viernes, 2 de octubre de 2015

Tenemos ochenta días para echarlos de la Moncloa


Madrid, calle Martín de los Heros, uno de Octubre, nueve y media de la noche.

- Confirmado, Juan, las elecciones generales serán el 20 de diciembre.

A mi amiga Maribel S. Maroto le ha llegado un urgente con la noticia que Rajoy le acaba de regalar a su incondicional Gloria Lomana, Antena 3TV, en algo parecido a una entrevista. No deja de tener su gracia el momento. Estamos con Fran Llorente, Íñigo Errejón, Jorge Lago, Carlos Enrique Bayo, Pilar Casanova... Esperamos para asistir, en los cines Golem, al pre-estreno de "No estamos solos", la película en la que mi querido Pere Joan Ventura le pega un repaso tan rotundo y preciso a los últimos cuatro años de gobierno PP que te invita a tener preparada, desde ya, la papeleta entre los dientes para el día en que abran las urnas. La película, yo ya la había visto, dio la nota en la sección oficial del Festival de San Sebastián hace una semana pero esta noche, Madrid es lo que tiene, es su presentación en sociedad: a la vera nuestra están Enric Sopena, Nativel Preciado, Fernando Trueba, Almudena Grandes, Luis García Montero... La noticia de la fecha definitiva de las elecciones corre como la pólvora y muchos no podemos evitar el comentario optimista:

- Ochenta días. Quedan ochenta días para echarlos de la Moncloa de una puñetera vez.

Entras al cine, comienza la proyección y, como le dije a Giorgina Cisquella, no puedes menos que preguntarte

-¿Pero... ¿todo esto ha ocurrido en los últimos cuatro años? ¿Tanto hemos salido a la calle? ¿tanto hemos protestado?

A saber: La Plataforma de Afectados por la Hipoteca y sus celebrados escraches, Mareas de todos los colores, el Tren de la Libertad, manifestaciones contra la ley del Aborto, Marchas por la Dignidad, la lucha del barrio de El Cabañal en Valencia, la señora que encuentra el sentido de su vida cuando la admiten en las movilizaciones de los yayoflautas, las luchas de los trabajadores de Panrico y Coca-Cola, el señor que se dedica a fabricar y distribuir pancartas en las manifestaciones porque "una manifestación sin pancartas se diferencia muy poco de la salida de un partido de fútbol..., la corrala "Utopía", los flamencos que protestan cantando en una sesión plenaria del Parlamento andaluz, la Solfónica y la interpretación de piezas magistrales durante las protestas, el cerco al Congreso, las luchas con una policía que recuerda tiempos que creíamos ya superados...

Remedando a Galeano: ha sido mucha gente haciendo muchas cosas, puede que pequeñas pero muchas, durante mucho tiempo.

Toca recordarlas ahora que faltan ochenta días para el día "D", y por eso la película de Pere Joan Ventura viene que ni pintada. Verlas todas juntas es una especie de providencial patada en el culo a nuestras desmemoriadas conciencias, tan propensas a adormilarse a las primeras de cambio.

Ahora que faltan ochenta días creo que sería bueno no dejar pasar ni uno solo de todos ellos sin darle un buen repaso al memorial de agravios perpetrados por un gobierno que nos ha tratado como súbditos desde el minuto uno en que llegó al poder, olvidando por completo que gobernar es estar al servicio de quienes te votan y no pisotearnos sin descanso como han hecho.

Creo que es bueno recordar una y otra vez las muchas fechorías acumuladas por este atajo de desaprensivos desde que llegaron al poder en diciembre de 2011. Veamos:      

En febrero de 2012, cuando apenas llevaban mes y medio gobernando, nos pegaron la primera bofetada gorda con una Reforma Laboral que dejó a los trabajadores desnudos ante los empresarios con un recorte histórico de derechos, ridículas, cuando no inexistentes, indemnizaciones por despido, un régimen de contratación cercano a la esclavitud y una desprotección laboral que inhabilita de hecho el histórico papel de los sindicatos. Pocos meses después tuvo lugar el recorte de gasto público más grande de la democracia: se aumentó el IVA, fue aprobado el copago sanitario, se redujo la inversión educativa… Rodillo puro y duro.

Con la coartada de intentar reducir el déficit se recortó el gasto público en nueve mil millones de euros, se congeló el sueldo de los funcionarios y también el salario mínimo interprofesional. Y qué decir de la Educación, donde el nefasto Wert lo ha dejado todo hecho unos zorros: recortes criminales en Educación, y también en Sanidad y Dependencia, mientras los bancos se chupaban todo el dinero que venía de Europa.

Conviene también recordar que tan solo un día después de que el Eurogrupo acordara cómo rescatar al sistema bancario español, fue cuando Rajoy presentó el mayor ajuste de la democracia: sesenta y cinco mil millones de euros en dos años. Además de la subida del IVA, suprimió también la paga de Navidad a los funcionarios. Por no hablar del nombramiento del acreditado comisario político José Antonio Sánchez para presidir la corporación de RTVE. No olvidemos la Ley de Seguridad Ciudadana, la famosa ‘Ley Mordaza’, ni tampoco el vergonzoso trasiego con la reforma de la ley del Aborto.Y tantas otras cosas... Hablaremos de ellas durante los próximos ochenta días.

Nos han hecho mucho daño. Han gobernado contra la gente, nos han engañado, mentido, robado, se han cachondeado de todos como les ha dado la gana y ahora tienen la enorme cara dura de volver a pedir el voto sacando la piel de cordero de su inacabable fondo de armario. Igual que han hecho en Catalunya cuando, el día antes del cierre de campaña y a la vista del tortazo que se iban a pegar, Soraya y Mariano se atrevieron incluso a emitir cariñosos mensajes en catalán macarrónico. No tienen vergüenza ninguna. Como no la van a tener en estos ochenta días que faltan para las tan esperadas elecciones generales.

Es fundamental no olvidar nada de lo que nos han hecho, que ha sido mucho. Y para eso viene bien irse a ver "No estamos solos" con lápiz y papel, tomar notas y no perder detalle: que no se nos olvide ni una sola de las cientos de putadas que nos han gastado.

- Parece mentira que hayan pasado tantas cosas, ¿verdad, Juan? -me dice Pere Joan.
- Por eso es tan útil tu película, le digo. Y más en estos momentos.

Sería higiénico, muy saludable, que todo el mundo tuviera oportunidad de verla antes de ir a votar. Tenemos ochenta días. Ochenta días para echarlos de la Moncloa.

J.T.

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