lunes, 7 de abril de 2025

Escalofríos en la cárcel Modelo de Barcelona





Aunque lleva siete años clausurada, y en parte ha sido recuperada como espacio para la memoria, cuando entras en la cárcel Modelo de Barcelona no puedes evitar cierto escalofrío al franquear ahora sus rejas gigantes y visitar las galerías cuyas celdas desocupadas te invitan a pensar cómo debían sentirse aquí los centenares de presos políticos que pasaron en ellas sus últimos días de vida antes de ser fusilados al acabar la guerra civil.


Pasaron los años y entre estos barrotes continuaron encarcelando presos políticos durante toda la dictadura: Dos de ellos que aún viven, Domènec Martínez y Carles Vallejo nos contaron sus experiencias el otro día y nos explicaron en la galería número cuatro la exposición “Generaciones TOP; Resistir. Protestar. Conquistar” La muestra está dedicada a aquellas personas que sufrieron la represión del Tribunal de Orden Público (hoy Audiencia Nacional) entre 1963 y 1977, y cuenta cómo era la vida allí de los presos cuya amnistía exigió durante casi dos años un activista religioso llamado Lluís Xirinacs permaneciendo doce horas cada día a las puertas de la cárcel. La sala donde fue ejecutado Salvador Puig Antich en 1974 pone los pelos de punta apenas entras en ella, y cuando piensas que la memoria de todo esto es lo que quieren borrar no solo los fascistas de Vox sino buena parte del PP y de otros partidos de cuyo nombre no quiero acordarme, es cuando te convences de que siempre será poco todo lo que se haga para que la memoria de tanta tropelía se mantenga lo más viva posible.


Poca gente conoce, por ejemplo, lo que pasó en el Camp de la Bota entre 1939 y 1953. Junto al mar, en el límite entre los municipios de Sant Adrià de Besós y Barcelona, 1618 personas fueron ejecutadas allí a cuentagotas, trasladadas madrugada tras madrugada en camiones desde la cárcel Modelo. Este recorrido lo hicimos hace unos días durante la primera etapa de “La Retirada”, la “Desbandá” catalana. Si desde hace nueve años, cada mes de febrero unas doscientas personas homenajean a los miles de asesinados por las tropas fascistas en la carretera Málaga-Almería y hacen a pie el mismo recorrido durante diez días, las entidades memorialistas de Catalunya han decidido recordar de manera parecida lo que sucedió en su tierra cuando estaba a punto de acabar la guerra civil. Ya van por la tercera edición. Asesorados por la Asociación Cultural La Desbandá, que pone a su disposición la experiencia adquirida en Andalucía, se organizan trayectos desde Barcelona ciudad hasta llegar al sur de Francia, a Argelès-sur-Mer, donde quienes lograron escapar de las tropas franquistas creyeron estar a salvo hasta que llegaron los nazis y convirtieron la playa en un campo de concentración. 


La caminata-homenaje de “La Retirada” ha transcurrido este tercer año por Mataró, Camprodón, algunos de los pasos fronterizos por donde pasaron a Francia miembros del gobierno republicano o Colliure, en cuyo cementerio se encuentra la tumba de Antonio Machado. Solo este último lugar es algo conocido, pero en la mayoría de las poblaciones por donde pasamos se mantienen los silencios que desembocaron en la vergonzosa ignorancia que las actuales generaciones tienen del espanto que vivieron, hace menos de noventa años, centenares de miles de personas cuyo único delito fue rebelarse frente a la intolerancia, resistir, protestar… 


Esa alarmante ignorancia es la que está desembocando en el resurgir de la ultraderecha en nuestros días, la que está amenazando cada vez más la convivencia ciudadana. Cuando salíamos de la Modelo camino del Camp de la Bota, algunos componentes de “La Retirada” nos cruzamos con jóvenes quinceañeros que nos preguntaron de dónde veníamos. No tenían ni idea de lo que había significado la cárcel Modelo durante el franquismo, del Camp de la Bota no habían oído ni hablar y, por supuesto, los nombres de Xirinachs o Puig Antich no les sonaban en absoluto ¿En el instituto no estudiáis estas cosas?, les preguntamos. Ahora estamos estudiando Roma, nos contestaron, ¿y qué conocéis de la Antigua Roma? No supieron decirnos ni los nombres de Cicerón o Julio César, de nadie. 


Casi más espantados que con la experiencia de haber visitado la cárcel Modelo, continuamos nuestro camino convencidos de que el trabajo que hay por delante para arreglar este desaguisado es enorme. Da igual, pensamos, nosotros seguiremos haciendo lo que nos toca. Este artículo pretende modestamente ser parte de lo que me toca a mí. Como proclama el lema de la exposición “Generaciones TOP” resistamos, protestemos, conquistemos.


J.T.