Con la política está pasando lo mismo que con la televisión.
Cuando crees que se han rebasado todos los límites de lo zafio, aparecen nuevos
personajes que sorprenden por su capacidad de elevar el listón de la
vulgaridad. El estilo Telecinco llevado a la política ha conseguido que José María Aznar o Rafael Hernando parezcan un dechado de mesura en sus
actitudes, comparado con el tono barriobajero de quienes les han tomado el
relevo. Esa delgadita marquesa con cara de asco insultando a Carmena en el peor
estilo no tiene nada que envidiar a Belén Esteban en sus mejores actuaciones
estelares en una tele para cuya programación se inventó el término telebasura,
que ya se ha quedado corto. ¿Telebazofia? ¿Teleespanto? ¿Teleinfamia?.
Si la campaña de las generales me dejó exhausto tras el
cúmulo de barbaridades que pudimos escuchar a Casado o a Rivera (de los otros
ultraderechistas no quiero ni hablar), estas dos semanas de mayo previas a la
convocatoria electoral del domingo 26 me tienen desesperado. Necesito que acabe
ya esta pesadilla, por favor. Lo peor no es el estilo, ni la mala educación, ni
siquiera las barbaridades que profieren a diario, lo peor es lo desnudos que se
les ve: desnudos de conocimientos, de argumentos, de vergüenza, carentes del
empaque mínimo exigible para los puestos que ocupan.
¿Estos mindundis son los que aspiran a representarnos a
todos? ¿De verdad quieren que se les respete cuando lo que mejor transmiten es
la falta de respeto que le tienen ellos a nuestra inteligencia? ¿En qué momento
empezó a irse todo al carajo como para que los partidos políticos de la derecha,
instituciones respetables, hayan quedado en manos de semejantes chisgarabises?
Si estos son los que tienen para dar la cara ¿cómo serán los que andan en la
trastienda? No es que no demuestren altura intelectual, que por supuesto no la
tienen, sino que además carecen de reflejos para salir al paso con una mínima
habilidad de las novedades a las que tienen que hacer frente a diario. No saben
improvisar y cuando lo hacen da pena la pobreza de sus argumentos.
“Hoy se ha premiado a la señora Batet cuando es una persona
que ha defendido un referéndum de secesión en Catalunya”, dijo ayer la
ciudadana Arrimadas cuando se enteró de la persona propuesta para la
presidencia del Congreso. Vamos a ver, doña Inés, ¿no se cansa usted de ese
absurdo raca-raca en el que jamás existe una propuesta, sino solo una batería
de protestas con frases hechas? “Una vez más, el gobierno de España va a estar
en manos de Ezquerra”, decía Casado al glosar la propuesta de los catalanes
Batet y Cruz para presidir las cámaras. Si centrar en Cataluña el mayor
porcentaje de invectivas, apostar por mantener a políticos en la cárcel y por
el estado de excepción con el 155 les proporcionó tan escasa renta en las
generales, ¿cómo es posible que no se bajen del burro de una vez?
Las encuestas les dicen que el camino es el diálogo y ellos
continúan empeñados en la confrontación. Se entiende, y además están en su
derecho, que Casado y Rivera no quieran que su abstención sirva para hacer
presidente a Pedro Sánchez, pero para justificar eso han de ir de mitin en
mitin superando cada día, tanto ellos como sus adláteres, la chorrada que
soltaron el día anterior? (A mi juicio, dicho sea de paso, Ábalos tampoco estuvo
fino este viernes cuando reclamó la abstención de la derecha amparándose en la
ayuda que los golpistas de su partido, tras defenestrar a Sánchez de la
secretaría general, otorgaron a Rajoy para que pudiera ser presidente).
Espero que el Partido Socialista no se deje intimidar por
estos mequetrefes ni por quienes los sostienen, y ponga en marcha cuanto antes
el mandato recibido el 28 de Abril de las urnas: distensión, búsqueda de
entendimiento, serenidad, crispación cero…
En esa línea, sería un buen camino dar por acabado de una
vez el período de prisión provisional para los nueve políticos catalanes que están
siendo juzgados en el Tribunal Supremo y que continúan privados de libertad
después de año y medio. Ya está bien, ¿no?
Que no me digan que no se puede hacer nada, que no me lo
creo. Las fotos de esta semana que entra, cuando cinco de ellos lleguen a las
Cámaras en furgones policiales, marcará para siempre la historia de España. Serán
unas imágenes absurdas, surrealistas que darán la vuelta al mundo y contribuirán
a aumentar las ínfulas de tanto profeta del cuanto peor mejor como abunda en un
lado y en otro.
Espero que la razón para no apostar por la libertad
provisional de los políticos catalanes no sea el miedo a esta derecha que copia
en sus manifestaciones públicas los modos y maneras de la televisión más
infecta. ¿Hace falta decir aquí que, haga lo que haga el gobierno, la Fiscalía
o el Supremo, Casado y Rivera van a seguir apostando por la política basura, la
bazofia y la infamia?
J.T.
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