Te veo llegar cada nueva temporada, querid@ becari@ y tu cara de ilusión me hace callar la primera pregunta que se me ocurre a porta gayola:
¿Te engañó alguien o te engañaste tú solo/a?
¿Nadie te advirtió hasta qué punto elegiste una carrera que desembocaba inevitablemente en un oficio de pringaos?
¿Nadie te dijo que las facultades las usan como coartada una serie de indocumentados que jamás han salido a la calle para hacer un reportaje?
¿Nadie te avisó que ser carne de becariado equivale a convertirse en mano de obra barata que evita aumentar plantilla y reduce puestos de trabajo necesarios?
¿Nadie te contó que en España, cada año, salís al mercado diez licenciados por cada puesto de trabajo posible?
¿Nadie te dijo que aunque en este oficio de lo que se trata es de encontrar buenas historias y contarlas, es mucho más importante pensar sólo lo justo, sacar poco la cabeza y actuar con sumisión si quieres prosperar?
Pues aquí lo tienes dicho, Si aún así continúas pensando que ser periodista merece la pena, bienvenido/a al club. Porque pese a todo, y si estás por la labor, éste continúa siendo el mejor oficio del mundo.
J.T.
Hola Juan. Los avatares de la vida (que no los de James Cameron) se han aliado conmigo en este final de vacaciones y me han traído hasta tu blog. Muy interesante. Un precioso libro digital que, con tu permiso, dejaré siempre entreabierto para ir aprendiendo cada día ..... que pueda leerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo Roberto, alegría saber de ti. A través de amigos comunes y de alumnos que te "veneran" estaba más o menos al día sobre tus "avatares".
ResponderEliminarEs un placer, y también una responsabilidad, tu valoración sobre este humilde blog que nació en plan divertimento y que, a medida que va perdiendo su carácter semiclandestino, me compromete un poco más. Lo asumo y espero no defraudar. Un abrazo, compañero. Y mil gracias
el evangelio, compañero.*
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