Y me quedo corto. Hakuna es un peligro público cuya toxicidad quedó demostrada la noche del pasado lunes en Madrid. Este es uno de esos asuntos que no se pueden tomar a broma ni tampoco quitarle importancia. En la Puerta del Sol, en pleno kilómetro cero, ocurrió algo este 22 de diciembre que debería poner nerviosa a cualquier sociedad laica, plural y respetuosa con la diversidad de creencias que se precie. Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo presidieron públicamente el concierto de un grupo de "pop cristiano" que desde hace años abarrota plazas con sus himnos edulcorados y representa lo peor de un revival sectario que huele a Opus Dei por los cuatro costados.
De hecho su fundador es José Pedro Manglano, un ex miembro de esta organización que consiguió el visto bueno de las autoridades eclesiásticas para liderar el movimiento. Aunque Manglano se encuentre ahora fuera de "la Obra" oficialmente, las conexiones persisten. Compositores como Luis Poveda, cura del Opus también, firman los éxitos de un grupo que crece hasta el extremo de haber llenado por dos veces el WiZink Center el año pasado. En España nacieron tras la Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas en Río de Janeiro el año 2013. Su nombre deriva de "Hakuna Matata" (suahili), que significa "no hay problema".
Bajo la fachada de la juventud fresca y eufórica que preconizan, late una doctrina excluyente que pudre los cimientos de una convivencia tranquila. Los hilos los mueve la misma maquinaria que ha infiltrado la política y la sociedad española desde los tiempos de la dictadura franquista. El Opus Dei, con su historia de secretismo, control y alianzas con el poder conservador, lleva decenios promoviendo prácticas sectarias que chocan con cualquier noción de igualdad. Esa es la matriz de quienes, disfrazados de buen rollo pop, consiguen captar a jóvenes desorientados y no tan desorientados.
Ante un asunto así, a mí se me disparan todas las alarmas, sobre todo cuando veo que, en tiempos navideños y en la capital del Estado, consiguen que un acto de confesional se sitúe en la fachada misma de la sede de la Comunidad de Madrid. Cuando Feijóo y Ayuso deciden respaldar con su presencia un encuentro de este movimiento religioso, ¿cuál es el mensaje que están enviando? Los defensores argumentarán que son “villancicos”, que es cultura, que es música, y se basarán en que Hakuna ha celebrado ya conciertos multitudinarios, como más arrba señalábamos, y también en que sus cuentas en redes cuentancon millones de reproducciones.
Es una trampa, porque detrás de esto hay todo un proyecto de "recristianización de la juventud" con una doctrina y unos valores nada inocentes y de clara. política, con estructuras organizadas que van desde retiros espirituales hasta todo tipo de actos y encuentros que rellenan todos los tiempos de ocio de miles de jóvenes.
Pero no. Los líderes políticos del PP le han regalado un protagonismo y un foco muy potente a un movimiento confesional nocivo y tóxico. Esto no es de recibo. El espectáculo del lunes en la Puerta del Sol fue, en el mejor de los casos, un ensayo de lo que se nos viene encima si la ola de intolerancia en la que andamos sumidos continúa creciendo. ¡Ojito, ojito, que toda precaución es poca!
J.T.

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