lunes, 1 de septiembre de 2025

La GLOBAL SUMUD FLOTILLA zarpa de Barcelona camino de Gaza. Crónica de Manolo Teniente


Nº4. 31/08/2025


TOD@S VAMOS EN EL MISMO BARCO


Esto es lo que ponía una pancarta, de entre las muchas que se han llevado al Moll de la Fusta de Barcelona para despedir a la Global Sumud Flotilla, en su partida para Gaza. Y esto es cierto, para las personas que han acudido a la despedida; cinco mil, según la guardia urbana de Barcelona. La gente lloraba, agradecía a quienes se subían a los barcos y al mismo tiempo envidiaban no poder subir también. Un solo corazón, un solo grito por Gaza, un solo barco, que aglutina a todas las personas que viajan en los treinta navíos que han zarpado, y a todas las que han quedado en el Moll con sus banderas, sus kufiyas, sus pancartas, y sus lágrimas.


Un solo barco que lleva solidaridad a Gaza, que lleva consuelo, que lleva esperanza y que lleva ilusión a las víctimas del genocidio. Uno de los gritos más coreados, ha sido “Gaza no está sola”. La despedida ha sido impresionante, después de distintas interpretaciones musicales y alocuciones desde el escenario, por fin, pasadas las 14:30h se leyeron los nombres de cada barco, de su capitán o capitana, y de las personas que se embarcaban en él. Los barcos estaban alineados en una larga fila en el borde del Moll, y hacia allí fueron marchando las tripulaciones con sus mochilas, pero había un enorme gentío entre el cual apenas se podía pasar. 


Sin embargo, la propia gente abrió un pasillo por donde íbamos desfilando entre el agradecimiento de la gente, los gritos de “Viva Palestina Libre” y “Gaza no está sola”. Nos daban la mano, nos besaban, lloraban y nos hacían llorar, y el pasillo parecía que no se acababa nunca. Por fin fuimos subiendo cada cual en su barco, y mientras este maniobraba para partir, la gente seguía gritando, cantando y llorando. He vivido muchas escenas de catarsis y sentimientos colectivos, pero creo que ninguno de la magnitud de éste. Hasta el final del puerto, prácticamente, la gente cubría los bordes de los muelles, despidiéndonos. 


A vuela pluma, con el barco ya despegando del borde del muelle, me regalaron un cuadrito pintado con barcos navegando con los colores de la bandera palestina y también un dibujo muy bonito, en una hoja de papel, con colores también de la bandera palestina y en el reverso de la hoja el lema de “Sí se puede”.


He tenido mucha suerte y de entre los cerca de treinta barcos que han salido navego en el Sirius, un velero bergantín (que tiene dos palos) histórico, de 107 años de antigüedad. En el barco vamos unas 25 personas, entre tripulación y pasaje. La mayoría somos hombres, y 5 o 6 mujeres. Entre las personas que navegan están: Serigne Mbayé, diputado al Parlamento como independiente en las listas de Podemos. El nació en Senegal, fue pescador, hasta que decidió subirse en una patera donde llegó a Canarias. Fue el presidente del sindicato de manteros y campesino, antes de ser diputado. 


Juan Bordera, diputado en las Cortes Valencianas, elegido como independiente en la lista de Compromís. Él es guionista, escritor y periodista. También un activista en la lucha por el decrecimiento como fórmula para poder afrontar el cambio climático y el deterioro medioambiental. Defiende la acción directa, a través de la desobediencia civil, no violenta. Es coautor, junto a Antonio Turiel, físico del CSIC del libro “El otoño de la civilización” y también de “¿El final de las estaciones?” escrito junto al biólogo del CSIC Fernando Valladares. 


Juan Carlos Giordano, abogado y diputado nacional de Argentina por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores es director del periódico El Socialista. Junto con él viene otro compañero, también del Frente de Izquierda, que fue diputado autonómico. Hay españoles, argentinos, brasileños, malasios, como orígenes mayoritarios y más allá de títulos, gente comprometida con la libertad de Palestina sin la cual no se puede construir un mundo más igualitario y más justo.


La mañana de este domingo estábamos citados a las 10:30h en el Moll de la Fusta. En un entorno festivo, también ha sido muy gratificante coincidir con colectivos sociales y compañer@s de lucha. Además de acudir con mis anfitriones Paco y Fina, hemos coincidido con gente de la Marea de Pensionistas de Sant Boi. 


Al llegar al Moll hemos saludado a Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana. También nos han comentado que Irene Montero había acudido a la despedida, aunque no hemos podido verla. Me ha dado mucha alegría saludar a mi primo Rafa García, recién prejubilado de la Seat y de un montón de compañer@s de La Desbandá, la Asociación de Memoria Histórica que recuerda el genocidio del franquismo en febrero de 1937, contra la gran masa de población civil, más de 200.000 personas, que huyeron de Málaga por la carretera de Almería, siendo bombardeadas por todo el camino. 


Saludar también a compañer@s que han venido desde Madrid y de Euskadi en autobús a despedirnos, dándose la paliza de ir y volver en el día. También a camaradas y dirigentes del PCE como Manu Pineda, Cristina Simo y Albert Miralles. 


No han estado presentes, pero nos han mandado su apoyo y solidaridad artistas como Jordi Évole, Luis Tosar, Vicky Luengo, Carolina Yuste, Juan Diego Botto, Carlos Bardem, Eduard Fernández y otros muchos. Un día feliz, la salida de la flotilla hacia Gaza, que será recordada como un hito en la lucha por la paz, la igualdad y la libertad de los pueblos. 


Hoy apenas hemos recorrido trayecto. Prácticamente vamos a pernoctar a la salida del puerto de Barcelona, evitando una travesía de noche que se anuncia movida por los vientos. Mañana nos adentraremos en alta mar.


Manolo Teniente

¡Qué escándalo, en Televisión Española están haciendo televisión!


Igual habría que preguntarse si cuando nombraron a José Pablo López presidente de la corporación RTVE en noviembre del año pasado, en realidad lo hicieron para que hiciera lo que está haciendo o, por el contrario, resulta que lo colocaron en el sillón para que no hiciera nada y el muy incauto decidió ponerse a trabajar. Pero hombre, ¿a quién se le ocurre hacer televisión en la televisión pública, promover programas que interesen a la gente, no te basta con que te hayamos nombrado? ¿A quién se le ocurre apostar por profesionales con ganas y criterio que van y encima te suben las audiencias? ¡Alarma!, aúlla indignado Mauricio Casals por los despachos de Antena Tres mientras levanta teléfonos sin parar; ¿pero cómo se atreven?, brama Ferreras por los pasillos de La Sexta; ¿pero qué se han creído?, claman los directivos de un Telecinco cada vez más desnortado y un Cuatro infestado de ultras. Por no hablar del Grupo Prisa, donde un día en El País tachan de genitalidad la política de fichajes de la radiotelevisión pública y al siguiente, en La Ser, comparan con Georgie Dann a alguno de sus directivos. 


¡Qué escándalo, Televisión Española está haciendo televisión, quién nos lo iba a decir! Y claro, ante tamaño disparate, políticos y propietarios de medios han desenfundado y empezado a disparar como si no hubiera un mañana, buscando acabar cuanto antes con tamaña osadía. Se habían acostumbrado a la irrelevancia de un instrumento del que solo se acordaban en las campañas electorales y cuyos telediarios eran más planos que ese planeta Tierra que defienden los tertulianos negacionistas de Íker Jiménez, cuando de pronto descubren que al frente de la empresa pública hay un equipo que cree en la utilidad de lo público, ¿habrase visto mayor temeridad?


Como imagino le ocurre a cualquier ciudadano medio, a mí me gusta que me informen, que me dejen sacar mis propias conclusiones cuando me cuentan algo, que me ofrezcan todos los ángulos desde lo que se puede analizar cualquier asunto, que me aporten datos, que me ilustren, que me expliquen cómo y por qué pasan las cosas, que no me dejen preguntas sin contestar en definitiva. Por eso aplaudo lo que llevan haciendo desde hace un tiempo Intxaurrondo, Ruiz o Cintora incluso en este mes de agosto recién acabado en el que no han bajado la guardia y han continuado trabajando para llegar a septiembre con una buena respuesta por parte de la audiencia. La incorporación, a partir de este mismo lunes uno de septiembre, de Pepa Bueno al frente de la segunda edición del telediario, se supone que va en esa misma línea. No lo va a tener fácil la nueva directora-presentadora porque Torrespaña, sede de los informativos, lleva ya demasiado tiempo convertida en territorio comanche de la derecha ultra y la ultraderecha. Los telediarios continúan siendo a día de hoy la gran asignatura pendiente de TVE y a la ex directora de El País le va a tocar demostrar que hacer un buen telediario es todavía posible por mucho tiempo que llevemos esperando, sin éxito, que eso vuelva a suceder.


Qué raro que quienes sostienen que la televisión en general está muerta y que la existencia de la pública no tiene sentido, sean los mismos que de pronto deciden otorgarle importancia a las cosas que se cuentan en TVE. ¡Ay, pillines!, ¿a qué viene tanto interés por desacreditarla si total no tiene influencia? ¿a qué tanta inquina con las personas que presentan programas que parece claro que interesan? ¿Por qué acosan a tertulianas como Ana Pardo de Vera, Sarah Santaolalla o Laura Arroyo, ¿por qué atacan a David Broncano, por qué arremeten contra Gonzalo Miró antes incluso de que haya comenzado el programa que presentará por las tardes en la 1 junto a Marta Flich? 


Creo que no me equivoco si afirmo que en alguna que otra redacción digital fabricante sistemática de odio andan estos días hurgando en la vida personal, y hasta en los cubos de basura, de quienes están intentando devolverle a TVE la dignidad que hace tantos años había perdido. Dicho esto, tengamos claro que es demasiado pronto para celebrar nada. En la televisión pública del Estado queda mucho camino por recorrer. Primero porque hacer buena televisión no es estar al servicio del gobierno y ahí no pueden permitirse ni un solo fallo a la hora de defender el criterio profesional por encima de cualquier presión, y segundo porque sabiendo hasta qué punto buena parte de los enemigos de hacer las cosas bien están dentro de la propia casa, el conflicto está servido y las dificultades van a ser muchas y gordas.


La derecha ultra y la ultraderecha no entienden la televisión pública sin que quienes trabajan en ella se sometan a sus designios. Cuando están en el poder la convierten en un instrumento de propaganda descarado, y cuando no lo están buscan la manera de desacreditarla y sumirla en la irrelevancia, empeño en el que hasta hace poco habían conseguido tener éxito. Salvo las excepciones de Euskadi y Catalunya, el resto de las televisiones autonómicas son una vergüenza, un escarnio, un insulto diario a la inteligencia de quienes aún las sintonizan alguna vez, entiendo que por equivocación. Si no los “matan” antes, el camino emprendido por los responsables de RTVE desde diciembre del año pasado demostrará en cambio que es factible dar la batalla tratando de hacer las cosas bien. 


Cuesta creer, por mucho que algunos lo deseemos, que esta historia pueda tener un final feliz habida cuenta de cómo anda el patio político y periodístico, pero consuela y anima saber que quienes en RTVE están por la labor de ofrecer una programación digna, lo hacen convencidos de que vale la pena intentarlo. “Si nos van a matar los malos, suelen decir, por lo menos no se lo pongamos fácil.” Pues eso. 


J.T.