lunes, 28 de junio de 2010

¿Dónde está la frontera entre la información y el morbo?


Ver el aspecto de Rafael, el sevillano a quien un equipo de cirujanos del hospital Virgen del Rocío le practicó un trasplante de cara hace tres meses, era un hecho informativo. Un acontecimiento noticiable en toda regla al que el protagonista se ha prestado este martes voluntariamente.

Eso sí, en la convocatoria que nos envió el hospital se precisaba que "el paciente y su familia han decidido comparecer en este mismo y único acto público puesto que han solicitado que, una vez se produzca el alta hospitalaria, se respete su derecho a la intimidad y vida privada".

Retransmitida en directo, la comparecencia de Rafael contaba con todos los componentes de intriga, emoción y final feliz que son siempre los aderezos de un buen melodrama.

Rafael era consciente de la expectación que despertaba su aparición en público y ha aprovechado la ocasión, además de para dar las gracias a la familia del donante y al equipo médico, promocionar este tipo de trasplantes y animar a quienes puedan encontrarse en situaciones parecidas a la suya.

Una vez hecho esto, reclama respeto a su privacidad y el derecho a volver sin interferencias a su día a día de siempre.

Si lo consigue, si lo respetamos, habremos hecho hoy un buen trabajo informativo y a partir de aquí habremos demostrado que sabemos dónde están los límites.

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La foto de Rafael con una de las enfermeras que lo ha estado cuidando durante los tres últimos meses es de mi amigo Eduardo Abad

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Esta entrada se publicó por primera vez en "Las carga el diablo" el 4 de mayo de 2010

J.T.



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