Sobre todo en Televisión Española, solo veo palas madrileñas en los telediarios, tractores y 4x4 madrileños, quitanieves madrileños… Nos cuentan las penalidades de Barajas y Atocha, sabemos en toda España que el Retiro está cerrado, que no hay colegios en Madrid, que ha faltado verdura y fruta fresca en Madrid. Tenemos decenas de centros de distribución en España pero en la tele solo sale Mercamadrid. Madrid es España y España es Madrid, ya lo dijo “Ella” aquel día en que la visitó el presidente…
Tengo por algún lado escrito que la madrileñización de la información es un mal endémico histórico que no arreglan ni el abaratamiento de los costes de producción informativa ni la facilidad de las transmisiones en la era de internet. Televisión Española cuenta con casi dos decenas de centros territoriales por todo el país, pero en el telediario solo salen las calles de Madrid, los reporteros de Madrid y hasta los presentadores de Madrid haciendo calle por Madrid: Ana Blanco, Lorenzo Milá, Franganillo… 17 centros, pero vemos más en pantalla a las corresponsales de Estados Unidos que a redactores de Santander u Oviedo. En Álava ha estado nevando diez días seguidos desde el uno de enero y ni una conexión con Vitoria…
Atención, pregunta para Enric Hernández, pregunta para Pep Vilar, máximos responsables de los Informativos de TVE: vamos a ver, amigos, esto… ¿cómo puede ser?
Que las privadas nos atiborren de madrileñización y de banalidades (la noche del martes doce Telecinco dedicó una pieza a los resbalones en serie que la nieve provocaba en un rincón madrileño cerca del Senado) no es de recibo, pero al fin y al cabo ellas sabrán. Ahora bien, TVE es un servicio público, repito: “Ser-vi-cio-Pú-bli-co”. Y los ciudadanos de Teruel o Albacete pagan sus impuestos para que se les informe también de lo que ocurre en su tierra y se les ayude a buscar solución a sus problemas. Información y servicio público. Si esa ha de ser siempre la ecuación a manejar en los Servicios Informativos de una televisión pública, tal cosa se hace ineludible cuando llegan momentos como los que estamos viviendo: nevadas y pandemia.
Más grave aún: no es que se ignore a Huesca, o a Zamora, es que ni siquiera mandáis un equipo a Cercedilla, o a Rascafría, o a Usera, o a Moratalaz: un directo en la puerta del Gregorio Marañón, una pieza frente al Retiro, otra en la Castellana, una tercera en la Fuente del Berro y ¡apa, a correr! Millones de presupuesto para eso. Telemadrid, con muchos menos recursos, lleva una semana dándoos sopas con onda. Impartiendo lecciones de cómo se hace servicio público desde un medio público a pesar de sentir en el cogote el aliento de los impresentables que mandan en la Comunidad y a quienes se llevan los demonios porque no consiguen controlar como les gustaría una televisión autonómica que sigue viva de milagro.
¿Tuberías reventadas? Las de Madrid; ¿huesos rotos?, los de Madrid; ¿metro? el de Madrid; ¿alcalde? el de Madrid (hasta tres veces ha llegado a salir Martínez Almeida en el mismo telediario); ¿coches atrapados?, los de Madrid; ¿campos de fútbol con nieve?, el Bernabéu y el Wanda Metropolitano, faltaría más.
¿La pandemia? Al minuto 25 de la escaleta este martes al mediodía en el TD1. Aunque los datos de contagiados y fallecidos vuelvan a ser escandalosos, la nieve es la nieve y Madrid es Madrid. ¿Para qué vamos a ponernos a hacer periodismo con el frío que hace, ¿verdad? ¿para qué vamos a contar historias, o pasarnos por la Cañada Real, o investigar, por ejemplo, qué empresas privadas tienen contratos de limpieza con el Ayuntamiento de Madrid, o lo que cuesta el mantenimiento de la M-30, o si se han utilizado adecuadamente los recursos de los forestales. Y ya veis, son asuntos que se pueden hacer sin salir de Madrid. Porque lo que ha quedado claro es que los 17 centros regionales de Televisión Española, ni están… ni se les espera.
Enric, Pep, no me cabe la menor duda de que lo sabéis hacer muchísimo mejor de lo que lo estáis haciendo. ¡Apa, nois!
J.T.
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