viernes, 4 de febrero de 2011

La información cultural en los medios


Repaso con mi amigo Fernando Valls la información cultural en los medios españoles y eso me lleva a algunas reflexiones. Empezaremos por los suplementos culturales de los periódicos: quien busque en ellos neutralidad, ecuanimidad, pluralidad u objetividad, que se olvide: cada suplemento sirve a los intereses de la editorial del periódico que lo publica. A los libros y autores relacionados con periódicos rivales, ni agua. Como si no existieran.

Eso en los periódicos que cuentan con suplementos culturales porque la mayoría de los medios impresos se limitan a ningunear o reducir a la mínima expresión todo lo que tenga que ver con libros, pintura. música o teatro. A lo sumo entremezclan la información cultural con la de espectáculos y en la misma página te puedes encontrar con suerte algo de información sobre un estreno de ópera, pero junto a la promoción, por ejemplo, del último disco de Bisbal o Bustamante.

En las radios, los espacios culturales, que no menudean precisamente a pesar del elevado número de frecuencias que pueblan el dial, poseen un cierto halo de impuesto revolucionario y son tan sectarios como los de los periódicos. 

Y en cuanto a la televisión, quizás ilustre cómo está el patio la cariñosa reconvención que mi querido Luis Felipe Torrente me hizo llegar el día en que un tema cultural se cayó de la escaleta del informativo porque un directo mío había sido demasiado largo: en lugar de treinta y cinco segundos hablé casi minuto y medio. Y claro, el vídeo de la sección de Cultura, cuyo jefe era Luis Felipe, como siempre va al final del informativo,  no se emitió por falta de tiempo. Porque Cultura, claro, va siempre en la cola.

Querido Luis Felipe, quiero que sepas que nunca me perdonaré aquel desliz. Cómo me gustaría que alguna información cultural abriera un informativo de vez en cuando (los obituarios no cuentan). Si los sucesos estuvieran colocados al final de la escaleta igual algún día me habría enrollado adrede en un directo para ver si caía la breva y se quedaba fuera alguno de esos turbios, escabrosos, malolientes y superficiales asuntos que de un tiempo a esta parte han laminado el rigor y el interés de la información televisiva.

J.T.

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