Este domingo he participado en una manifestación invisible.
La mala suerte ha querido que en casa tengamos estropeada la máquina de fotos, con lo que no puedo dar fe de que realmente participé en la manifestación que creo que participé
No puedo demostrar que estuve y lo que es peor: si miro los periódicos de este lunes no puedo demostrar siquiera que la manifestación existió. Los medios locales la ningunean y los nacionales hablan de Madrid, de Barcelona, de Valencia... pero de Sevilla... nada. ¿Y fotos? Menos aún.
Igual ha sido un sueño
La verdad es que si acabo por convencerme de que la manifestación no existió, el sueño fue bastante bonito:
Cinco mil personas éramos, congregados en la sevillana Plaza de España para protestar... por tantas cosas...
No había pancartas de partidos políticos ni de sindicatos, pero sí lemas que describían cómo nos sentimos tanta gente en este país:
"Me sobra mucho mes al final del sueldo", decía una pancarta
"Tenemos la solución: los banqueros, a prisión", proponía otra
"No hay democracia si gobiernan los mercados"...
"Si el capitalismo no te da futuro, construye un futuro sin capitalismo"...
"Manos arriba, esto es un rescate". Y así decenas
Soñé que abandonábamos la Plaza de España y enfilábamos hacia Puerta Jerez atravesando la calle San Fernando... luego llegamos hasta la Avenida de la Constitución y rematamos la faena en la Plaza de San Francisco, junto al ayuntamiento, a las puertas del Banco de España.
Éramos gentes de toda edad y condición. Se palpaban las ganas de hacerse visibles y de exteriorizar tanta indignación acumulada. Como probablemente se trataba de un sueño, había sido posible orquestarlo todo al margen de las convocatorias de siempre.
Claro que como no había habido convocatorias "oficiales", los medios no lo tenían en previsiones como cobertura. ("Sin botellón no nos sacan en televisión", había escrito un joven en su pancarta" Y además un domingo por la tarde, con la escasez de personal que hay en las redacciones: que lo haga Madrid, pensarían.
Y claro, lo hizo Madrid y Madrid pasó de contar lo que yo viví. O lo que yo creo que viví. Demostrarlo me va a costar: me he vuelto loco buscando fotos de mi querida manifestación sevillana de cinco mil personas.
Cinco mil personas: la misma cifra de gente que casi a la misma hora aguardaba en la estación de Santa Justa la llegada del Betis que acababa de subir a primera división.
En esa manifestación ni estuve ni la soñé. Pero de esa sí tengo hoy en los periódicos todas las fotos que quiera.
J.T.
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