Me gustaría entender algún día la fascinación
que José Luis Rodríguez Zapatero manifiesta por Susana Díaz de un tiempo a esta
parte. Lo proclamó a los cuatro vientos en Jaén y lo repite el ex presidente cada
vez que se lo preguntan al tiempo que, a la chita callando marca en la sombra,
junto a Rubalcaba, los pasos que va dando la gestora. Busco explicaciones al
arrobo del leonés por la trianera y me cuesta trabajo encontrarlas ¿Qué ZP es
el que apoya a la presidenta andaluza? ¿El que en agosto de 2011 cambió el
artículo 135 de la Constitución con el apoyo del PP, el que se aferró al sillón
para gestionar unas órdenes de la troika
que chocaban de frente con los postulados políticos que lo llevaron al poder? Si
es así, puede ser.
Pero el Zapatero que ordenó retirar las
tropas de Irak, el que impulsó la ley del matrimonio homosexual, el que peleó
por una ley de dependencia y otra de memoria histórica, el que se fajó para que
se dieran pasos importantes camino de la igualdad entre hombres y mujeres, el
que creía en una televisión pública plural y en una España plurinacional… ese
ZP no es el que está apoyando a Susana Díaz. O la lideresa del PSOE andaluz
encierra atractivos políticos de izquierdas que solo él sabe ver, o el ex
presidente está envejeciendo muy mal y cada día que pasa se parece más al de
sus dos últimos años de legislatura.
¿Qué ha visto ZP en Susana Díaz? Si el
rechazo que la presidenta andaluza nos provoca a muchos es producto de una
equivocación, o de falta de información por nuestra parte, convendría que quien
fuera durante casi doce años Secretario General del Partido Socialista nos
ayudara a salir de dudas. Si la Susana que le gusta a Zapatero es la Susana
antiPodemos, cuesta mucho entender que él y Pablo Iglesias se lleven bien, como
ambos han admitido alguna vez públicamente. El líder de los morados llegó a declarar
en cierta ocasión que hasta se telefonean con frecuencia. ¿O eso también ha
cambiado en los últimos tiempos?
¿Apoya ZP a la Susana golpista de primeros de
octubre del año pasado y a su compañera Verónica Pérez, la “máxima autoridad”?
¿apoya al entorno conspirador andaluz donde se diseñó la gestora que permitió
gobernar al Partido Popular? ¿apoya Zapatero a la persona que, si en mayo llega
a convertirse en secretaria general del PSOE, le aprobará inmediatamente los
presupuestos a Rajoy?
¿Es este el ZP que cuando llegó a la Moncloa
en 2004, le hizo un guiño desde las escaleras a los periodistas situándose “más
a la izquierda” de donde lo habían colocado para hacerse la primera foto en su
nuevo domicilio? ¿Tan mal lleva no haber podido acabar con un Pedro Sánchez que
el 20 de Febrero, con su triunfal reaparición en el Bellas Artes de Madrid,
puso de los nervios a los conjurados que lo defenestraron? ¿Qué le ha visto
José Luis a Susana? ¿Estamos ante un enajenado flechazo? Si es así, no hay
mucho más que decir: el amor continúa siendo ciego.
J.T.
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