jueves, 13 de noviembre de 2025

El día que Reporteros Sin Fronteras premió a periodistas valencianos y gazatíes


De izquierda a derecha los periodistas palestinos 

Ola al Zanoun, su marido, Adel, y Motaz Azaia


Cuando Mamen Mendizábal, conductora del acto, pidió un minuto de silencio por los más de doscientos cincuenta periodistas asesinados en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, los nombres de todos ellos fueron apareciendo uno tras otro en la gran pantalla del salón donde tenía lugar el encuentro mientras los asistentes, en pie, conteníamos la emoción cada uno como mejor podía.


-No sé si ahora podré tocar la guitarra, tengo hasta los dedos agarrotados, explicó Juan Aguirre cuando subió al escenario junto a Eva Amaral para interpretar “Podría haber sido yo”.

-Pues imagínate en mi caso, que tengo que cantar, replicó la propietaria de una de las voces más exquisitas de nuestro país.


El tocó y ella cantó: 


"Sabes bien que la suerte, el destino o el azar
Nos arrastran de manera caprichosa
Buenos Aires, Berlín o Zaragoza
O Chile, Estadio Nacional

Podría haber sido yo de haber nacido en tu playa
Por tocar esta guitarra
Podría haber sido yo, por cantar esta canción
Hoy solo quiero gritarla
Que suene tu voz, Víctor Jara"


Este fue el tono, la atmósfera en la que transcurrió, el pasado martes día 11, el acto con el que Reporteros Sin Fronteras quiso celebrar el treinta aniversario de su implantación en España. Aprovecharon para inaugurar unos premios cuya primera edición tuvo lugar en la sede madrileña de CaixaForum. Han creado dos categorías de galardones: el Premio Nacional RSF España, que en esta ocasión ha sido para la prensa local valenciana por su cobertura durante la dana de octubre del año pasado y el Premio Internacional RSF España, otorgado a dos periodistas gazatíes supervivientes de la masacre: el fotoperiodista Motaz Azaiza y la corresponsal Ola al Zanoun.


-Cuando leía la lista de mis compañeros asesinados, no he podido evitar pensar que en ella podía estar figurando mi nombre también, comentó Motaz Aziza, de 26 años, al recoger su premio.


Ola al Zanoun vivió un momento devastador el día en que una explosión en Gaza la sorprendió en su casa. En pocos minutos, varios bombardeos arrasaron su entorno. Junto a su marido, Adel al Zanoun, que dirigía la agencia France Press en la Franja, logró salir de Gaza rumbo a Egipto con sus cinco hijos tras perder a quince familiares. Han sido de las pocas personas que han podido continuar contando al mundo lo que ocurría en su tierra, dado que Israel prohibió el acceso de periodistas extranjeros a la zona.


El acto fue todo un homenaje al periodismo libre y comprometido que evidenció hasta qué punto algo en teoría tan sencillo como contar lo que ocurre suele costar caro a quien lo hace. "Sin verdades estamos perdidos, el papel de la prensa no es consolar, sino iluminar. Por eso hay tanto afán en acallar a los periodistas que buscan denodadamente la verdad", proclamó durante su intervención Alfonso Armada, ex presidente de RSF España. “Sin libertad de información no hay democracia, remató Alfonso Bauluz, actual presidente de la organización en nuestro país. "Plutócratas, mandarines y autoritarios, añadió, estrechan el cerco a la libertad de prensa que tratan de asfixiar. Nuestra misión en su defensa es la de todos”.

La elección de los galardonados en esta primera edición fue toda una declaración de intenciones. De una parte, la prensa local valenciana por la dana (en la foto de la izquierda Arturo Checa y Agustín Amores, representantes de los diarios "Las Provincias" y "Levante" cundo recogieron el premio): una cobertura de proximidad, de servicio público en una catástrofe natural que exigía rapidez, rigor y sensibilidad; la prensa que mejor y de manera más eficaz mantiene viva la función social del periodismo. Por otro lado, periodistas en Gaza, en el lugar de mayor peligro para ejercer el oficio. Los profesionales de la información asesinados en Gaza son más que la suma de todos los periodistas que perdieron la vida durante las dos primeras guerras mundiales, Afganistán, Vietnam y los Balcanes, en todos estos conflictos juntos, recordó Mendizábal. 


“He contado, había explicado con anterioridad Ola al Zanoun, 252 periodistas muertos violentamente, más de 400 heridos, de los que solo unos 15 han podido ser evacuados, y 150 oficinas de medios de comunicación destruidas”.


Vivimos el martes pasado una noche de homenaje, sí, pero también de denuncia y reivindicación. Si el periodismo que pelea por ir a donde ocurren las cosas, verlas, tomar notas y contarlas tal como son fue siempre necesario, parece claro que en estos momentos lo es todavía más que nunca.


J.T.

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