domingo, 2 de noviembre de 2014

Nos seguirán robando

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El problema más gordo que tenemos no es lo que se han llevado. Es lo que todavía se piensan llevar hasta que consigamos echarlos de una puñetera vez.

Tenga por seguro que en este mismo momento, en el preciso instante en que usted está leyendo estas líneas hay por ahí un concejal, un diputado provincial, un truhán de tres al cuarto que un buen día consiguió ir en una lista a la que probablemente usted mismo votó... y ese concejal, ese diputado provincial, ese político cleptómano y desprejuiciado, está comiendo con un constructor, o cenando con un atildado preboste, o incluso follándose a alguien con quien está llegando a un acuerdo para robarnos a todos.

Estos días se están cerrando presupuestos en cientos, en miles de instituciones que probablemente en mayo cambien de manos. Así que quienes aún calientan según qué sillones disponen ya de muy poco tiempo para continuar llevándoselo crudo. Si, como las ratas, han abandonar el barco, mejor con el estómago lleno. Al grito de sálvese quien pueda o maricón el ultimo, cientos de políticos robarán durante las próximas semanas, durante los próximos meses, todo el dinero que todavía encuentren a mano. Y más.

Dejarán hipotecado el ayuntamiento, la diputación o la consejería de turno para los próximos cuatro, seis o más años, y quien venga detrás se verá obligado a arrear con un marrón de dos pares de cojones que en muchos casos maniatará la posibilidad de administrar los presupuestos de una manera más justa y decente. Se encontrarán contratos blindados con plazos insufribles que, si se quieren incumplir o derogar, obligarán a indemnizaciones inasumibles.

Bastaría con que, quienes aún administran presupuestos, dejaran de robar hoy mismo para que esto empezara a
tener solución, me dice un experto que sabe de lo que habla. Hay miles de millones en paraísos fiscales, sí; hay que empurar a Urdangarín, a Pujol, a Fabra, a Granados, meterle mano y años de trullo a los de los Eres, la Gürtel, el Pokemon, los "púnicos", a tanto ratero como se ha estado quedando con nuestro dinero durante tantos años y que además de corruptos, han ido de chulos por la vida mintiendo, tomándonos el pelo y mirándonos por encima del hombro.

Todo eso es verdad, sí, pero para que las cosas mejoraran de golpe, bastaría con lograr que esta escandalosa sangría se detuviera ahora mismo. En este preciso instante. Un torniquete preciso, según quienes saben de esto, sería un excelente comienzo. Porque hoy dos de noviembre, mañana día tres, la semana que viene, en Navidad, Año Nuevo, Reyes, Carnaval y Semana Santa, siempre habrá alguien en algún sitio que siga afanando mientras tenga la oportunidad. Es una maldición gitana, una plaga de Egipto. Roban, y roban, y vuelven a robar...

Y ahora que tienen miedo a ser desalojados, ahora que el cabreo ciudadano empieza a manifestarse y que cada día que pasa empiezan a verse más desnudos, justo ahora es cuando menos vergüenza gastan para arramblar con todo lo que puedan.

Nos van a dejar esto hecho un erial. ¿Será posible que no encontremos a ningún justo? Necesitamos, ya, que empiecen a alzar la voz todos aquellos concejales, alcaldes y políticos en general que estén limpios de toda sospecha. 8.000 ayuntamientos, 68.286 concejales... Estoy seguro que miles de ellos tienen que ser honrados. Quiero pensarlo así, necesito creerlo así, me niego a generalizar ni a aceptar una criminalización a granel.
¿Cómo es posible que hayamos llegado hasta aquí? ¿cómo es posible que cada día nos echemos a la cara un ladrón nuevo, un corrupto nuevo, un desalmado nuevo?

Basta ya de corrupción, que no puedo con tanta peste.
Basta ya de robar. Que alguien le ponga freno a esto. Que alguien pegue de una puta vez un sonoro puñetazo en la mesa y nos permita a todos levantar la cabeza y volver a estar orgullosos de nosotros y de las gentes que elegimos para que nos representen.

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