Cuando el teléfono, de pronto, no suena

Yo ya lo sabía, ya contaba con ello, pero constatarlo hace tragar saliva.

Nadie me llama para venderme motos ni por equivocación. Los gabinetes de prensa de consejerías, empresas e instituciones varias no han dado señales de vida en lo que va de año.

Me consta el dolor de todos por la desaparición de CNN+, pero nadie llama ni para dar el pésame. Bueno, miento, nadie ni del psoe, ni de la junta, ni de izquierda unida. Pero sí mi amigo  Mateo Risquez, jefe de prensa del PP Andalucía. Así son las cosas y asi las cuento

Y las cuento mientras aprovecho para desconectar unos días. Mientras el teléfono sigue en silencio, mi comadre Lola me inmortaliza durante mis días en Almería, al final de la Rambla, con las aguas del puerto adivinándose al fondo.

J.T.