miércoles, 15 de octubre de 2025

El caso del cuadernillo sexual retirado de las escuelas sevillanas


La derecha sevillana, con el PP al frente y Vox marcando el paso, ha decidido que un cuadernillo de educación sexual es demasiado para las aulas. Lo han retirado, dicen, para darle un remozado, como quien pule un mueble viejo antes de decidir si lo tira o lo guarda en el trastero. Pero no nos engañemos porque esto no es un retoque estilístico, sino una cesión en toda regla. en palabras de Cristina Peláez, portavoz de Vox, quien por supuesto aplaude lo que en su formación política consideran una "buena noticia". 


El cuadernillo, sin embargo, no es precisamente un tratado subversivo. Explica lo que cualquier padre o madre sensato querría que sus hijos entendieran, que sus cuerpos les pertenecen, que el respeto es la base de toda relación, que la pubertad no es un misterio vergonzante sino un proceso natural. Habla de placer, sí, pero como parte de una sexualidad sana, responsable y consentida. Nada que no esté ya en la ley, porque la educación afectivo-sexual es un derecho, no un capricho, que ha de estar blindado por las normas educativas.


La presión ultraderechista, con su cruzada por devolver la sexualidad al ámbito doméstico como si se tratara de un secreto de familia que no debe salir de casa, ha conseguido doblarle el pulso al PP una vez más. No es la primera ocasión en que la derecha ultra se arrodilla ante la ultraderecha para no perder su favor, aunque en esta ocasión tengo para mí que igual no les ha costado demasiado esfuerzo habida cuenta del proverbial meapilismo pepero. El mensaje parece claro: la prevención, el conocimiento y la protección de los menores no importan cuando hay rédito político en juego. 


La excusa oficial es que un grupo de expertos revisará el material, como si los que lo diseñaron no supieran de qué hablaban. Las asociaciones de padres se llevan las manos a la cabeza, y con razón, porque retirar el cuadernillo pone en cuestión un pilar educativo que busca prevenir la violencia de género, el abuso y la desinformación. Si no se habla de sexualidad en las escuelas, los niños aprenderán en otros sitios, en las redes, en los parques o en los callejones oscuros de internet donde nadie les hablará de respeto ni de consentimiento. 


En Sevilla la educación sexual ha perdido un asalto. Esperemos que la batalla no. Los padres, los docentes y la ley están del lado de los niños y de su derecho a crecer informados y seguros. Hay cosas que no se negocian y esta ha de ser una de ellas. Tocará pelear. 


J.T.

No hay comentarios:

Publicar un comentario