martes, 24 de agosto de 2010

La carne de periodista está cada vez más barata

Centenares de periodistas se están quedando este año sin trabajo y miles de "licenciados" en ciencias de la información, de la comunicación o de la madre que los parió han salido una temporada más de las facultades con flamantes títulos bajo el brazo de sus carnes veinteañeras dispuestos a comerse el mundo por mil euros mal contados al mes, y esto en el mejor de los casos.

Así pasa en 2010 y así viene ocurriendo desde hace casi veinte años. Los periódicos, las revistas, las radios, las televisiones no pueden absorber tanto licenciado nuevo como vomitan las facultades y sus dueños -los de los medios- se frotan cada vez mejor las manos ante la perspectiva de tanta carne fresca dispuesta a trabajar aunque sea pagando.


Conclusión: en virtud de la incontestable ley de la oferta y la demanda, la carne de periodista cada vez es más barata y las posibilidades de encontrar trabajo, menores.

Hasta en el sacrosanto "El País" liquidaron hace un par de años a la mayor parte de sus seniors. Los gratuitos, las revistas semanales, las televisiones locales se han deshecho de una buena parte de su capital humano. El sangrante "Ere" de Televisión Española dejó en la cuneta a profesionales con cincuenta años prácticamente recién cumpidos. Currantes que se quedaron tirados para siempre cuando aún les quedaba mecha, mínimo, para otros quince o veinte tacos de almanaque. Años que sin duda podrían haber sido muy fecundos y hubieran enriquecido sus informaciones con la experiencia acumulada.

No importa: las cuentas son que con el sueldo de cada vaca sagrada se paga media docena de becarios o de contratados en prácticas y todavía sobra dinero.

¿Que de las facultades no salen preparados? No importa: ya arreglaremos eso. ¿Que una buena parte de los licenciados carecen de poso cultural? Da igual: con que sepan lo de las cinco dobles uves -quién, qué, dónde, cuándo y por qué- ya tienen bastante. Les ataremos corto y punto.

Este es el plan a fecha de hoy para la profesión periodística, un oficio al que la proliferación de facultades universitarias ha prostituido y desviado de su esencia básica, de su condición fundamental que es tener cultura, vocación, ganas de batirse el cobre y de patearse la calle cada día para contar en cada entrega la mejor historia posible. Lo demás son pamplinas.

Con lo de las facultades de periodismo pasará como ha ocurrido con el ladrillo: algún día estallará la burbuja y habrá que recomponerlo todo.

J.T.

4 comentarios:

  1. Estimado Juan, con los cámaras pasa tres cuartos de lo mismo, todos los años salen de la facultad y centros privados cientos de operadores cámaras (o por lo menos se creen que lo son) que pagan por que les firmen una noticia en un informativo nacional, en fin, como bien dices, al final habrá que recomponerlo todo

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  2. además de tener razón, hay que añadirle una cosa: la cantidad de compañeros, con años de profesión y experiencia a sus espaldas, que han de competir con los becarios por sobrevivir con menos de mil euros porque necesitan llevar lentejas a su casa

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  3. Pero no pasa nada, Julia: ¡no podrán con nosotros!

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  4. HDnews, te digo lo mismo. Y si me apuras, puntualizo: los buenos cámaras será siempre necesarios. En cuanto a los periodistas, no está tan claro

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