Traducido, como los humanos no somos capaces de resolver esta lacra, que lo hagan las máquinas. Con toda la seriedad del mundo, Rama asegura que el algoritmo garantizará que las inversiones públicas serán “perfectamente transparentes”. La ministra virtual de contratación pública se encargará de ello. Leo las escasas crónicas que por el momento se han publicado sobre el asunto y me llama la atención la poca valoración que se le otorga a la noticia. A mí me parece un notición, igual es que mi capacidad de asombro es mayor de lo aconsejable, pero lo considero revolucionario.
Claro que, si la inteligencia artificial puede acabar con la corrupción, igual no interesa demasiado que cunda el ejemplo. Me imagino a los corruptos de la mayoría de los gobiernos del mundo poniendo a sus ingenieros a trabajar con urgencia para encontrar el antídoto, un programa informático que cortocircuite lo más pronto posible este súbito ataque de decencia antes de que se convierta en una epidemia. DE momento la oposición del país ya ha elegido un elocuente adjetivo para calificar la iniciativa gubernamental: payasada.
Según desarrollan las crónicas que han difundido la “buena nueva”, llamar Diella a la nueva ministra albanesa tiene además una fuerte carga simbólica porque el nombre viene de diell, que significa sol. Es decir, luz, transparencia, pureza en la administración pública, según palabras del propio Rama, quien asegura que, a partir de ahora, Albania será “cien por cien” incorruptible”.
Cuenta Francesc Bracero en La Vanguardia de ayer sábado que la ministra Diella, trabajaba desde hace un tiempo ya para el gobierno albanés como asistente virtual y ya tenía cara, “aparecía en el portal electrónico del gobierno de Albania ataviada con un traje tradicional del país”. A partir de ahora, además de ejercer la responsabilidad absoluta a la hora de evaluar las licitaciones públicas, tendrá también autoridad para contratar a “talentos de todo el mundo” para los proyectos gubernamentales.
Todo esto, además de “un mandato especial para romper los miedos, las barreras y la estrechez de miras de la administración”, palabras textuales. Pues no sé yo, porque si la inteligencia artificial puede contribuir a que el mundo sea un poco mejor, la inteligencia artificial está empezando a sobrarle a buena parte de los que parten el bacalao en el mundo.
De momento, cuentan algunos cronistas, Albania no ha explicado cuáles serán los mecanismos de supervisión humana ni cómo se protegerá al algoritmo de posibles manipulaciones que afectarían a sus decisiones. No hay que olvidar que este país está considerado como uno de los principales puntos utilizados por bandas criminales en Europa para blanquear dinero procedente del tráfico de drogas y armas. Que la inteligencia artificial, con cartera ministerial, pudiera acabar con esto, suena demasiado bonito para que acabe siendo verdad. Durará poco.
J.T.
J.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario