Marcelo no ha podido abandonar a Fernández Díaz. Un ángel como dios manda no hace eso, pero el exministro del Interior, que ha presumido de su ayuda hasta a la hora de encontrar aparcamiento, cuando le ha visto las orejas al lobo de verdad, se ve que ha preferido echar mano de la mentalidad práctica y aplicar el viejo refrán: “A Dios rogando, sí, pero con el mazo dando”.
Hay quien sostiene que es Marcelo quien ha dejado tirado a Fernández Díaz pero yo creo que, en el caso de que alguien haya abandonado a alguien, habría sido al revés. Tanto como dejarlo tirado quizás no, porque es verdad que quien fuera ministro del Interior en el gobierno de Mariano Rajoy estaba muy orgulloso de su ángel de la guarda y presumía de él cada vez que podía. Seguro que estuvo a su lado en el caso de las célebres grabaciones a Daniel de Alfonso, jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, cuando se investigaba a diversos políticos independentistas con la tranquilidad de que, si durante el procedimiento se cometía algún irregularidad, ya la Fiscalía se encargaría de “afinar” el asunto.
Si Marcelo estaba allí en aquellos instantes, insuflando los ánimos que su protegido necesitaba, si no le falló entonces… ¿por qué iba a fallarle ahora? Seguro que también andaba por medio cuando hubo que poner en marcha el operativo por el que anda procesado. Había que evitar que Luis Bárcenas, ese “traidor”, se fuera de la lengua y abriera la espita de las inmundicias en el Partido Popular. Y lo del falso cura asaltando la casa del ex tesorero del PP, ¿qué me dicen? Aquello pudo ser inspiración "angelical" perfectamente.
¿Qué tal son las cloacas, Marcelo, qué pinta tienen? Cuéntanos, por favor ¿Cómo son en la intimidad Pino, Villarejo, García Castaño y compañía? ¡Ay, si tú hablaras, Marcelo! Pero claro, eso no va a ocurrir porque entre las virtudes de los ángeles custodios está la discreción, la serenidad, la intangibilidad, nunca mejor dicho. La verdad es que tu protegido parece haber seguido tus consejos durante mucho tiempo, y quizás por eso cuesta un poco más entender este último giro de guión ¿Qué crees que le ha debido pasar? ¿qué le ha debido llevar a romper la baraja con el estrépito con que lo ha hecho?
Imagino tu disgusto -¿o no?- el pasado día 2 de septiembre, cuando se hizo público que tu querido Jorge había decidido tirar de la manta autorizando a sus abogados a presentar un recurso en la Audiencia Nacional en el que rechaza que Kitchen se ideara y ejecutara en el marco institucional del ministerio del Interior. Bárcenas era tesorero del Partido Popular, precisó en el recurso, no del ministerio. En resumen, que de comerse el marrón él solo mientras otros y otras se van de rositas, nada de nada. No ha citado expresamente a Rajoy ni a Cospedal, pero tampoco parece que haga falta.
Como escribió Miguel Ongiel en su cuenta de twitter, más que un recurso lo que ha hecho Fernández Díaz es una confesión en toda regla porque “valida que existió Kitchen, afirma que se organizó desde el PP, apunta a Rajoy (y Cospedal) y deja en evidencia la parcialidad del juez”.
A lo mejor estás algo mosqueado con Jorge por recurrir al mazo, Marcelo, pero entiéndelo, nadie es de piedra y menos los católicos apostólicos y romanos adscritos a la sagrada obra de san Josemaría Escrivá de Balaguer, que pueden pecar todo lo que quieran porque total luego se confiesan y ya está, limpios otra vez como si no hubiera pasado nada.
En este caso parece difícil aplicar aquello de que tu mano izquierda no se entere de lo que hace la derecha porque el ventilador en marcha ha hecho que hasta las uñas de cada dedo estén enteradas ya de todo. O de casi todo, porque algunos misterios sin resolver quedan aún por Génova, 13, donde se ha cocinado lo más obsceno y rastrero que durante años ha ocurrido en España en materia de corrupción.
Por mucho que los nuevos cachorros, esos pimpollos que últimamente parecen andar siempre noqueados, se empeñen en controlar el Poder Judicial dificultando su relevo, la suciedad de todas la componendas del Partido Popular acabará saliendo a la luz. Eso lo sabes tú, respetado Marcelo y lo sabe tu protegido Jorge. ¿Acaso la decisión de tirar de la manta la habéis tomado juntos tú y él? No me digas que ha podido tener algo que ver también alguna de las muchas vírgenes que lleva condecoradas a lo largo de su vida!
Como se encarga de recordarnos el director de este periódico digital, Pepe Fernández, “en política y negocios es muy raro que alguien se ofrezca a ser cabeza de turco y aparecer ante todos como un golfo. En mi vida solo conocí a un hombre -señala Pepe- que tuviera asumido el comerse todos los marrones de “otro”. Se llamó Manolo Prado y Colón de Carvajal”.
J.T.
Publicado en Confidencial Digital
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