nunca demostrar trato desfavorable.

7. Que el gobierno de la Junta funcione y actúe como gestor de una televisión de TODOS/AS y no como propietaria del chiringuito.

8. Que ningún responsable informativo necesite plantearse jamás otra manera de funcionar que no sea a través de estrictos criterios profesionales.

9. Que los sindicatos defiendan con el mismo esfuerzo y entusiasmo a todos los trabajadores, sea cual sea el tipo de relación laboral que tengan con la empresa.

10. Que, dados los tiempos que corren, los curritos estables de Canal Sur admitan su situación de privilegio  y dejen de ir por ahí llorando porque no se les valora lo suficiente o recitando un interminable memorial de agravios. O las dos cosas.

11. Que lo de la austeridad se tome en serio y no sea un mero brindis al sol. Hay mucho gasto superfluo, mucha parafernalia innecesaria de la que, si se prescindiera, abarataría sensiblemente los costes de producción. Se han hecho esfuerzos, lo sé, pero se pueden hacer muchos más. Y eso lo sabemos todos ¿o no?

12. Que desaparezca esa especie de atmósfera asfixiante que preside el ambiente laboral. Ese miedo a perder prebendas, esa dificultad para expresar abiertamente lo que piensas, no vaya a ser que...

13. Que los trabajadores de la radio y la televisión pública de Andalucía recuperen las razones para ilusionarse con su cometido, motivarse y constatar que lo que hacen merece, y mucho, la pena.

14. Que la programación sea atractiva.

15. Que se apueste abiertamente por la innovación, por la renovación, por la Andalucía del futuro. Pero no en un programa, que ya, sino en el diseño, en la actitud, en la voluntad política, en la determinación profesional...

16. Que la burocracia no acabe ahogando a la eficacia.

17. Que desaparezcan los "corsés" y florezca el atrevimiento.

18. Que sea más espejo de lo que se mueve, se siente y se dice en la calle, más reflejo de los problemas ciudadanos del día a día.

19. Que se invierta más y mejor en estímulos reales para la educación de los niños y para el entretenimiento de los mayores.

20. Que se aproveche su enorme potencial para ser un referente y un bastión en la lucha contra las injusticias.

21. Que las víctimas de cualquier atropello sepan que tienen en el ente el instrumento ideal para denunciar sus problemas y defender sus derechos.

22. Que moleste al poder. 

23. Que exista un blindaje efectivo para que los profesionales que apliquen criterios estrictamente profesionales en su trabajo no tengan nunca miedo a ser depurados por hacer, justamente, aquello por lo que en teoría se les paga.

24. Que nadie que trabaje en la radiotelevisión andaluza se vea nunca en la situación sufrida por tantos de sus compañeros de Telemadrid o Canal Nou.

25. Que ninguno, tampoco, se vea jamás obligado a reconocer que hubo alguna vez una información que debió dar y no dio.

J.T.





domingo, 23 de febrero de 2014

Para el pp, la insolencia es más rentable que la decencia


Elpidio Silva lo dijo la otra noche muy clarito: cuando pones al aire las vergüenzas de la derecha, cuando le tocas... puntos sensibles que evidencian su desfachatez ya puedes ser juez, periodista o pensionista: ellos se lanzarán a tu yugular sin misericordia. Una de las tácticas que más utilizan es la desacreditación: denigrar al incauto que ha llegado a creerse que se puede ser honesto y coherente en el desarrollo de su trabajo pese a quien pese y caiga quien caiga.

Un antiguo periodista de deportes venido a más a la sombra de Pedrojota arremetió sin pudor alguno este sábado contra el juez y, en su desprejuiciada táctica, llegó a poner en cuestión la manera de acceder a la judicatura del hombre que osó encarcelar a Blesa. Cuando fue debidamente puntualizado Inda, que así se llama, subió varios escalones en el argumentario habitual, tachó a Silva de moroso y luego insinuó que tenía problemas siquiátricos.

¿Argumentos? ¡Qué más da! Lo importante son los directos al hígado, las preguntas capciosas, el desvío del debate de su verdadero núcleo para intentar despistar al escuchante. En el mismo debate televisivo, otro excachorro de Pedrojota se revolvió como una serpiente cuando no le gustó una puntualización de Pablo Iglesias y se sacó de la manga una manipuladora y torticera acusación sobre presuntas ayudas del gobierno de Venezuela.

¿Será posible algún día evitar que los debates se prostituyan de esta manera? No puedo evitar asociar ideas y recordar el único de los debates de "La Tuerka" en los que he vivido la estridencia. Fue el pasado 13 de enero y entre los contertulios de aquel día estaba, fíjense qué curioso, un tal Francisco Granados que se dedicó a impedir la exposición fluida de las ideas, interrumpía constantemente y rompía la línea habitual de sosiego y discrepancia civilizada que suele caracterizar a esta tertulia.

Lo más terrible de esta derecha corrupta es la deriva que han ido tomando a la hora de enfrentarse a las acusaciones. Han pasado del "Y tú más" al "Sí, he sido yo, ¿y qué?". Visto lo difícil que tienen ya parecer decentes, han optado por ser directamente insolentes. Asumido que ya sabemos lo sinvergüenzas que son, han optado por partir de ahí para explorar sus posibilidades. Ya no se comparan contigo sino que directamente te denigran, como al juez Silva. 

Dicen que corremos el riesgo de que aparezca un populista al estilo de Jesús Gil. ¡Qué va! Las tácticas de aquel delincuente y sus secuaces ya las emplean en el pp. Han descubierto que, teniendo la sartén por el mango, repartiendo prebendas y mimando a los suyos tienen garantizado el coro de palmeros, el beneplácito y el voto de quienes, hagan lo que hagan, serán siempre sus incondicionales.

Como en el fútbol, un espectáculo cada vez más prostituido, en el pp saben que sus hinchas serán siempre implacables con el adversario e incondicionalmente comprensivos con ellos. Dan igual las zancadillas, las trampas, los goles con la mano o lesionar al contrario por seis meses. El juego sucio complace a los tuyos y enerva a los adversarios y de eso se trata: de distraer, de cabrear, de poner de los nervios al contrario mientras los tuyos te jalean, ganas el partido y te lo sigues llevando crudo.

¿Cuentas en Suiza? Menuda minucia. ¿Sobresueldos en negro? ¿Facturas falsas? ¿Pero qué me dice usted? ¿Desvalijar el banco que presides desde tu despacho de baranda? ¡Bah! Lo importante es que el árbitro no te vea meter el gol con la mano. Ya no hace falta que lo niegues ni tampoco importa que los vídeos te dejen en evidencia: el gol subirá al marcador, ganarás el partido, los tuyos saldrán a las calles a celebrarlo y tú, tan pancho, podrás continuar denigrando a cualquier juez, periodista o incauto que se proponga acabar con todo esto.

J.T.

martes, 18 de febrero de 2014

Esta Europa cada día más racista


Décadas de progreso y avances sociales, años y años de apuesta por la tolerancia y por la consolidación democrática corren el riesgo de saltar por los aires en esta vieja y ajada Europa. Nos miramos al espejo y éste nos devuelve nuestra verdadera cara a día de hoy: somos racistas, xenófobos, intolerantes, crueles y desconfiados con el extranjero. Nunca hemos dejado de serlo. 

Si ese extranjero es árabe o subsahariano, procede de un país pobre y se empeña a toda costa en plantarse aquí... pues ya la tenemos liada. Esta cuarteada Europa, moribunda si la comparamos con lo que fue y si constatamos su lentitud de reflejos para no perder comba frente a la velocidad que lleva el mundo, está plantando al drama de la inmigración la peor y menos inteligente de las caras.

Las balas de goma de El Tarajal son la expresión trágica de lo que piensa la derecha en nuestro país. En la mayor parte del resto de Europa, esto ha cristalizado ya en partidos políticos que proclaman abiertamente su xenofobia y cosechan votos al grito de "Al inmigrante, ni agua". El crecimiento de la semilla fascista está regada por un racismo, hasta hace poco quizás vergonzante, que ha decidido quitarse todas las máscaras y enseñar, ya sin remilgos, su verdadera cara cruel e inmisericorde.

Se habla mucho del imparable ascenso del Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia. Es terrible que pueda ser el partido más votado en su país en las elecciones europeas de mayo. Pero no nos olvidemos que hay muchos más países en Europa en los que la ultraderecha gana terreno por días con una presencia cada vez más numerosa en los parlamentos de sus respectivos países y de los que apenas se habla. Veamos:

Timo Soini, por ejemplo, líder del partido "Verdaderos finlandeses", un político que llama a los inmigrantes "criminales" y "parásitos del dinero de los contribuyentes", consiguió en 2011 con este discurso xenófobo el 19 por ciento de los votos y 39 escaños en el parlamento de Helsinki: multiplicó por ocho el resultado de 2007. En Noruega, el ultraderechista Partido del Progreso gestiona 7 carteras del actual gobierno tras cosechar casi el 23 por ciento de los votos en 2013 prometiendo reducir a la mitad el número de inmigrantes no europeos.

Esto está ocurriendo en los hasta hace poco modélicos y solidarios países escandinavos, donde no se libra ni Suecia: Jimmie Akesson, que en su discurso político relaciona inmigración y criminalidad, cuenta desde 2010 con 20 de los 349 escaños que tiene la Cámara de Estocolmo. De Suiza, tras el referéndum del pasado día 9, poco hay que añadir: impulsada la consulta en solitario por el partido ultraderechista Unión Democrática de Centro, el 50,3 por ciento de los ciudadanos decidieron acabar con la libre circulación de personas en su país. Este partido, liderado por Toni Brunner consiguió en 2011 el 28,9 por ciento de los votos en las elecciones legislativas suizas.

En Austria, Holanda y Dinamarca, los partidos xenófobos superaron también el diez por ciento de los votos en las últimas elecciones que se celebraron en cada uno de estos países. El holandés Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad, ha llegado a comparar la fe islámica con el nazismo; uno de los eslóganes del Partido Liberal Austríaco ha sido "Trabajo en vez de Inmigración" y Pía Kjaersgaard, lider del Partido Popular Danés, anda proponiendo una barrera con Suecia porque considera que Estocolmo, Goteborg o Malmö se están convirtiendo en "Beiruts" de Escandinavia.

De la peligrosidad de los ultras griegos de "Amanecer Dorado" tenemos suficiente constancia: estética nazi, guardaespaldas amenazantes, disturbios y prisión el pasado octubre para su líder, Nikolaos Mijaloliakos, acusado de ser el dirigente de una "banda criminal".... En Hungría Gabor Vona cimenta los recientes éxitos de su formación, Jobbik, en sus proclamas antigitanas... También hay partidos xenófobos con éxito electoral en Bélgica, Reino Unido, Bulgaria, Eslovaquia... Los ultraderechistas de la Liga Norte cuentan por su parte con más del diez por ciento de los votos italianos... Una ruina, una desgracia, una amenaza, una vergúenza. Pero estos son los mimbres con los que se prepara la cesta de las elecciones europeas. 

¿Conseguirán los partidos xenófobos y racistas reunir 25 diputados de 7 países diferentes y contar así con grupo parlamentario propio en la Cámara de Representantes que se constituya en Estrasburgo tras las elecciones del próximo 25 de mayo? No lo sabemos, pero lo que hemos expuesto aquí es la cera que arde en un continente que, como sostiene Eslava Galán, "se suicidó en el siglo XX con dos guerras mundiales y ahora se está acabando de matar y destruir", olvidándose de hacer cumplir hasta la Declaración Universal de Derechos Humanos.

A nosotros, que nos ha tocado ser una de las puertas de entrada de esa Europa insolidaria y asustadiza, al margen de amagos como el del racista Josep Anglada en Catalunya que consiguió 67 concejales en 2011, todavía no nos ha germinado -a pesar del nacimiento de "Vox", quiero creerlo así- un partido xenófobo que consiga amplio respaldo electoral. De momento lo que tenemos son balas de goma. Balas de goma que hemos usado.

J.T.




lunes, 10 de febrero de 2014

Aquellos brillantes becarios que tuvieron que marcharse de aquí

Esta foto de José Pablo en Perú me sugiere tantas cosas...

Querida María José Durán, sigo por facebook tus peripecias en el sur del sur de América Latina. Recuerdo cuando me contaste que querías marcharte a Chile y yo, que te necesito aquí para podernos dar más prisa en cambiar todo esto, no tuve más remedio que animarte a que te largaras.

He sido testigo de muchos de los cabezazos contra la pared que te pegaste antes de tirar la toalla. He visto cómo lo mucho que vales, tu gran capacidad para hacer este país un poco mejor, no solo no fue apreciado por los indocumentados que te pagaban el sueldo sino que no pararon hasta aburrirte. Creo que hiciste bien en marcharte. Pero querida mía, yo necesito que vuelvas.

A ti, querido Enrique Carnicero, qué quieres que te diga. Una mente creativa como pocas. Durante el año que tuve la fortuna de tenerte de becario pude disfrutar de tu envidiable capacidad para traducir la vida en imágenes y planos secuencia. Las cosas que te traías entre manos siempre tenían un punto exquisito, un ángulo en el que los demás no reparábamos hasta que tú nos lo hacías ver. Ahora te disfrutan en Irlanda. Allí consigues salir adelante haciendo lo que te gusta después de haber llamado aquí a mil puertas sin que nadie supiera entenderte o dispusiera del presupuesto necesario para lanzarse contigo a una aventura de éxito seguro.

Yo quiero que vuelvas, Enrique, y quiero que sepas que, por lo que a mi respecta, pienso hacer todo lo posible para que te vayan haciendo sitio.

En cuanto a mi querida Patricia Calderón, a ver cómo te lo cuento: He visto a poca gente con tan excelente disposición, tan buen humor, tan poco miedo a aceptar desafíos. ¿Recuerdas cuando, sin aviso previo, te propuse hacer aquella salidilla en San Fernando en plena huelga de Astilleros? Los neumáticos ardían detrás tuyo y Manolo Garrido, desafiante, te apuntaba con la cámara. Te dio igual, lo resolviste como si llevaras toda la vida en haciendo información en directo. Ni un segundo de duda, había que hacerlo y lo hiciste. Fenomenalmente, además. Nunca olvidaré lo mucho que nos peleamos y nos reímos juntos porque conectar contigo era muy fácil. Ese pundonor con el que te ponías a la tarea, esa energía pura es la que necesitamos aquí para doblarle el pulso a quienes están usando el poder para fulminar nuestras esperanzas.

Pero te has ido. Andas por esas Europas, ahora creo que en Alemania, en busca de ese hueco que aquí no encontraste. Como también hizo nuestra amiga Rocío Martínez o nuestra otra María José, Morón, con José Pablo, su pareja quienes, hartos de contratos basura, de promesas incumplidas, expectativas fallidas y todo tipo de coitus interruptus laborales, decidieron irse a tomar... por mundo. Así han llamado a su blog y a su página de facebook, en las que cuentan sus peripecias mientras recorren el mundo con un presupuesto de veinte euros diarios. Seguro que los amortizan porque son envidiablemente creativos, osados... y muy capaces.

Os necesitamos aquí María Josés, Enrique, Patricia, José Pablo. Os necesitamos para construir ese país que quienes nos gobiernan no quieren que tengamos. Entiendo que os hayáis marchado. Y por eso entiendo como un desafío para los que aún estamos aquí luchar para darle a esto el vuelco suficiente para que volváis a tener aquí vuestro lugar. Para que os animéis a regresar y no se marche nadie más, para que cese una sangría que nos descapitaliza y ensombrece las perspectivas de futuro.

Vosotros hacéis falta aquí. Mucha falta. Quienes sobran son ese diez por ciento de depredadores, mentecatos, arribistas y especuladores que han dejado esto hecho unos zorros. Por vosotros, por los que os fuisteis, vamos a intentar que podáis poner pronto fecha a ese billete de vuelta que lleváis, seguro, en vuestros bolsillos.

Este país no se puede convertir en lo que quiere Botín, en lo que quieren esos contables que nos gobiernan en nombre de la troika. Este país tiene que ser como queramos el noventa por ciento de sus ciudadanos, que queremos reformar el código penal para meter en la cárcel a los defraudadores, para que, como dice el amigo Iglesias, los policías le pongan las esposas de una vez a los responsables de la crisis.

J.T.


domingo, 9 de febrero de 2014

La tragedia de El Tarajal y el uso perverso del lenguaje


¿Para qué utilizar eufemismos a la hora de hablar sobre la tragedia de El Tarajal, la frontera ceutí entre Marruecos y España? ¿Para qué andarse con rodeos? Para muchos, no se trata de un intento de buscar una vida mejor, ni de un desesperado último recurso para salir de la miseria o de una lucha por la supervivencia allá donde poder encontrar el medio de vida que en su países no existe. No, no es eso. Para los xenófobos, que son muchos, los negros que osan violar nuestra legalidad y nuestras fronteras son unos intrusos que molestan. Vienen en "avalancha". Quieren "invadirnos". Vienen desnudos y hambrientos, pero nos "asaltan" (tve dixit) y claro, pues no queda más remedio que dispararles. Pero con balas de goma, no vaya usted a creer...

Los medios controlados por la derecha, públicos y privados, no se andan con rodeos en el empleo del vocabulario más agresivo. Están siendo crueles y desvergonzadamente xenófobos con tal de justificar esa infame actuación de las fuerzas de seguridad en la frontera de El Tarajal que el pasado jueves desembocó en una espantosa tragedia: 14 personas muertas. Que tve, por ejemplo, emplee la palabra "asalto" para definir el intento de un centenar de desesperados de alcanzar suelo ceutí me escandaliza, pero no me extraña: la xenofobia y el racismo están en el adn de la derecha y sus cachorros mediáticos tienen que estar a la altura. El problema está cuando escucho en la Ser, viernes noche, en boca de un tertuliano de Hora 25, que "si la policía usa pelotas de goma contra nuestras manifestaciones ilegales, no tiene que extrañar que lo haga contra los que intentan "invadirnos" en "avalancha" ilegal. Ni Ángels Barceló, ni Javier Aroca ni nadie lo puso en su sitio. Nadie le dijo que eso no se puede decir ni en broma. Y no lo dijo en broma.

El uso del lenguaje nunca es inocuo y menos en estas cuestiones. Los mismos, y las mismas, que se la cogen con papel de fumar en todo lo tocante al lenguaje de género estoy esperando, ¡ya!, que se pronuncien contra quienes emplean palabras sinónimo de violencia para referirse a las acciones de seres humanos desesperados, jóvenes llenos de energía y de salud, que luchan desesperadamente por encontrarle una salida a su vida y a su futuro.

Basta ya de criminalizar a los inmigrantes.
Basta ya de cuchillas en las vallas, de ataques intimidatorios, de pelotas de goma...
Basta ya de tragedias. Basta ya de referirse a este problema como “avalancha”, “invasión” o asalto”

Búsquense soluciones, por favor, pero sin una sola muerte más. Cuando un africano muere intentando cruzar la frontera "europea", algo nuestro muere también. Muere nuestra dignidad, nuestra capacidad de mirar de frente, limpiamente a los ojos, a quienes, solo por razones geográficas, porque no tuvieron la "fortuna" de nacer donde nosotros, la vida les trata mucho peor todavía.
La muerte de las 14 personas que soñaban con vivir mejor a este lado de la frontera ceutí de El Tarajal es un crimen de lesa humanidad que contraviene todos los códigos éticos, civiles, y yo diría que hasta penales y militares. Porque si no los contravienen, hay que cambiarlos porque esto no puede continuar así.

No podemos construir nuestro porvenir sobre los esqueletos de tanto desesperado a los que no solo les negamos una oportunidad sino que, en casos como el de El Tarajal, contemplamos impasibles cómo pierden trágicamente la vida.

Esto no puede ser. No sé qué hacer con mi vergüenza, no sé cómo gestionar esta indignación. De momento aquí quedan estas líneas, con la esperanza de que mis compañeros presuntamente progresistas, al menos ellos, dejen de denominar "avalancha" o "invasión" la lucha de muchos seres humanos por conseguir, a costa incluso de la vida, un futuro mejor.

J.T.

sábado, 8 de febrero de 2014

Cristina rompe su silencio



A menos que pudiéramos mejorar el silencio, Borges nos aconsejaba permanecer callados. No suele resultar fácil seguir esta recomendación, pero a fe que Cristina de Borbón, señora de Urdangarín, parece haber puesto buen empeño en ello. Yo no sé ustedes, pero a mí me resulta difícil hasta recordar el timbre de su voz. 

El silencio como escudo, el silencio como refugio, el silencio como arma. El silencio como agresión, porque lo de este sábado es una agresión a la buena fe del ciudadano medio y al Estado de Derecho. Lo de este sábado es un repugnante y denunciable trato de favor: todos los resortes del Estado, el judicial, el policial, el mediático, el político… llevan semanas dotando a la comparecencia ante el juez de la ciudadana Borbón y Grecia de un carácter de excepcionalidad que no habría debido tener nunca. 

Cristina Borbón de Urdangarín es una ciudadana de pleno derecho que, tal como contempla nuestro ordenamiento jurídico, está obligada como todo el mundo a acudir a declarar ante un juez cuando éste la requiera para ello. El asunto tiene un interés que no voy a ser yo quien lo discuta pero admítaseme que, de las exageradas dimensiones que ha acabado adquiriendo esta historia, los principales responsables son quienes, durante demasiado tiempo, han apostado por la estrategia del escaqueo en lugar de por plantar cara. 

Con lo fácil que hubiera sido hace meses, digo yo, llegar, escuchar las preguntas que tuvieran que hacerte, contestarlas… y a casita. Así tendría que haber sido, ¿no? Así, y no de otro modo, habría tenido que suceder en esa sociedad normalizada a la que aspiramos y en la que no acabamos de convertirnos. 

¿Por qué no lo conseguimos? La hija del todavía rey de España lo hubiera tenido más fácil si no se hubiera dejado proteger tanto. Alguien, si es que ella no ha sido capaz de verlo, tenía que haberle dicho que tanto escudo protector la vulnerabilizaba. Que tanta defensa la condenaba. Sea cual sea el veredicto, sea cual sea el dinero que tenga que pagar, todo le habría resultado mucho más llevadero si no se hubiera refugiado en el silencio. 

Menos mal que su padre no ha potenciado los cortesanos, porque la verdad es que, esta vez, arribistas y pelotas a su alrededor haciendo méritos para proteger a su hija no le han faltado. Hasta un egregio “padre de la Constitución” tenemos en medio de la ensalada. 

Yo no sé por qué se ha callado Cristina. No entiendo por qué ha estado escondida. Hay silencios y ausencias que estigmatizan por su elocuencia. Con lo fácil que le hubiera resultado copiar a papá, salir a la palestra y soltar aquello de “lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir”… y miel sobre hojuelas. ¿O había miedo de que esta vez ya no colara? Pues en eso llevan razón: esta vez no habría colado. 

Pase lo que pase este sábado, diga lo que diga en el juzgado, creo que Cristina Borbón de Urdangarín, 48 años, casada y madre de cuatro hijos, se sabe condenada por el ciudadano medio. Creo que sabe que la gente suele ser más comprensiva con los sinvergüenzas que dan la cara que con quienes, aún siendo inocentes, esconden la cabeza debajo del ala. 

Es verdad que uno es prisionero de lo que dice y dueño de lo que calla, pero la cosa cambia cuando quien calla termina siendo dueño de lo que, presuntamente, entre silencio y silencio, se ha estado llevando crudo.

J.T.

lunes, 3 de febrero de 2014

Carta abierta a Alberto, el del aborto


Que no, Alberto, que no. Que no nos vas a volver a meter en aquella España siniestra. 

Que no, Alberto, que ni tu suegro siguiendo “el ejemplo” de Blas Piñar ni tú reivindicando la faceta más negra del pasado de tu padre asustáis ya a nadie. 

Entre tu estomagante voz de pijo, Alberto, y tu mensaje añejo e intolerante has acabado siendo clavadito a aquel entrañable guiñol tuyo del Plus que tanto añoramos. Como decía Picasso, todos acabamos pareciéndonos a nuestras caricaturas. Pero tú es que la has bordao. 

Nos costó mucho, Alberto, sacudirnos las pezuñas de tu gente y no te vamos a consentir que te pases “ni mijita” intentando resucitar viejos fantasmas. Nadie salvo Rouco, tú y unos cuantos meapilas más continuáis obsesionados en este país con los asuntos del bajo vientre, Alberto. Vosotros sabréis por qué. Porque pese a las muchas carencias y a las putadas de órdago que nos gastáis, hace mucho tiempo que este país vuela libre y emite en una longitud de onda distante años luz de tu chirriante discurso. 

Que no, Alberto, que no. Que los fachas como tú ya no dais miedo. Aunque si te esmeras, por el camino que vas no tardarás en acabar dando pena. Cada vez que te escucho, empeñado en no bajarte del burro, me acuerdo de “Don erre que erre”, aquel obstinado y patético personaje que tan magistralmente interpretó Paco Martínez Soria, aquel testarudo comerciante que jamás daba su brazo a torcer porque siempre estaba convencido de ser él quien tenía la razón. 

Parece mentira que un tío culto como tú, que de tan culto llegas a relamido, apuestes por la obstinación y con tu cabezonería nos recuerdes a tus facciosos antepasados cuando en sus tiempos gloriosos, esos que tú tanto pareces añorar, incapaces de explicar sus felonías y mucho menos de argumentar las razones por las que ordenaban tantas cosas absurdas, apostaban por zanjar cualquier atisbo de debate con un grito histérico y un puñetazo encima de la mesa: 

- Esto se hace así porque lo digo yo. S’ha acabao. 


Parece mentira, Alberto, lo engañado que tenías al personal hasta que por fin te has soltado el pelo y has decidido salir del armario. No vamos a parar, Alberto. El domingo fue Femen lanzándole braguitas manchadas de rojo a Rouco Varela. El sábado fue “El tren de la libertad” que llevó a Madrid a decenas de miles de mujeres de toda España para gritar contra ti y tu inaceptable intención de reformar la vigente ley del aborto. Hace unos días el “New York Times” nos sacaba los colores por tu culpa y Europa entera no acaba de darle crédito a tanta chorrada como se te oye decir… 

No lo vas a conseguir, Alberto, y tú lo sabes. Te queda poco tiempo para una retirada honrosa. Del proyecto o, ya puestos, de tu misma mismidad directamente. Así que aprovéchalo. Aprovecha ahora que se marcha Rouco y vete con él. Recógete en un monasterio y dedícate a rezar por la salvación de nuestras almas. Te quedaremos eterna y sagradamente agradecidos.

J.T.