martes, 28 de febrero de 2012

El mundo horizontal


Esto no va a ser ya nunca más como fue

Los tiempos que vienen son tiempos para subvertir
Los tiempos que vienen no son tiempos de templar gaitas

Aunque nunca he tenido poder, tengo la edad de la generación que más tiempo lleva en el poder en la historia de nuestro país.

La generación que está en el poder es la generación "sandwich". Es la generación cuyos padres hicieron todo lo posible para que tuviéramos una educación y un futuro mejor que el de ellos. Es la generación que se abrió paso a codazos, entre agitadas manifestaciones, libros que devorábamos y que digeríamos unos mejor que otros, y unos sueños de libertad cocinados y aderezados entre sexo, drogas y  rock and roll.

Cuando empezamos a abrirnos camino y tuvimos hijos, nosotros también quisimos que tuvieran un futuro y una educación  mejor que la nuestra. Tenemos ahora, pues, jóvenes formados a los que hemos educado para que se coman el mundo pero nosotros no acabamos de asumir que ha llegado la hora en que hemos de dar un paso atrás.

Cada vez que hablo de esto, tengo a  gente de mi quinta que se me cabrea, pero quizás es que no me explico bien: No se trata de quitarnos nosotros de en medio de un día para otro, sino de dejarles a los jóvenes su espacio antes de que ellos nos lo quiten por lo militar, que es lo que acabarán haciendo si continuamos/continúan aferrados a los sillones.

En muchas organizaciones, en muchas empresas, en los partidos políticos... se suele ver a los jóvenes con recelo. Con la boca chica se admite su presencia pero en el fondo no se le abren las puertas con franqueza.

Con el boom de las redes sociales, todo se ha acelerado. El mundo está evolucionando a una velocidad vertiginosa y a muchos nos está pillando con el paso cambiado. Las redes sociales han traído la horizontalidad a nuestras vidas y están poniendo en cuestión las estructuras de poder tradicionales. Como antes pusieron en cuestión la fotografía o la correspondencia por correo  tal como se entendía hasta hace cuatro días. O la música. O el cine, los libros, la televisión, los periódicos...

Los jóvenes a los que nos resistimos a dar paso (que no significa quitarnos nosotros absolutamente de en medio, repito, sino aprender a coexistir) se mueven en una longitud de onda que, o la asumimos y la interiorizamos, o las costuras del tinglado político, económico y social que todavía mantenemos en pie a duras penas, acabará reventando por sus cada vez más débiles costuras.

El mundo se ha abierto tanto que en poco tiempo todo funcionará de otra manera.

Y las empresas, las organizaciones, los partidos tienen que aprender a adelantarse a los acontecimientos

Si insisten en ir a remolque de lo que ocurre, más tarde o más temprano desaparecerán tal como se conocen hoy día.

Ha llegado el momento, queridos carrozas de mi generación, de ponerse las pilas.

Ha llegado el momento de asumir que el control, la planificación y el diseño de estrategias habla hoy un lenguaje mucho más vertiginoso y urgente que aquel al que estábamos acostumbrados.


Esto no va a ser ya nunca más como fue

Los tiempos que vienen son tiempos para subvertir
Los tiempos que vienen no son tiempos de templar gaitas.

J.T.

2 comentarios:

  1. Lo voy a imprimir y la próxima vez que escuche la expresión "templar gaitas" darte con él en la cabeza. Aparte de eso, buen post, ya me contaréis a qué viene tanto secretismo...

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  2. Yo emigré en plena adolescencia a Lérida y de aquellos años adolescentes tengo el recuerdo de mi padre quejándose bastante a menudo de que los jóvenes habían perdido el respeto y no respetaban las normas, en cambio yo admiraba y respetaba a esa juventud valiente que ponía banderas catalanas en las aulas aún a riesgo de que los echaran de clase, o que hacían teatro alternativo...
    Ahora cuando oigo a tantos y tantos docentes quejarse de esa juventud "que no quiere aprender" me acuerdo de mi padre y suelo contestar "¡¡estamos demasiado mayores!!"
    Me ha encantado este post necesitamos gente que alce la voz para hablar bien de nuestra juventud

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