jueves, 15 de mayo de 2014

El triunfo de los escraches


Tenía la caverna el argumentario preparado para la primera contingencia que apareciera en el horizonte. Y hete aquí que el destino vino a servirles en bandeja de plata, pensaban ellos mientras se apresuraban a instrumentarlo, nada menos que el asesinato de la responsable del pp en León y presidenta también de la Diputación de la provincia.

Qué putada para tanto buitre desprejuiciado que, a la hora en que se cometió el crimen, un policía jubilado estuviera merodeando por la zona y, aburrido porque la crisis ha acabado hasta con las grúas y las obras que podían haberlo tenido entretenido, decidiera seguir a la presunta asesina y propiciar su casi inmediata detención gracias a la información que éste proporcionó a sus antiguos colegas. Se quedaron sin coartada.

Aún así, hasta que se supo que la detenida había reconocido la autoría explicando que se trataba de una cuestión de "inquina personal", las baterías de los crispados tenían muy claro hacia dónde tenían que orientar los disparos. Y así lo hicieron desde el primer momento. ¿Qué iniciativa social está calando con fuerza entre los ciudadanos y conviene desprestigiar con urgencia antes que continúe subiendo enteros en el respaldo popular? ¿La Plataforma de Afectados por la Hipoteca? Pues a por ellos.

Que la consigna se estaba cociendo en los fogones de la triste y peligrosa caverna empezó a resultar evidente la noche en que Alfonso Rojo llamó gordita a Ada Colau. El abominable tuit de Isabel San Sebastián contra los escraches nada más conocerse este lunes la muerte de su tocaya Carrasco sirvió para que ya no quedaran dudas y se confirmaran todas las sospechas sobre por dónde sopla el viento de las invectivas de la derecha: hay que criminalizar, ridiculizar, desprestigiar a la PAH. Como sea. No se puede tolerar su triunfo.

La PAH es la organización que tras el 15M, fecha de la que este jueves celebramos su tercer aniversario, más visibilidad y más éxitos ha conseguido a la hora de pegarle un meneo a esto, la que más autoridad moral gana a medida que  más movilizaciones ciudadanas promueve contra los desahucios, contra la injusta y abrasante actuación de los bancos, contra todos aquellos que engañaron y estafaron sin pudor en la época de las vacas gordas a cuanto incauto encontraron en su camino.

Los escraches son salud en sí mismos. Han contribuido y contribuyen a revitalizar la salud democrática porque conectan con la indignación a la que lleva esa sensación de impotencia que a veces nos agarrota y demuestran que protestar es útil, que "sí se puede", que las batallas se ganan cuando se libran con argumentos, paciencia y constancia...

Estos últimos días, junto a otros colectivos sociales, la PAH ha dado un paso más: ha presentado una denuncia ante distintas instituciones internacionales como la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa) por la vulneración de derechos humanos que entienden se lleva a cabo en nuestro país. Se trata de un documento en el que explican los efectos, en mucho caso trágicos, que sobre miles de personas han tenido y tienen en España los desalojos despiadados, los desahucios sin alojamiento alternativo... algo que, argumentan, supone una violación flagrante de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

¿Extraña pues que el pp no los pueda ver ni en pintura, que a la menor oportunidad todos sus palmeros en redes, periódicos y televisiones varias se lancen al ataque al grito de "a los de la PAH, ni agua"?  Y más aún cuando, para rematar la faena en su denuncia internacional, los Afectados por la Hipoteca explican cómo en varias comunidades autónomas, casi todas ellas peperas, se están vendiendo miles de viviendas públicas, con sus inquilinos dentro, a corporaciones-buitre como Goldman Sachs o Azora para que puedan especular con ellas a mayor gloria de sus beneficios y menor oportunidad para quienes siguen buscando desesperados un techo bajo el que vivir en paz?

Que la PAH esté adquiriendo tanto protagonismo y que sus iniciativas acaben siendo un éxito es lo que estos desprejuiciados que nos gobiernan y sus cavernícolas adláteres no parecen dispuestos a tolerar. De ahí que a las primeras de cambio apuesten por endiñarle leña al mono. Pero esta vez han patinado. Los Tertsch, Sansebastianes y voceros varios del pp esta vez se han columpiado con todo el equipo. Insisten en no enmendar el error, y ni por asomos se plantean pedir disculpas, pero si alguien albergaba alguna duda sobre la necesidad urgente que tienen de clavarle a la PAH ese cuchillo que siempre llevan entre los dientes, con el triste episodio de León la cosa ha quedado pero que muy clara.

Qué pena que un jubilado aburrido contribuyera a la rápida detención de la presunta asesina y de su hija. Qué pena que la principal encausada haya declarado que actuó por inquina personal. Se quedaron sin coartada los peperos y sus palmeros. Miedo me da imaginarme de qué estaríamos hablando ahora si a estas alturas, y en plena campaña electoral, no existiera aún detención ni confesión alguna.

J.T.

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