Lo que me parecen las convocatorias de políticos para soltar un speech y luego no admitir preguntas lo tengo escrito ya aquí en otras ocasiones.

Nos preparamos las preguntas, nos leemos el blog del político catalán donde se ratifica en las críticas y desmenuza argumentos que piden a gritos una réplica y nos dirigimos a la cita con el tiempo justo.

- ¿Por qué nos hacéis venir entonces, preguntamos, cuando para una declaración sin preguntas basta con que enviéis un fax, o un correo electrónico, incluso un video grabado por vosotros mismos?
Pasa el tiempo y Griñán no aparece. Son ya las doce y cuarto cuando, durante la espera, uno de los asesores escucha nuestras protestas por el planteamiento de la comparecencia.
- Me parece muy bien que protestéis, nos dice el amigo. ¡Viva la libertad de expresión… y el flamenco! –añade. Con un par.
En ese mismo momento apareció Griñán para replicar a Puigcercós. Ninguno nos fuimos. Allí nos quedamos todos, haciendo de amanuenses. Así nos va.
J.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario