sábado, 24 de octubre de 2020

Lola Maldonado, víctima de su exceso de lucidez

Palabras de despedida

Lola Maldonado
, a quien desde hace casi cincuenta años me unía un cariño de hermanos, era una mujer VÍCTIMA DE SU EXCESO DE LUCIDEZ. Demasiado brillante para llevar una vida normal. 

Quiero rendir homenaje hoy aquí a su memoria y a su vida con estas palabras. Quiero rendir homenaje a quien tenía un actitud ante la vida que, en ocasiones, recordaba a memorables mujeres de la historia de la literatura. 

Mujeres como Emma Bovary, la heroína de Gustave Flaubert, que marcó a generaciones con su increíble vida y carácter. Insegura y sensible, luchó por ser feliz pese a flirtear a veces con el aburrimiento y la depresión. Tropezaba y caía, pero nunca se rindió. 

Mujeres como Elizabeth Bennet, una de las protagonistas de Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen, siempre reivindicando su independencia y negándose a aceptar lo establecido, que pensaba por sí misma y actuaba en consecuencia. 

Lola unas veces parecía Ana Karenina por su cabezonería, su tenacidad o su propensión a ponerse el mundo por montera, y otras recordaba a Miss Marple, el personaje de una docena de novelas de Agatha Christie, mujer astuta, perspicaz… y metomentodo. 

Si hubiera vivido en la Oviedo de Clarín, Lola podía perfectamente haberse convertido en inspiradora del personaje de Ana Ozores, la protagonista de La Regenta, de personalidad insegura pero con criterio, que acabó siendo víctima de una sociedad que no la entendía, la reprimía y no le dejaba ser lo libre que quería ni sentir de la manera en que ella lo necesitaba. 

En Sant Cugat, a primeros de los setenta, Lola era la más brillante de todos nosotros, la docena de almerienses que por aquel entonces nos fuimos a estudiar a la Universidad Autónoma de Bellaterra. Se leía en un día, y los asimilaba, tochos de 400 y 500 páginas. 

Hemos vivido casi siempre en la distancia, yo en Sevilla, Málaga o Madrid; ella en Almería, pero cuando venía aquí la veía antes y más veces que a parte de mi familia. A ella y a su hijo Francisco, mi ahijado. A pesar del perro. 

Los últimos dos años y medio, la enfermedad nos unió más aún. Mis hijas la adoraban y sus madres también. Por algo sería. Y Alicia, mi compañera de vida los últimos seis años, siempre estaba preocupada porque el cáncer de Lola, me decía, era más grave que el suyo. Hace ya más de nueve meses que murió. 

Menos acostarnos, Lola y yo hicimos centenares de cosas juntos en nuestra vida, pero lo que quedará fijado para siempre en mi recuerdo es la excursión a Segovia que el pasado 6 de septiembre, apenas dos semanas antes de que ingresara en el hospital de donde ya no saldría con vida, hicimos con ella mi hija Gádor y yo: Catedral, casa de Machado, Alcázar, Acueducto, el reglamentario cochinillo… Caminó todo el día y aguantó como una leona. 

Desde hacía años, solía leerle muchos de mis artículos antes de publicarlos. Ya en el hospital, todavía le dio tiempo a corregirme los de los días 8, 10 y 12 de octubre, este último dedicado a la historia de la Comunidad de Madrid, el himno y su bandera. Al que escribí para publicar el día 14, ya no pudo darle su visto bueno. 

Durante los últimos días en el hospital a veces repasábamos algún libro que en su día nos gustó a los dos y otras, gracias a internet, recordábamos películas y canciones que en su día nos dejaron buen sabor de boca. Era momento de cosas ligeras. “El golpe” la disfrutamos en mi ordenador portátil el día 9 de octubre; “Con faldas y a lo loco” llegamos a la mitad el día 10, y el 11… ya no tuvo ganas de ver el resto. Entre los últimos vídeos musicales que escuchamos juntos estuvo el Aleluya de Leonard Cohen:

“…la guerra pronto se acabará.
 
En el mundo al fin reinará la paz
 
y no habrá miseria alguna.
 

Aleluya Aleluya, 
aleluya
 Aleluya, aleluya 

Porque la norma sea el amor
 y no gobierne la corrupción, 
sino
 lo bueno y lo mejor del alma pura.
 
Seguro que Dios nos protegerá de un mal final”. 

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(Almería, 24 de octubre de 2020, texto leído durante el acto de despedida final a mi "comadre" del alma.)
 

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