lunes, 23 de abril de 2012

Lo peor es lo mal que mienten


Cada viernes, antes de que comiencen las comparecencias ante la prensa tras la celebración de los Consejos de Ministros me viene a la memoria el retintín chirriante de la sabionda Soraya cuando el 30 de diciembre pasado anunció los primeros desmanes de los muchos que el gobierno Rajoy tenía planeado perpetrar.

- Y esto es solo el inicio del inicio, dijo con cara de niña traviesa y listilla a la que el profe ha dejado en su ausencia a cargo de la clase.

En este país menguante y bamboleante en el que sobrevivo un probo, gris y escurridizo registrador de la propiedad lleva ya cuatro meses registrándonos o, más bien, robándonos literalmente las carteras. Y lo hace con tanta cara dura que encima nos lo pretende vender como un favor

- Si lo hago por vuestro bien, tontos. Si no lleváis ningún dinero encima no podréis ceder a la tentación de gastar por encima de vuestras posibilidades

Rapiña aquí, rapiña allá... Como el ladrón borracho que sabe que quiere robar pero que no acaba de decidir a quíén hacerlo. Y mientras va dando tumbos y haciendo "eses" de lado a lado de la calle proclama reivindicativo y vociferante:

- Yo no improviso. Lo tengo todo pensado hasta el verano

Cada vez que me anuncian nuevos recortes, proclamas xenófobas u homófobas, juego a imaginarme que soy el ministro que tiene que justificar esas medidas y en seguida se me ocurren argumentos menos burdos y menos descarados de los que ellos utilizan.

Hay una razón: Cuando yo juego a ser cínico procuro contar siempre con la inteligencia de quien me escucha. Ellos ni eso. Ellos nos tratan directamente como tontos. 

Y así Wert, Mato, Montoro, Báñez, Gallardón, Cospedal o Soraya acaban resultando patéticos porque en el fondo hasta ellos mismos constatan que nadie se está tragando sus mentiras.

Hay uno que no miente. Uno que me da miedo. Se llama de Guindos y es el verdadero presidente del gobierno, el Joseluismoreno ventílocuo que maneja a su antojo su Macario-Rockefeller-Rajoy y al que parece tenerlo amenazado con meterlo en la maleta si no hace y dice lo que el representante en España de sus majestades los mercados han decidido que aquí se haga y se diga.

J.T.

1 comentario:

  1. ElCordónDeMiCorpiño28 de abril de 2012, 9:08

    Y lo pésimo es que representan a lo más bajo del instinto humano, y nos despiertan contra ellos el nuestro: hijos desnaturalizados de madre innombrable!

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