martes, 22 de septiembre de 2015

Documentales en el Festival de San Sebastián

Quienes defendemos las ventajas de ir ligeros de equipaje por la vida, sabemos que eso suele tener un precio: hay que estar dispuestos a no echar en falta muchas cosas y también a no lamentar la fragilidad de la memoria. Por eso se agradece que haya quien nos ayude a no olvidar según qué asuntos. Por eso les estoy muy agradecido tanto a Mercedes Moncada como a mi amigo Pere Joan Ventura. Les estoy agradecido por haberse tomado ambos la molestia de ayudar, a los "desmemoriados" como yo, a repasar en sus documentales cinematográficos según qué acontecimientos ocurridos en nuestro país durante los últimos años. He podido ver sus trabajos, y disfrutarlos, en el Festival de Cine de San Sebastián.

Son dos ofertas cinematográficas que hablan de lo que nos está pasando. Pere Joan Ventura repasa estos últimos años de reivindicación y protesta en su documental "No estamos solos". Nos lleva de marea en marea, de mani en mani, de escrache en escrache, al ritmo de la Solfónica y de la indignación que durante tanto tiempo ha estado llenando las calles. Ahí quedará su trabajo como reflejo de una época de la historia de España que no podemos dejar caer en saco roto. Retrata Pere Joan la fuerza y la imaginación de los movimientos sociales durante tres largos años tras el fenómeno del 15-M, una etapa de rebelión espontánea, de respuesta participativa frente a las políticas hostiles del este gobierno Rajoy que tantos derechos civiles y sociales ha triturado.

Mercedes Moncada, por su parte, se zambulle en el archivo de El loco de la colina y rescata "perlas cultivadas" que a unos refresca la memoria y a otros, más jóvenes, ofrecerá sin duda un panorama de la fauna que ha nutrido la vida política, económica y social durante los últimos treinta y muchos años.

"Mi querida España", se llama un documental que no tiene desperdicio. Por él desfilan desde Felipe González o Adolfo Suárez a Jesús Gil o Mario Conde pasando por Jon Idígoras o Mariano Sánchez Covisa. Historia de España pura -y dura- contada por sus auténticos protagonistas. Hasta se proporcionan datos inéditos, como los que Pilar Urbano aporta a propósito del golpe del 23F y que nunca fueron emitidos. Cinco mil entrevistas de Jesús Quintero. Mucha tela para cortar. Y sabrosa.

Las frases de Jesús Gil afirmando que no sabe lo que es prevaricar y defendiendo su mafiosa manera de proceder no tienen desperdicio, o las de Gunilla von Bismarck hablando con desprecio de los pobres, o probos economistas proclamando -ya en 1988- que el poder lo tienen los bancos, nos llevan a la conclusión, como dice la directora, de que vivimos en un bucle permanente y que la memoria colectiva es alarmantemente corta.

Que dos documentales como estos se proyecten en San Sebastián (el de Pere Joan está incluido en la sección oficial) habla mucho y bien de la sensibilidad de los organizadores del Festival para combinar glamour internacional con preocupación política y social.

A sus sesenta y tres años años, el certamen goza de una excelente salud. Colas kilométricas para entrar a las proyecciones del Kursal o el teatro Principal, overbooking en el Casco Viejo, entusisatas aplausos al final de cada sesión. Vida, mucha vida en un septiembre tan luminoso y fresco como el propio festival. No es mala manera de poner en marcha este enigmático otoño. No es mala manera de contribuir a refrescar la memoria en estas semanas y meses tan inciertos que nos esperan.

J.T.

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