sábado, 5 de abril de 2014

José Couso. Once años ya



José Couso
Crimen de guerra
Investigación y justicia

Con este lema, la familia Couso nos invita a que los acompañemos este domingo a las doce y media frente a la Embajada de los Estados Unidos en Madrid, calle Serrano número 75. Han pasado once años y ni se rinden, ni piensan rendirse.

- Haremos como las madres de plaza de mayo. No le daremos cuartel a ese Estado gamberro. En unas protestas seremos tres, en otras trescientos... Pero siempre estaremos ahí. Como la gota malaya, dentro de treinta años si hace falta.

El 8 de abril de 2003, en Bagdad, carros de combate estadounidenses bombardearon la sede de Al Jazeera, ametrallaron las instalaciones de Abu Dhabi Televisión y dispararon contra el hotel Palestina, lugar en el que se alojaban, y desde el que transmitían sus crónicas, la mayor parte de la prensa internacional que cubría la invasión de Irak.

Ese día asesinaron al productor jordano Tarek Ayoub, al camarógrafo ucraniano de la agencia Reuters Taras Prosyuk y al enviado especial de Telecinco José Couso. Desde entonces, la familia del reportero gallego no ha dejado ni un solo día de reclamar justicia.

- Jose, ha mantenido siempre la familia Couso, no perdió la vida en un lance fortuito.
- A mi hermano lo asesinaron, remarca Javier Couso. El disparo fue absolutamente deliberado.

Esa es su tesis. Por eso llevan once años peleando hasta haber conseguido poner en jaque a los responsables de las muertes y muy de los nervios tanto a los gobiernos del pp como del psoe. Por los papeles de wikileaks nos enteramos hasta qué punto, y de qué manera tan desvergonzada, el embajador estadounidense presionó a buena parte del gobierno de Zapatero y al fiscal general del Estado de entonces para que le pararan los pies de una vez a una familia que les estaba tocando literalmente las narices con tanta reclamación. A ellos, a los amos del mundo. Pero cómo osaban.

La historia del trasiego que el sumario del caso ha vivido en los juzgados se mueve entre la tragicomedia y la ópera bufa: ahora lo abro, ahora lo archivo, ahora recurro, ahora me recurren, ahora lo reabro, ahora lo vuelvo a cerrar... Más de ocho años después de estar mareando la perdiz, en octubre de 2011,  los tres responsables de la muerte de Couso fueron declarados en busca y captura por el juez Santiago Pedraz.

Se trata del teniente coronel Philip DeCamp, el capitán Philip Woldford  y el sargento Thomas Gibson. Sus dos superiores máximos también están citados como imputados. Son David Perkins, coronel jefe de la 2ª Brigada de la Tercera División y Buford Blount, Jefe del Cuartel General y Comandante de la Tercera División.

Ahora, claro, no tenemos datos nuevos de wikileaks pero no es difícil imaginar que en la embajada de los Estados Unidos el cabreo debe continuar siendo de órdago. Basta comprobar cómo el gobierno Rajoy ha modificado una ley para que el caso no pueda continuar. De momento el juez que decretó la busca y captura la mantiene y se pasa la decisión del gobierno por el forro. Más lío.

En el trasfondo de aquellas muertes, la de José Couso y sus dos compañeros el 8 de abril, está la obstrucción al trabajo informativo. El objetivo era acallar a la prensa, controlar el relato, dominar quién, cómo y cuándo se administraba la información de lo que estaba sucediendo en Irak justo en los días clave de la invasión.

- Querían cerrar nuestros ojos, nuestra boca y nuestros oídos para que no supiésemos lo que estaba pasando allí,  proclama David Couso en el video que ha colgado en las redes para invitarnos a acompañarle, a él y a su familia, este domingo frente a la embajada estadounidense.

- Han sido once años en los que nos hemos juntado contigo en la calle, en la sede el pp, en la sede del psoe, frente a la embajada de los Estados Unidos, dice también David Couso. Allí hemos recibido tu calor y tu apoyo, un calor y un apoyo que continuamos necesitando. ¿Por qué? Porque no quieren que tengamos justicia, porque quieren que nos quedemos en casa velando a nuestros muertos sin que podamos juzgar a sus asesinos.

Parece que con esta familia los gobiernos de España y los de los Estados Unidos han pinchado en hueso.

En Estados Unidos hay cinco militares en busca y captura internacional, a los que probablemente les inquieta poco la insistencia de los Couso en no cejar hasta sentarlos en el banquillo, pero la Casa Blanca y el Pentágono se ponen de los nervios cuando constatan que van pasando los años y que esta familia, cual pertinaz mosca cojonera, no tira la toalla ni a la de tres. Ni ellos, ni tampoco quienes estaremos acompañándoles este domingo en Madrid frente a la embajada de los Estados Unidos. Habrá también actuaciones musicales: Amaral, Vetusta Morla y Samba da Rua.

Como dice Javier Couso, "no hubiéramos tenido derechos del hombre y del ciudadano si unos franceses no se hubieran levantado; no hubiéramos tenido la dignidad de la defensa de la vida hasta en la muerte si unos judíos en el gueto de Varsovia no hubieran luchado hasta la muerte; no hubiéramos acabado con el racismo si no hubiera habido una señora negra que se sentara en un asiento reservado para los blancos. Por eso, si nos quedamos en casa, si creemos que nada puede cambiar no solo nada cambiará, sino que perderemos lo conquistado por nuestros abuelos, nuestras bisabuelas y por toda la gente que nos ha precedido. No sabemos lo que pasará, nosotros quizás no consigamos sentar a los militares americanos en el banquillo, pero mientras estén en busca y captura toda su vida y mientras el caso permanezca abierto, mientras sigamos investigándoles, es un triunfo absoluto y sabemos que están muy molestos. La justicia no se puede dejar en manos de los asesinos. Jamás.

Maribel Permuy , la madre del cámara asesinado, está orgullosa de la incansable lucha de sus hijos reclamando justicia para el hermano muerto.

- Si ponemos en una balanza los costes, que han sido muchos y muy duros y lo que hemos conseguido, dice Maribel, yo creo que ha valido la pena.

- Por eso no nos vamos a quedar parados, añade David Couso. Y por eso concluye, en el video en el que nos invita a acompañarlos este domingo, con dos palabras contundentes:

- Os necesitamos

Allí estaremos, familia

José Couso
Crimen de guerra
Investigación y justicia

J.T.


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